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La última vez que estuve en este lugar fue para una despedida. Se supone que no podía venir, pero realmente la extraño y necesito ver que ella esté bien.

Con paso veloz llego a su casa y me meto desde la ventana que siempre deja abierta. Allí me encuentro a ____ acurrucada en la silla soltando algunos sollozos. Me acerco y sabiendo que ella no puede verme, sentirme o escucharme acaricio su cabello rosa, el cual está bastante crecido.

--Feliz cumpleaños, ____-- murmuro sintiendo un fuerte dolor en mi pecho.

--Te extraño-- murmura ella.

Me alejo sintiendo felicidad al pensar que me ah podido escuchar, pero mi sonrisa se borra cuando ella saca una foto de nosotros dos. Las lágrimas mojan sus mejillas y sus ojos brillan de tristeza mientras más ve la foto.

--Grimmjow, sabes que no puedes estar aquí-- escucho detrás de mi.

--No puedo simplemente ignorarla, Ichigo-- digo sin dejar de mirar a ___.

Escucho como suspira y siento como se acerca. Posa una mano en mi hombro y veo que él también está mal al mirar como sufre su amiga.

--Tal vez, haya una forma para que se vean, pero será la última vez Grimmjow-- murmura mirándome a los ojos.

--¿Qué tengo que hacer?-- pregunto decidido sin pensarlo mucho.

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Seco mi rostro y suelto un fuerte suspiro. Me levanto de mi lugar y dejo la foto en el cajón donde siempre la guardo. Me coloco unos zapatos y cojo dinero para salir a comprar. Una vez en la calle a paso lento me dirijo al centro de la ciudad.

En el camino me encuentro a algunos amigos de Ichigo pero simplemente los ignoro como ellos a mi, puesto que nunca crucé palabra con ninguno.

Decido auto regalarme un hermoso vestido que vi hace poco, así que me dirijo a la tienda. Luego de comprarlo voy hasta una de zapatos para elegir alguno que quede bien con el vestido. Cuando salgo el cielo ya esta en tonos naranjas y el sol está a punto de ocultarse.

--El pastel-- murmuro recordando que me faltaba algo más

Llego a una pastelería y decido comprar una pequeña y una vela cualquiera. Ya todo comprado me dirijo a casa y decido pasar por el camino al costado del río.

--Hola ____-- dice un hombre que está parado en el medio, por lo cual detengo mi andar.

No logro verle la cara ya que lleva una capucha puesta. Sus manos se esconden en los bolsillos de su pantalón dándole un aire despreocupado. Me recuerda a Grimmjow.

--¿Quién eres?-- pregunto tratando de ver aunque sea sus ojos.

--¿Me extrañaste?-- pregunta elevando su mano y quitando la capucha.

Su sonrisa altanera hace que mi corazón empiece a latir acelerado y el brillo de sus ojos provoca que mis piernas tiemblen.

--Grimmjow-- murmuro con la voz quebrada y a punto de llorar.

--Ven aquí nena-- dice con suavidad y extiende sus brazos.

Suelto las bolsas y corro a él para lanzarme y abrazarlo con fuerza.

--¿Pero cómo?-- pregunto separando mi rostro de su cuello y poder verlo a los ojos.

--Gigai, Ichigo me dió la idea, pero dijo que no podré volver a hacerlo, no para estas cosas-- dice acariciado mi nariz con la suya.

--No sabes cuanto te extrañe Grimmjow-- murmuro besando sus labios.

Él sujeta más fuerte mi cintura y me pega a su cuerpo. Acaricio su cabello celeste y suelto una pequeña sonrisa al separarnos.

--Vamos, festejemos tu cumpleaños como se debe-- dice sonriendo.

Asiento y me despego de él para volver a por las bolsas en el suelo. Él se acerca a mi y decide llevarlas. Me coge de la mano y sin más empezamos a caminar mientras me cuenta muchas cosas que cambiaron en la Sociedad de Almas.

Cuando llegamos a mi casa Grimmjow deja el pastel en la heladera y luego me extiende la bolsa con el vestido.

--Ve a cambiarte, déjame verte con este hermoso vestido que compraste-- pide sonriendo.

Asiento avergonzada y corro a mi cuarto para darme una ducha. Me coloco ropa interior limpia y luego me coloco el vestido negro y los zapatos. Cuando llego a la sala está todo apagado y la poca luz que brindaba el sol se ha ido. Al entrar a la cocina me encuentro a Grimmjow y frente a él, en la mesa, el pastel medio destruido con la vela encendida.

--Feliz cumpleaños hermosa-- dice con una brillante sonrisa.

Muerdo mi labio y suelto una pequeña risa. Él se acerca y seca las lágrima que empiezan a mojar mis mejillas. Sus labios tocan suavemente los míos en un tierno beso.

Decidimos comer algo del pastel y luego nos vamos a mi cuarto. Ya eran las dos de la madrugada por lo cual estábamos decididos a acostarnos. Él queda en boxer y yo en ropa interior, y así como estábamos nos metimos bajo la colcha.

--Nena, quiero que seas fuerte, ¿Si?-- pide Grimmjow abrazándome por la espalda y dejando un beso en mi mejilla.

--Lo intentaré, pero te necesito Grimmjow-- murmuro cerrando los ojos para tratar de que las lágrima no vuelvan a caer.

--Yo también, y te prometo que haré todo lo posible para que nos volvamos a ver.

Decido guardar silencio y el sueño poco a poco me va ganando hasta que me quedo dormida.

Me quejo al sentir el sol en mi cara

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Me quejo al sentir el sol en mi cara. Me doy la vuelta para acomodarme y seguir durmiendo, pero los recuerdos de ayer vienen a mi mente. Me siento y miro a mi costado, pero Grimmjow ya no está. Abrazo mis piernas y me quedo mirando un punto lejano del cuarto.

--Seré fuerte Grimmjow, por ti.

Recuperando tu ser |Grimmjow y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora