Matrimonio.

2.5K 253 50
                                    

Acepté, acepté gustoso y tan enamorado que pensaba que estaba soñando, no cabía duda que eras el dueño de mis sentimientos, podías hacerme sentir tan miserable... Y también podías hacerme sentir el doncel más afortunado del mundo al tenerte como mi esposo.

Me abrazaste con ternura y devoción, una devoción extraña. ¿Por qué cambiaste de actitud tan drásticamente?

Hace unos días juraste no amarme... Dijiste cosas horribles... Pensé cosas horribles por ello.

Quizá las personas pueden cambiar, yo ya no puedo perder nada con darte una oportunidad. Todos los merecen.

¿No, Sebby?

Cartas para Sebastian.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora