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--Señorita ____, ¿Me está escuchando?-- pregunta la chica a mi lado.

Parpadeo un par de veces y clavo mis ojos en ella. Estaba tan metida en mis pensamientos sobre Grimmjow que olvidé por completo que Kuru estaba a mi lado hablando.

--Lo lamento, estaba divagando en tonterías-- digo sonriendo.

--Me preocupa que no sea feliz aquí-- dice repentinamente.

--¿A qué te refieres?-- pregunto sorprendida.

--No soy tonta, ¿Sabes? Cualquiera puede darse cuenta que no quieres seguir estando aquí, que quieres volver con los Shinigami del Gotei-- termina murmurando mientras abraza sus piernas.

--Es cierto, los extraño mucho, allí tengo a mi querido abuelo, a mis compañeros, mi preciado teniente y-- hago una pausa cuando el rostro de Grimmjow viene a mi mente.

--¿Y?-- pregunta ella esperando a que siga.

--Y la persona que me gusta-- digo tapando mi rostro de la vergüenza.

--Oh, ¿Quién es?-- pregunta con curiosidad.

--Ah, mira la hora, padre debe estar esperándome para comer-- digo nerviosa y me levanto.

--¿____, quién es?-- vuelve a preguntar y se levanta para coger mi mano con rapidez.

--Uhmm-- digo incómoda y vuelvo a mirarla.

--Grimmjow-- murmuro mirando mis pies.

--¡¿Ese cretino?!-- pregunta sorprendida.

--Me sorprende, creí que solo pensaba en luchar-- dice pensativa.

--Cuando te pusiste así de nerviosa creí que ibas a decir que estabas enamorada de Byakuya-- comenta con un suspiro de alivio.

--Por si a caso, ¿No te gusta verdad?-- pregunta seria.

Suelto una carcajada y paso mi brazo por sus hombros.

--Claro que no, no me van los estirados-- digo en broma.

Ella vuelve a suspirar aliviada y empieza a hablar de otra cosa. No logro prestarle mucha atención ya que me distraigo viendo una sombra extraña al costado de su casa.

--Bueno, nos vemos ___-- dice separándose de mi y abriendo la puerta.

--Kuru, cualquier cosa, grita mi nombre, ¿Si?-- le digo con calma para que no sospeche nada, aunque decirle eso ya es bastante raro.

--¿Claro?-- dice alzando una ceja y sin más entra.

Sigo mi camino y cuando llego a casa mi padre vuelve a recibirme con un abrazo, como todos los días.

--Buenas-- digo entrando y tomando asiento.

--Bonito día ¿Verdad?-- dice mirando el cielo despejado por la ventana.

--Claro-- digo tratando de sonreír.

Él se da cuenta y hace una mueca, pero no dice más y me sirve un poco de comida.

--¿Hace mucho sabes cocinar?-- pregunto tratando de alejar este incómodo silencio.

--Oh, no, le pedí a Kirio que me enseñe para poder cocinar cosas para ti-- dice rascando su mejilla con un tono rojizo.

--Padre, ¿Por qué nunca fuiste a verme?-- pregunto dejando los cubiertos en la mesa.

Él se sorprende y se remueve incómodo en su lugar. Tose un poco y abre la boca para responder, pero nada sale así que la vuelve a cerrar.

Recuperando tu ser |Grimmjow y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora