You Don't Know. You Don't Suffer

DAY 30

Cuando Jisung se casó con Minho, tuvo que darse por muerto para su familia, él ya no existía para ellos, excepto para su hermana menor, Han Soohyun.

La chica era unos segundos menor que Jisung, por lo que se llevaban mejor que nadie, claro que, para que sus padres no supieran que era Jisung, lo había apodado Minsung, juntando los nombres de la pareja.

Y así Minho jamás había sospechado que Han estaba muerto para el resto de su familia.

—¿Pasó algo, Sunggie?— Preguntó su hermana apenas entró a la casa de su hermano.

—¿Recuerdas el trato?

—Yo lo planee, claro que recuerdo.

—No estoy seguro de seguir con él.

—Yo tampoco estoy segura de que sea la mejor opción. ¿Crees que como te trata es una broma? Claramente te ama.

—¿Y si sólo es por Minnie?

—Minnie estuvo de campamento y aún así se comportó más meloso que yo cuando quiero algo, eso es demasiado incluso para mí.

—Mi vuelo a New York es mañana en la noche. Lo volví a cambiar y...aún tengo tiempo de regresarlo...pero...

—¿Tú amas a Minho? ¿Crees que él te ama de la misma forma? ¿Crees que pueden ser felices otra vez? La decisión es tuya.

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Minho ya no era consciente de que día del trato era, sinceramente lo había olvidado pues, los buenos momentos en familia no le daban tiempo, no quería enfocarse en las cosas malas, menos ahora que sabía que Jisung no se iría, había prometido estar siempre a su lado.

Él no se había enterado de la visita de la hermana de Jisung, puesto que había sido de madrugada y había despertado con Jisung a su lado como siempre.

—Hannie~ Buenos días~

Jisung estaba cansado. Se había dormido demasiado tarde y, había llorado como nunca.

Quería dormir.

—¿Estas bien Hannie?— Preguntó su esposo al ver que tenía los ojos un poco hinchados.

—Me golpeé ayer...que bajé por agua...nada grabe— Volvió a acurrucarse en el pecho de Minho para dormir un rato más.

Siempre había pensado que el olor del perfume de Minho era realmente magnífico, pero lo que completaba dicha fragancia era su olor personal, hacia que ese perfume fuera uno totalmente distinto, agradable y de una sensación cálida que llenaba de amor el corazón de Jisung.

Le gustaría poner capturar ese aroma para llevarlo consigo todo el tiempo.

Para recordar a Minho cuando esté triste o cuando sea su momento más feliz, pero pensándolo bien no lo ocupaba, porque Minho siempre estaba en las buenas y en las malas, tal como había prometido el día de su boda.

Tal como había cumplido todos estos años.

A veces no de la mejor forma, pero siempre estaba ahí.

La decisión estaba tomada.

Había considerado todo y...lo que haría era lo mejor.

Estaba seguro de que era lo mejor.

Levantó el rostro y sonrió a su esposo demostrando toda la felicidad que sentía estando a su lado.

—Te amo.

—Yo más.

FIN.

NO ES VERDAD.

UNOOOOOOO.

Que emoción la verdad.

Es la primera historia que voy a concluir, jamás había llegado tan lejos jeje~