Recompensas [Libro 1]...

"Yo siempre pierdo..."

Holaaaaaa!!

Primero que nada, muchas gracias por hacer que estas pequeñas mini historias llegaran a 1k <3

Segundo, quiero aclarar algo, aunque en la historia dice terminada, lo puse de esta forma porque cada capitulo está como quien dice concluido, pero planeo hacer varios capítulos más hasta el final de la segunda temporada y alguna parte de Our Sky...

Tercero, espero les guste el capitulo, aunque sea un poco corto >u<

[Narrado por Arthit]

Fruncí el ceño colocando mis manos en la cadera. El muy cínico solo me veía con esa linda sonrisa a través del cristal de la puerta corrediza, recargado despreocupadamente en la silla y mesa... espera... ¿qué acaba de pasar por mi mente? Gruñí internamente, ¿es que acaso ni molesto podía dejar de pensar que ese bobo niño era lindo?

-Vamos, déjame entrar... -El sinvergüenza seguía sonriendo mientras me veía-. Si no me dejas entrar en este mismo momento juro que dormirás en la calle, ¡Kongphob! -Estaba empanzado a exasperarme. La paciencia nunca ha sido mi fuerte.

Con paciencia infinitamente molesta se acercó y deslizó lentamente la puerta corrediza. Sin embargo, siguió sin dejarme entrar manteniendo sus brazos extendidos.

-En verdad que eres molesto. Hazte a un lado, de una vez por todas -Le dije tomando una de sus muñecas para tratar de apartarlo del camino.

-No quiero -Respondió descaradamente, aprovechando mi movimiento para abrazarme por la espalda, al tiempo que sostenía mis muñecas con sus dos manos a la altura de mi estomago-. Si me das un beso te dejo entrar -Dijo con voz suave recargando su barbilla en mi hombro. ¿Es que acaso nunca puedo ganarle?

-Es mi departamento. ¿Con que derecho me prohíbes la entrada? -Le respondí tratando de sonar molesto, y que no se no se percatara de las imágenes que estaban pasando por mi cabeza. Pues solo podía pensar en el calor de su cuerpo, su respiración tan cerca de mi cuello y mejilla, su pecho pegado a mi espalda... y su entrepierna... ¡no! Tenía que mantener mi mente clara. No podía perder siempre ante él.