DAY 10

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Sábado.

Por fin era sábado.

Han no iba a trabajar y Lee tampoco, pero si lo pensaban bien esta semana y la pasada casi no habían ido, se la habían pasado comiendo y jugando con su hijo, aparte de que también dormían o cocinaban juntos la mayor parte del tiempo.

Y ese día no era la excepción.

Minho había despertado a Jisung, algo que ya se estaba haciendo costumbre y extrañaba mucho al menor ya que al otro no le gustaba despertar temprano.

—Hannie~ Bueno días— Lo recibió con un beso en la mejilla.

—Buenos días...— Con una sonrisa.

Y se podrían preguntar porque Minho había cambiado el hábito de despertar tarde, pues eso era simple: quería tener la seguridad de que Jisung estaba a su lado al despertar, tener la seguridad de que no se iría con Zhu y lo abandonaría.

Se sentía egoísta.

Pero quería a Sung para si mismo, ya era mucho con compartirlo con su hijo y sobrino.

Bajaron después de haberse aseado a preparar el desayuno encontrándose con su hijo dibujando en una de sus libretas de la escuela.

—¡Papá!

—Buenos días Minnie, ¿Dormiste bien?— Dijo cargando al niño.

—¡Si! Papi Han, ven, abrazo— Dijo extendiendo su izquierdo al castaño puesto que el derecho estaba envuelto en el cuello se papá Minho.

El chico se acercó y con un brazo rodeó la cintura de Minho y con el otro a su hijo. Minho aprovechó para sacar uno de sus brazos y pasarlo por los hombros del menor.

—Me gustan los abrazos familiares— Dijo Minnie.

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Habían decidido hacer algunos postres ya que los de la vez pasada se los había regalado todos Félix y a sus padres que eran grandes amantes del dulce -sobretodo Chan- para que pudieran disfrutarlos.

Todo hubiera salido de maravilla si el bowl con el azúcar glass no hubiera salido volando por un descuido llenando los a los tres de ese polvo blanco.

Normalmente se enojarían por eso.

Pero ahora sólo podían sonreír con ternura a su hijo quien estaba apenado por el accidente.

—Papi, ¿Puedo quedarme a dormir con Lixie? Ayer tío Woojin me dió permiso y Channie hyung dijo que también me dejaba.

—Claro, mientras nosotros terminamos los pasteles ve a bañarte.

—¡Gracias papi!

El menor corrió escaleras arriba para hacer lo que su papá le había dicho si entras que los otros dos chicos llenos de harina se habían quedado abajo terminando lo que habían empezado.

Minho rió y revolvió su cabello.

—Estas lleno de harina amor.

—Tu no te quedas atrás— Dijo imitando la acción del pelinegro.

—Abrazo.

El mayor extendió sus brazos como Seungmin lo había hecho esa mañana y abultó sus labios en busca de parecer tierno.

—Eres todo un caso Lee Minho.

El menor se abrazó a él escondiendo su cabeza en su pecho, se sentía seguro con los brazos de su esposo rodeandole.

—Hannie. Gracias por estar conmigo.

—Honnie. Me alegra estar contigo.

—¿Me amas?— Preguntó rodeandole con más fuerza.

—Más que a nada...— Jisung también se apegó más a su cuerpo para evitar las lágrimas salir.

Desde ayer se sentía más sencible de lo normal.

—Eso era todo lo que ocupaba escuchar— Soltó un suspiro de alivio y recargó su cabeza en la de Sung.

Si por ellos fuera, nunca se hubieran movido, pero un Seungmin emocionado por ir con su primo había llegado corriendo para unirse al abrazo.

Los dos fueron a llevarlo a la casa de su -casi- hermano. Pero lastimosamente no pudieron quedarse más, ya que habían dejado uno de los pasteles en el horno.

Llegaron a casa en cuestión de media hora y mientras Minho ponía una película Han había ido a partir aquel pastel que habían hecho con tanto esmero los tres chicos.

Estaban apunto de tirarse a descansar en el sofá y ver películas toda la tarde pero en eso Jisung recibió una llamada.

—Voy a contestar— Dijo llendo hacia la cocina.

—Bien...— Respondió no muy convencido al leer "Jefe Yi" en el nombre del contacto.

—¿Pasó algo?— Escuchó la voz de su menor hablarle la otra persona por el teléfono.

"—Ryujin me acaba de decir a donde piensas fugarte, bebé".

—No es algo que deba importarme.

A pesar de no escuchar lo que le respondían del otro lado le sorprendía que a su jefe le contestara así puesto que Han era una persona extremadamente educada -exceptuando con Bang-.

"—Debería. Mi propuesta de ir a Malasia sigue en pié..."

-¿Cuando dejarás de insistir?

"—Cuando aceptes venir conmigo".

—Necesito despejarme de todo, ¿Bien? Sólo déjame esta semana en paz, prometo darte una respuesta después de eso.

El menor no esperó respuesta y colgó un tanto exasperado porque Zhu no dejaba de coquetear con él e insistirle que se fueran juntos.

Pero por otro lado la platica que había tenido con su suegro lo llevaba a querer estar solo, alejado de todo lo que tuviera que ver con Zhu y Lee.

Pero también estaba el lado de quedarse con Minho...

Suspiró y se exaltó un poco cuando sintió unos brazos rodearle.

—¿Pasa algo?

—Problemas en la oficina...

—¿Tendrás que...?

—No— volteó y le sonrió a Lee— No me pienso ir, quiero estar contigo.

El mayor también sonrió ampliamente y se acercó a su cara con la intención de besarlo.

—Eres el mejor— Susurró sobre sus labios y luego terminó con la distancia.

Esos besos eran los más especiales, porque no importaba si estaba frustrado, enojado, triste o nervioso; siempre le hacían sentir seguro, con calma y sobre todas las cosas feliz.

You Don't Know. You Don't SufferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora