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Diablos, sabía que tenía que haberle avisado a ____ de ésto, presentía que algo iba a suceder. Seguro me debe estar insultando mientras camina de un lado a otro preocupada.

Cuando llegamos a Hueco Mundo fuimos sorprendidos por un grupo de extraños. Nos encerraron en las antiguas celdas de Las Noches, nos colocaron los grilletes que bloquean el reiatsu y nos dijeron que si cooperamos no matarán a nadie. Debo admitir que dos de las personas encapuchadas se me hacen conocidas, pero no logro saber porqué.

--Oye-- escucho una voz infantil.

Del otro lado de la reja aparece una niña de unos seis años tal vez. Tiene el pelo entre verde y celeste y sus ojos verde pasto me analizan como si fuera la cosa mas maravillosa que haya visto. Gruño tratando de asustarla, pero ella solo se sorprende y sonríe.

--Lo sabía, eres tu-- dice con cariño mientras abre la reja y corre para abrazarme.

--Oye, ¿Qué mierda haces mocosa?-- suelto con enojo.

--Papi-- susurra sujetando mi rostro entre sus pequeñas manos.

--¿Disculpa? Creo que me has confundido con otra persona-- digo sorprendido y me levanto para alejarme de la niña.

--Tu eres el que está confundido, Grimmjow-- dice una voz femenina.

Veo entrar a una de esas personas que nos atrapó y cuando se quita la capucha me sorprendo al ver a una mujer de cabellos verdes y una marca roja cruzando su rostro.

--¿Nell? ¿Qué está sucediendo?.

--Si sabia que estarías entre medio de esos Shinigamis le hubiera dicho a Tierr que los matara a todos-- suelta con un tono enojado y frío.

--¿Quién es ella?.

--¿Y todavía lo preguntas? Creí que ya te habrías dado cuenta por el parentesco que tiene-- gruñe cruzando los brazos en su pecho mientras clava sus ojos en mi.

--¿Eh?-- murmuro sin entender que quiso decir.

Analizo a la pequeña que no deja de sonreír y de la impresión doy unos pasos hacia tras, cayendo en la cama.

--Imposible-- susurro sorprendido.

--Si, yo también estaba igual que tu cuando me di cuenta de que no habías llegado a matar a mi hija aquella vez que golpeaste mi vientre, parece que no te ha salido bien-- dice caminando hasta la niña para acariciar su cabello.

--Mami, es papito, ¿Verdad?.

--¡Dile que no me diga así carajo! ¡No soy tu padre niña, no sé que mierdas te habrá metido tu madre en esa cabecita pero te diré una cosa! ¡¡Son puras mierdas!!-- suelto levantándome y acercándome a ellas.

La pequeña empieza a soltar lágrimas y sale corriendo. Nell golpea mi estómago, lo que me hace caer al suelo, y se aleja sin decir una sola palabra.

--Ésto debe ser una jodida broma.

--Ésto debe ser una jodida broma

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Recuperando tu ser |Grimmjow y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora