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Observo a mi padre y a Kuru entrenar. Hoy no me desperté con ganas de luchar, así que ellos decidieron hacerlo juntos mientras yo me senté debajo de un árbol.

El día estaba hermoso, no hacía calor ni frío y la brisa que corría tenía un leve aroma a tierra mojada. Lo cual era raro ya que el cielo estaba totalmente despejado y en la madrugada no llovió en ningún momento.

--____, ¿Podemos hablar?-- escucho a mi costado.

Extrañada me siento mejor y observo a la persona que requiere de mi atención.

--Señor Tenjirou, ¿Qué sucede?-- pregunto levantándome y caminando hasta él.

--Verás, Ichibe acaba de viajar a la Sociedad de Almas y vino con alguien, necesito que vallas con el viejo pero sin que tu padre sepa, es algo muy importante que requiere tu poder-- dice susurrando.

-Uhm, ¿Claro?-- digo extrañada mirando a mi padre.

Salgo corriendo hasta la plataforma del señor Ichibe y entro sin tocar la puerta. Mi cuerpo entero tiembla al ver a aquella persona de espalda hablando tan irrespetuoso como siempre. Ichibe, que estaba frente a él, clava su mirada en mi y sonríe.

-¿Grimmjow?-- logro decir cuando sé que mi voz no me fallará.

Él se da la vuelta y sonríe. Me sorprendo cuando veo que está todo lastimado y tiene la cara y manos manchadas de sangre. Sonríe aún más y no sé si reír o llorar de felicidad cuando un hilo de sangre cae de su nariz. Empiezo a reír mientras mis lágrimas mojan mis mejillas y camino hasta él para abrazarlo.

--Te dije que todo iba a estar bien, ¿O no?-- murmura dejando un beso en mi frente.

--Vaya cambio de actitud-- se burla Ichibe.

Grimmjow le gruñe y yo río aspirando mis mocos para que no caigan. Pero mi Pantera me limpia la nariz con la manga de su chaleco de capitán.

--Te extrañé, Grimmjow-- digo sonriendo.

--Yo igual-- dice pasando su mano a mi nuca y me atrae para darme un beso.

Nos quedamos un poco más abrazados hasta que recuerdo que tiene sangre.

--Vamos, toma asiento así limpio tu rostro-- digo sujetando su mano y guiándolo hasta la silla más cercana.

El señor Ichibe me entrega un paño húmedo y sin esperar más empiezo a limpiar toda la sangre en el rostro de Grimmjow.

--¿Qué sucedió para que estés así?-- pregunto pasando de su frente a su nariz.

--Digamos que tuve que hacer un esfuerzo para que me trajeran aquí-- comenta mirando de reojo al señor Ichibe.

--¿Pelearon? Señor Ichibe-- me quejo mirándolo con fingido enojo.

Él se encoge de hombros y sale de la sala para darnos un poco de privacidad.

--Ven aquí-- dice sujetando mi cintura para sentarme en sus piernas.

--Izuru te extraña mucho, el viejo Yamamoto dijo que si algún día vuelves, volverás a ser capitana del escuadrón tres y a mi me colocará en el quinto-- comenta escondiendo su rostro en mi cuello, dejando algunos suaves besos.

--Quiero volver, extraño mi verdadero hogar pero no sé que hacer, siento que estoy perdida-- admito acariciando su cabello y apoyando mi mejilla en su cabeza.

--Tranquila, tu abuelo está planeando algo super alocado-- dice entre risas.

--¿Qué quieren hacer?-- pregunto separando un poco nuestros cuerpos para ver sus ojos.

--Ya lo verás cuando estemos listos-- contesta con un brillo travieso en sus ojos y su sonrisa altanera.

--No hagan nada tonto que les pueda traer problemas-- murmuro preocupada.

--Tu no tienes que preocuparte de nada hermosa, déjanos todo a nosotros-- pide chocando su nariz con la mía.

Sonrío y lo beso. Realmente necesitaba verlo, escucharlo y sentirlo. Ahora siento que mis fuerzas han aumentado, que puedo soportar estar aquí.

Gracias señor Ichibe.....

Recuperando tu ser |Grimmjow y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora