DAY 8

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Minho despertó temprano, no había podido dormir bien porque solo pensaba en la conversación por teléfono que había tenido con el menor en la que había escuchado el nombre de su "rival", aparte nunca sintió a nadie a su lado, ¿Jisung no había llegado a dormir?

Bajó las escaleras ya que en la habitación no habían rastros de Sung.

Pero tampoco estaba abajo...

Dios, otra vez esa inseguridad y ganas de llorar que había tenido desde ayer, esas ganas de sobreproteger el amor que su esposi aún le guardaba y hacerlo crecer cada día más para que nunca le quedarán dudas de lo mucho que lo amaba y cuanto deseaba tenerlo al lado toda su vida.

Se sentó en el sofá y se dispuso a soltar todo lo que sentía hasta que sintió a alguien abrazarlo por detrás.

—Buen día amor— Era Jisung.

—Hola Hannie. ¿Donde estabas?

—Cuando llegué Minnie me pidió que me quedara a dormir con él.

El mayor soltó un suspiro aliviado.

—¿Pensaste que ni había llegado a dormir?— Dijo con una sonrisa burlona en su rostro.

—Pensé que algo te habría pasado, me preocupas demasiado como para dejarte sólo a tan altas horas de la noche.

El menor envolvió más a Minho con sus brazos para que el mayor se sibtiare más tranquilo.

—Te quiero Han— Dijo de repente.

—Yo más, Lee.

—¡Yo los quiero más!— Llegó su hijo corriendo para sumarse al abrazo.

Los mayores rieron.

Su hijo era como si hubiera sido creado con amor y azúcar, era hiperavtivo, amoroso, inteligente y responsable.

En resumen: El mejor hijo de todos.

Seungmin sentía que tenía la mejor familia de todas porque en ese momento el amor se sentía en el aire, todas las familias pasan por momentos difíciles y quizá uno de los tiempos más difíciles habían pasado para ellos, pero había aprendido a ser fuerte por sus padres y a llevar la situación que en algún momento se iba a resolver e iban a volver ser la familia más feliz.

—Papi...

—¿Si?— Contestaron los padres del niño al unisono.

—Gracias por quererme.

El niño había empezado a sollozar, se sentía muy sensible en ese momento.

—Jamás vamos a dejar de hacerlo, eres nuestro bebé.

El menor dejó de llorar unos minutos más tarde.

—Vamos a desayunar, tienes que ir a clase de béisbol y a la escuela.

—Yo te llevo, vamos— Dijo Minho para cargar a su hijo y llevarlo a lavar sus manos.

—Una familia feliz...— Susurró Han para si mismo.

Salió de sus pensamientos por una llamada entrante a su celular.

—¿Hola?

"—Hola bebé. ¿Vendrás hoy a trabajar?"

—¿Acaso me dejarías faltar?

"—Muy inteligente. Hoy tendremos una junta especial, vendrán los empresarios tailandeses así que saldremos temprano todos. Salgamos tu y yo a algún lado".

—Tendrá que ser otro día.

"—¿Planes?".

—Iré a ver a mi hijo a su práctica.

"—A mi me encanta el béisbol, dejame acompañarte bebé, solo eso".

Han se quedó un momento pensando en ello, nada malo podía pasar si sólo iban a ver la práctica de los niños.

—Bien. Nos vemos luego.

"—Cuidate bebé".

—¿Quien era?— Preguntó Minho cuando llegó con Seungmin.

—Sólo mi jefe. Vamos a tener una junta especial.

—¿Ocupas que vaya por Minnie?

—No, le prometí que iría a ver su practica.

—¡Gracias papá!— Exclamó el niño cuando el mayor le dió el lato con comida.

—De acuerdo, iré a ponerme mi traje o se me hará tarde— Le sonrió dándole un rápido beso.

—¿No comerás nada?

—Sí, sólo ocupo cambiarme antes.

Han le devolvió el beso y susurró un "De acuerdo".

Las cosas estaban un poco tensas desde ayer, pero eso se arreglaría, Han estaba seguro de que no era nada malo.

You Don't Know. You Don't SufferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora