El amor a primera vista existe. Y Grimmjow lo experimenta por primera vez.
Un amor "prohibido" puede dejar de serlo si se cambia la perspectiva de las personas. Y ___ luchará por lograrlo.
Separados. Juntos... Eso no importa para ellos, que empezaro...
Durante ocho meses, en los cuales no podía usar mis poderes, estuve pasando el tiempo con Grimmjow y con mis amigos. Incluso pasé tiempo con mi abuelo. Las cosas no cambiaron mucho a decir verdad. El mundo humano volvió a la normalidad, la sociedad de almas era la misma, pero yo veía todo diferente. Tal vez es porque sé que no volveré a ver nada de esto en cuanto mis poderes se vayan por completo.
Grimmjow se vio muy atento conmigo, y cuando se enteró que era cuestión de tiempo para que yo fuera una simple humana, no se despegó de mi en ningún momento.
--Ya es hora ____-- dice mi abuelo entrando a mi cuarto.
--Lo sé, mis poderes ya no pasan de hoy-- digo con una sonrisa triste.
--Abuelo, tengo algo que pedirte por favor, deja que Grimmjow se quede con ustedes, que sea capitán junto con Ichigo, te aseguro que no te arrepentirás-- pido mirándolo
Él arruga su entrecejo unos segundos y, sin una contestación a mi pedido, partimos al mundo humano.
Estaban todos, capitanes, tenientes, Ichigo y Grimmjow. Todos esperando para despedirse de mi. Luego de algunos abrazos y palabra hacia los capitanes y sus tenientes llega el momento de despedirme de mi teniente.
--Lo siento, Izuru-- me disculpo con una sonrisa apenada.
--Taicho, ¿Por qué lo hizo? Pudimos haber encontrado otra manera de ganar-- se queja agachando la mirada.
--No, no había otra manera, lamento tanto no haberte dicho nada, pero si te decía habrías querido venir conmigo, y jamás me hubiera perdonado a mi misma que algo te pasara.
Él no dice nada y me abraza. Le devuelvo el gesto y cuando nos separamos seco una lágrima que baja por su mejilla.
Ahora es el turno de Ichigo, él me mira con su rostro serio y algo enojado, lo cual me hace soltar una pequeña sonrisa.
--No es gracioso idiota, si sabía lo que estabas haciendo te hubiera detenido a golpes-- dice enojado.
--Jamás habrías podido contra mi cabeza de hortaliza-- digo con burla y golpeo su hombro.
--Cuídate, ¿Si? No hagas ninguna estupidez más-- pide dándome un abrazo.
Se aleja de mi y, como los demás, se va por la puerta Senkaimón. Ahora solo queda Grimmjow, quien trata de mantener un aire despreocupado.
--Grimmjow yo.
--No hace falta que digas nada-- dice interrumpiendo.
--____, gracias por todo, si no fuera por ti ya abría muerto hace mucho.
--Promete que no usaras ese poder para lastimar a nadie, quédate en la Sociedad de Almas, ya hablé con mi abuelo, cuida de mi teniente por favor-- digo llorando cuando Grimmjow empieza a desaparecer de mi vista.
--Carajo-- se queja mientras me abraza.
--Nos volveremos a ver, te lo prometo-- murmura y deja un beso en mis labios.
Al abrir los ojos.... Me encuentro completamente sola.
--¿Puedo recuperar mis poderes?-- pregunto sorprendida.
--Así es, pero con una condición, ya no volverás al Gotei y te quedarás en el Palacio del Rey conmigo, ya no quiero que tengas contacto con la gente de la Sociedad de Almas-- dice mi supuesto padre.
Miro dudosa a Grimmjow y él espera a que yo decida. Si yo consigo mis poderes, siempre hay una posibilidad de volver a ver a todos. Pero si me quedo como humana, nada me dice que vuelva a ver a Grimmjow. Aunque la opción de mi padre tampoco es muy buena.
--¿Y bien cariño?-- pregunta mi padre.
--Yo-- digo dudosa.
--Acepta ____-- dice Grimmjow.
Él me queda mirando y me sonríe. Sé que todo estará bien.
--Si, acepto tus condiciones padre-- digo sin dejar de mirar a Grimmjow.
--¡Excelente!-- dice levantándose.
Se acerca y luego de sentir un golpe en mi nuca, la oscuridad me invade y lo último que escucho es como Grimmjow grita mi nombre.
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Ay que dolor de cuerpo y cabeza que siento. Abro los ojos y veo a mi alrededor.
--¿Dónde estoy?-- murmuro al ver que estoy sumergida en un estanque lleno de lo que creo que es sangre.
-Estás en mi estanque infernal de sangre, gracias a esta agua pude curar tu alma quebrada por el sello-- dice un hombre alto, flaco y cabello extraño.
De algún lado aparece mi padre y con una sonrisa boba me queda mirando.
