Recompensas [Libro 1]...

¿Necesitas ayuda...?

-Mierda -Se quejó en voz baja. No solo había olvidado la toalla, también su ropa. Secó su cabello y se envolvió en la toalla. Tendría que salir así. Respiró profundamente un par de veces para darse valor y salir del baño, al encuentro de su novio, usando solamente una toalla.

-Prepare algo para cenar... -Dice el menor al escuchar la puerta, aun dándole la espalda.

-Ajá... -Respondió el mayor sin prestar atención, yendo a toda prisa a buscar algo de ropa para ponerse.

-Me ducharé pri... -Las palabras se perdieron en su garganta al ver la espalda desnuda de su novio, que buscaba algo en el armario, su vista se deslizó hasta su espalda baja, luego a la toalla alrededor de su cintura y sus piernas expuestas. Se mordió el labio pasando saliva.

Arthit no prestaba atención a lo que pasaba a su alrededor. Solo buscaba de forma ansiosa algo de ropa para ponerse, hasta que sintió unas manos posarse en su cintura y deslizarse hasta su vientre, donde se entrelazaron sus dedos, pegando la espalda desnuda contra el pecho aún vestido.

Demonios. Tarde.

-¿Necesitas ayuda...? -Preguntó besando su cuello.

-No. Muévete, quiero vestirme -Respondió algo nervioso, tratando de apartar sus manos.

-¿Seguro...? -Preguntó depositando tiernos besos en el cuello de su novio.

-Deja de jugar. Hazte a un lado -Se giró para encarar al menor-. Preparaste la cena, ¿no? Vamos a comer...

-Es lo que pretendo hacer... -Respondió con una sonrisa traviesa, antes de acercarse a besar los labios de su novio. Al parecer esa cena sería el desayuno del día siguiente.

-Eres un pervertido... -Le respondió al finalizar el beso, empujándolo un poco.

-¿Por qué...? -Se inclinó a besar su clavícula. Sonrió contra la blanca piel, sintiéndola erizarse.

-...y todavía tienes el descaro de preguntar -Dijo frunciendo el ceño, con sus manos apoyadas en los hombros de su novio.

-P'Arthit... -Dijo con ojos de cachorrito, volviendo a acercarse a sus labios.

-No... -Le dijo logrando apartarlo, dirigiéndose a la cama.

-P'... -Habló sosteniendo algo de ropa-. ¿Ya no la necesitas? -Preguntó divertido.

-Loco... -Respondió sin girarse.

-P'... -Volvió a llamarlo, al tomarlo por la cintura y comenzar a depositar besos en los hombros desnudos de su novio.

Entre besos Kong dirigió a Arthit a la cama, haciéndolo sentarse en ella, inclinándose para mantener el beso.

-P'... lamento no haberte dicho lo del departamento -Dice arrodillándose frente a él, colocándose entre sus piernas, mientras jugaba con sus dedos en el contorno de la toalla.

-No vuelvas a ocultarme nada -Responde con el ceño fruncido, tomando el rostro de su Nong entre sus manos-. O te aseguro que no volverás a poner un pie en este lugar.

Una suave risa escapa de los labios del menor, que se acerca lentamente para un beso, con una sonrisa traviesa.

Antes de que sus labios se juntaran, Arthit detuvo al más joven, colocando su dedo índice en la frente del menor.

-¿Por qué te ríes? Estoy hablando en serio -Su voz sonaba amenazante, por lo que los ojos de Kong se abrieron por la sorpresa.

Ahora era el turno del exhazer de liberar una suave risa. Jaló al menor de la playera y lo acercó para un beso lento, suave y dulce. El cuerpo del mayor sintió un escalofrió recorrerlo cuando sintió la mano del menor subir por su columna hasta colocarse en su cuello.