Capítulo 28. Un nuevo hogar

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Fui a ver la casa que mi madre había comprado y quedé fascinado, la casa era amplía, de dos niveles y lo mejor de todo ya está amueblada. Después de verla de pies a cabeza, fui al jardín, habían muchas plantas incluso hay una piscina.

Es la casa ideal para criar a un hijo. Pero entonces me entró la incertidumbre.

¿Como le haremos?

Ambos somos muy jóvenes para criar un bebé. Pero tampoco puedo dejar a mi novio y a su hijo por una estúpida inseguridad. Entonces entro mi tío y se sentó junto a mi.

- Tu mamá si se esmeró esta vez, debo admitir que esta casa si está bonita -dijo viendo hacía el jardín-, aunque pensé que te la entregaríamos cuando empezarás la universidad.

- Tío no sé si lo sepas pero me mudare aquí con Justin -revelé y este no me vio de buena forma.

- Que va, si ni siquiera han terminado la escuela -se quejó.

Si pude decircelo a mi tía creo que también puedo hacerlo con él.

- No nos mudamos solos -dije llamando su atención.

- Te llevarás a tus primos contigo, me quitarias una carga de encima -bromeó y aunque me disgustara su falta de seriedad, no podía pedirle que cambie. De lo contrario no sería él.

- Tío me muda aare con Justin y su hijo -dije yendo al grano.

Este quedó confundido.

- Recién se enteró y como su pareja debo estar ahí y ayudarlo -mi tío seguía sin hablar solo me escuchaba-, ¿crees que hago bien?, digo, no quiero dejar al hombre que amó solo porque tenga un hijo, más bien quiero ayudar más a ese pequeño que a cualquier otra persona.

- Te felicito -dijo al fin-, no muchas personas se quedan al recibir una noticia así, ya eres todo un hombre y estoy orgulloso de tí -de forma repentina mi tío me abrazó y en un leve momento sentí ese calor de padre, el buen sentimiento cuando un padre te dice que está orgulloso y no todo lo contrario.

Además mi tío Ramón no es el típico macho alfa de pelo en pecho. ¿Es masculino?, si, si lo es, pero también es blando con los seres queridos de la familia.

Nos separamos y entramos a la casa.

- ¿Ya hablaste con Justin? -pregunto y negué.

- Lo he llamado y no contesta.

- Debe de estar en shock, a su corta edad ser papá es mal visto. Además será complicado que siga la universidad, tiene muchas cosas que pensar ahora, como el mantener al bebé.

Seguía y seguía hablando y eso me molestaba, en algunos aspectos tiene razón como que normalmente ver a padres jóvenes de nuestra edad no es algo muy agradable, Obvio que eso es de la perspectiva de algunas personas.

- ¡Tío ya basta! -exclamé-, Justin será capaz de seguir la universidad y mantener al bebé, solo necesita apoyo y no sentirse abandonado.

Mi tío se quedó callado y asíntio con la cabeza.

- Perdón -se disculpó-, no quería abrumarte con esas cosas. Sabes este tiempo que estuviste en casa te has vuelto como mi tercer hijo y no tenerte en casa será extraño. Pero se que ya eres todo un hombre y tienes que tomar tus decisiones y venir a esta casa a criar junto con tú novio a su hijo es una decisión que tú ya tomaste. Adriana y yo estamos para apoyarlos en lo que necesiten dijo seguro y poniendo su mano sobre mi hombro.

- Gracias tío -dije y este sonrió.

Salimos de la casa y tomamos camino a la casa, en el trayecto intente localizar a Justin pero este no respondía, así que decidí llamar a Jessica.

Memorias de un Adolescente©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora