Recuperando tu ser |Grimmjow y tu|

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--¡Señorta ____!-- escucho detrás de mi.

Al darme la vuelta observo como Kuru corre hasta a mi con una enorme sonrisa. Una vez cerca se detiene a recuperar el aire.

--Adivine quien es mi capitán-- comenta feliz.

--Pues, por el brillo en tus ojos y tu felicidad, yo diría que Grimmjow-- bromeo al saber que ella suele pelear con él.

--No claro que no, jamás estaría contenta por ese cretino que me molesta-- se queja en un puchero.

Grimmjow le tomo cierto gusto a molestar a Kuru con su estatura y su forma de ser. Yo diría que ambos se agradan, pero lo demuestran con insultos.

--Ya, fue solo una broma, ¿Qué se siente estar con Kuchiki?-- pregunto empezando a caminar con ella.

--Es tan-- y se queda callada mientras su rostro se empieza a tornar rojo.

Suelto una carcajada y niego.

--Deberías intentar seducir al estirado y frío Kuchiki, quién sabe, tal vez tengas éxito y ese hombre se ablande un poco-- digo entre seria y divertida.

--¿Crees que podría lograrlo?-- pregunta esperanzada.

--Claro, es más, yo te ayudaré-- digo deteniéndome y mirando sus ojos verdes.

--Gracias, gracias ____-- y salta para darme un abrazo.

--Pero será mañana, ahorita debo trabajar-- digo con un suspiro pesado.

Ella asiente y sin más me se aleja. Camino hacia el lado contrario hasta llegar a mi escuadrón.

--¿Hay alguna noticia sobre los que fueron a Hueco Mundo?-- le pregunto a mi teniente apenas entro a mi oficina.

--Aún no hay novedades, el capitán Mayuri dijo que si algo pasaba tu serías la segunda en enterarte, ya que primero debe hablar con el comandante-- comenta terminando de llenar unos papeles.

Suelto un suspiro e Izuru me mira preocupado. Niego y me siento en mi lugar masajeando mi frente.

--¿Sucede algo capitana?-- pregunta acercándose a mi.

--Ah, desperté con un terrible dolor de cabeza, tomé una pastilla que me dio Ichigo pero aún no se me ha pasado, de hecho siento que me duele más-- me quejo.

--¿Por qué no habla con la capitana Unohana?.

--Debería, pero  no creo que sea la gran cosa, ya se me pasará-- comento empezando a firmar los papeles que hay en mi escritorio.

Izuru no dice más y se sienta en el sillón a descansar puesto que él ya terminó. Los minutos pasaban y pareciera que la pila de papeles era infinita.

--¿Trabajando hasta tarde?-- me levanto asustada y miro a mi costado.

La típica sonrisa altanera de Grimmjow es lo primero que veo. Sonrío y me acerco a abrazarlo.

--Creí que seguías en Hueco Mundo-- murmuro dejando un beso en sus labios.

--Resulta que simplemente eran varios Hollows luchando, por eso es que había movimientos extraños-- comenta desviando su mirada a Izuru, el cual está dormido en el sofá.

--Debería decirle que vaya a casa-- digo caminando hasta el rubio.

Luego de que despertara y que salude a Grimmjow, se despide de mi y con paso lento sale de la oficina. Grimmjow toma asiento en mi silla y ojea con poco interés los papeles regados en el escritorio.

--¿Escuchaste las noticias que andan rondando por los escuadrones?-- pregunta clavando sus ojos en mi.

--¿Del casamiento? Claro, creo que no hay persona en el Seireitei que no lo sepa-- contesto sentándome en sus piernas y abrazando su cuello.

--Creo que es un poco pronto para esos dos.

--¿Tu crees? Yo digo que está bien, ambos se aman, bueno ella lo ama ya desde hace tiempo-- murmuro escondiendo mi rostro en su cuello y cierro mis ojos.

--Ese Ichigo, no creí que un idiota como él se casaría con una chica bella como Orihime, esa muchacha debe estar siega-- bromea riendo y besa mi hombro.

--Eres malo-- digo también riendo.

--¿Y tu cuándo me pedirás que me case contigo?.

--Esta vez te dejaré el placer a ti-- contesto sabiendo que lo dice porque le gane en preguntar para que seamos novios.

--Bueno, al menos sé que no me quitaras las palabras de la boca-- dice mientras sus dedos se entrelazan con los míos.

--Mmmm, quitaré otra cosa de tus labios-- murmuro con picardía y muerdo su cuello.

--Oh, ¿Alguien está insinuando que esta noche habrá diversión?-- pregunta apretando mi nalga con la mano que tenía en mi espalda.

--Tal vez-- sonrío separando mi rostro de él y mirando sus ojos.

--Vamos a casa entonces.