Recuperando tu ser |Grimmjow y tu|

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Observo el lugar y siento como si hubieran pasado muchos años desde la última vez que estuve aquí. Cierro la puerta detrás de mi y con tranquilidad camino hasta mi cuarto. Gracias a Urahara conseguí un Gigai por lo cuál eh tenido que venir a buscar ropa a esta casa.

--Debería simplemente venderla-- murmuro viendo que los muebles ya tienen algo de polvo.

Decido ignorarlo por ahora y seguir con lo mío. Al llegar a mi cuarto me acerco al armario y empiezo a ver todo lo que tengo, buscando algo para la cita de esta noche.

--Tal vez, esto esté bien-- digo sosteniendo un vestido celeste.

Sonrío y decido entrar a bañarme. Cuando salgo me coloco la ropa y unos zapatos comunes que combinan. El maquillajes no se me da para nada bien, así que solo me ataré el cabello y ya. Me miro al espejo de cuerpo completo y sonrío satisfecha. Salgo del cuarto y me meto a la sala para ver el reloj de pared.

--Ya debo salir-- murmuro al ver que casi son las ocho.

Al estar en época invernal anochece temprano, por lo cual cuando salgo no me sorprende ver que el cielo ya está oscuro. Cierro la puerta y en el camino hasta el lugar acordado los nervios no me han dejado tranquila.

--Llegaste temprano, ¿Acaso estabas ansiosa por verme hermosa?-- escucho detrás de mi, muy cerca.

--No hagas eso-- digo con la voz temblorosa cuando el me abraza por la espalda y besa mi cuello.

--Vamos, el idiota de tu amigo en la mañana me mostró varios lugares al que podemos ir-- murmura entrelazando sus dedos con los míos.

Asiento y lo sigo mientras hablamos de muchas cosas que me pasaron en el tiempo que perdí mis poderes. Llegamos a un sendero con muchas tiendas a los costados, por lo cual nos tomamos nuestro tiempo en ver cada una.

--¿Qué es eso?-- pregunta Grimmjow viendo la carpa con comidas.

--Esos son Dangos y estos Taiyakis-- le responde el hombre señalando cada uno.

--Esos son más ricos le digo señalando unas bolas blancas.

--Estos son Daifukis, hay dulces, agridulce y amargos-- vuelve a decir el hombre con una sonrisa.

Grimmjow los mira sorprendido y ahora recuerdo que él nunca probó estas cosas. Sonrío y busco mi billetera donde tengo dinero humano.

--Deme un Dango, un Daifuki de cada sabor y dos Taiyakis-- pido extendiendo el dinero.

El hombre me da lo que le pido y Grimmjow me sigue hasta una banca, la más cercana.

--Ichigo no me dijo que tendría que pagar-- se queja con un poco de color en sus mejillas.

--Tranquilo, no es como que vaya a utilizar este dinero para cosas importantes-- digo restándole importancia.

Grimmjow suspira y empieza a probar cada comida, mientras yo me como uno de los Taiyaki.

--El Daifuki dulce es mejor-- dice terminando su bollo.

Río por lo bajo y seguimos con nuestra cita. Durante dos horas estuvimos probando comida extranjera y otras muy comunes, aunque no tanto para Grimmjow.

--Ya es casi la hora, ven hay que ir al último lugar-- dice pasando su brazo por debajo de mis rodillas y la otra por mi espalda para alzarme.

Empieza a saltar por los tejados y yo no puedo parar de reír y abrazarme a su cuello. Cuando él se detiene puedo darme cuenta que estamos arriba de una torre con una hermosa vista.

--____ yo-- pero unos fuegos artificiales lo interrumpen.

Él se sorprende y se queda mirando las luces. Yo sin embargo lo miro a él. Su rostro se ilumina con los diferentes colores de las explosiones y me sorprendo a mi misma al pensar que quiero estar con él para toda mi vida.

--Nunca había visto algo así-- dice con algo de pena cuando las explosiones cesan.

Sonrío y acaricio su mejilla.

--Grimmjow, ¿Quieres ser mi pareja?-- pregunto sin dejar de sonreír.

--Mujer, se supone que yo debía preguntarlo-- se queja abrazando mi cintura y pegándome a él.

--Por supuesto que quiero, no pienso tener a nadie más a mi lado por el resto de mi vida más que a ti-- murmura antes de pegar sus labios a los míos.

--Vamos, nuestra noche aún no termina-- le comento coqueta haciendo que él me de una sonrisa pervertida.

Supongo que mi casa humana va a ser nuestro próximo destino.