You Don't Know. You Don't Suffer

DAY 16

La jefa de Minho era gran admiradora de Han Jisung, por lo que le propuso trabajar desde casa al mayor con la condición de que viniera los viernes y lunes para ls juntas y mantener el manejo de la empresa.

Claro que el mayor había aceptado encantado.

Mientras el menor que ya no iba tan seguido a trabajar -puesto que también trabajaba desde cas mayormente- estaba feliz porque podrían estar más tiempo juntos.

—Amor, iré a visitar a mis padres. ¿Vienes?

Después de recibir un asentimiento de Jisung los dos partieron en el auto del mayor.

Minho y Jisung estaban felices de ver a los Lee juntos nuevamente, ya que eso no había pasado mucho en los últimos dos años, y ellos se habían dado cuenta del cambio.

Cuando llegaron después de saludar Sung fué a ayudarles a cocinar algunos postres mientras Minho salía a hablar con su padre.

—¿Que tal van las cosas? Esa sonrisa me dice mucho.

—Han olvidó lo de irse, jamás habla de eso cuando estamos a solas así que, mejor por mi.

—Si de verdad se fuera...¿Lo detendrías?

—No dudaría en hacerlo.

—Lo amas mucho, ¿Verdad?

—Más que a nada, es la persona con la que quiero estar el resto de mi vida. Y se que quizá el ya no sienta lo mismo después de todo lo que le hice sufrir, pero yo me encargaré de demostrarle cada día más cuanto lo amo y que debemos de estar juntos toda la vida.

—No podrías haber tomado una mejor decisión.

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—¿Que tal va todo Jisung?

—De maravilla. Minho y yo trabajaremos desde casa, nos podremos dedicar más a Seungmin.

—Ayer estaba pensando...¿Recuerdas cuando no te queríamos?— El mejor asintió— Tu siempre te esforzaste por demostrar que eras el indicado para Minho a pesar de ser joven. Es lo primero que aprecio de ti. Cuando adoptaron a Seungmin yo pensaba que era un error, para ese entonces apenas y te aceptabanos a ti, pero tu nos hiciste ver que era lo correcto. Ahora tu tienes tu familia, nosotros somos tu familia, y estoy plenamente orgullosa de serlo.

—Muchas gracias— Han abrazó a su suegra y a la hija menor de los Lee.

—Sunggie, tu eres genial, se que ntes tenias problemas con mi hermano y me alegra que los arreglaran, lo vuelvo a ver feliz todo el tiempo y me encanta, se que él es un idiota y mucho has hecho soportandolo, eres muy fuerte.

Esas ganas de llorar que últimamente le daban tan seguido habían vuelto, pero esta vez no era de desesperación o tristeza; era de felicidad.

¿Y como no estar feliz si tenía una persona tan maravillosa como Lee Minho a su lado?

Han y Lee eran sociales, a donde quiera que iban hacían conocidos, pero al final del día solo eran ellos dos contra el mundo y protegiendo a Minnie, eso era lo que lo motivaba a seguir, la razón por la que lo seguía amando.

Porque no sólo era una cara bonita y un buen cuerpo; era talentoso, un excelente padre, cariñoso y amable, pero sobre todas las cosas, para Han era el mejor esposo del mundo.