El constante ruido de alguien tocando la puerta de mi habitación llega hasta mis tímpanos, me cubro con una almohada que tengo a un lado de la cama para evitar el molesto ruido, pero cada vez se intensifica más y más hasta llegar un punto de desesperarme; me levantarme de la cama enfado y molesto, siento el helado piso hacer tacto en la planta de mis pies pero eso no evita que me aproxime a la puerta ver quien se tomó la molestia de perturbar mi sueño.
Con mis dedos tomo la perilla de la puerta y comienzo el intento de abrirla, pero no lo consigo, después recuerdo que le puse el seguro, en mi estado de soñoliento busco la cosita del seguro y se lo quito dándole vuelta al lado opuesto de las manecillas del reloj; Vuelvo a mover la perilla y esta vez si consigo abrir la puerta.
Lo primero que visualizo es a mi tía parada en frente de la puerta con una mirada desaprobatoria, me escanea de pies a cabeza y no dice palabra alguna, solo me observa, es algo escalofriante en cierto modo, después de unos cuantos segundos ella entabla la conversación.
— ¡Buenos días Chris! — es lo más cliché que alguien puede decir para saludar a alguien por la mañana.
— ¡Buenos días! — devuelvo el saludo por cortesía.
— ¿Ya listo para hoy? — parece curiosa y emocionada a la vez que pregunta.
— ¿A qué te refieres? — atrevo a preguntarle rascándome la parte trasera de mi cabeza.
— ¡Al día de mañana! —dice emocionada por lo que hay mañana, pero no entiendo exactamente a que se refiere.
— ¿Mañana? — le pregunto invitándola a entrar a mi habitación.
— ¡Sí! — responde sentándose al borde de la cama e incitándome a hacerlo también.
Vuelo a formular la misma pregunta ya que no entiendo a qué se refiere con "mañana".
— ¡Tía lo siento! ¿Pero no entiendo? —digo confundido y hago una pausa pequeña: — ¿Que hay mañana?
— ¡Hay cariño! — dice mientras me observa de una manera tierna
— ¿Qué? — curioseo con ella.
Lo único que recibo son risas de su parte al verme desorientado y vulnerable, decido pararme un momento y dirigirme al baño ya que las necesidades biológicas me llaman; termino de orinar y vuelvo a la habitación para seguir con la charla confuso que tenía con mi tía.
Al salir me doy cuenta que mi tía ya no estaba presente, supongo que tiene cosas que hacer; voy hasta la mesita de noche que está a un lado de la cama, tomo mi móvil para ver la hora y me percato que es medio temprano pero a la vez ya se me hizo tarde también.
Salgo de la habitación y me dirijo a tomar las escaleras cuando me encuentro con mi prima, parece algo alterada y distraída ya que noto que se puso la blusa al revés.
— Ey Zara —consigo que voltee a verme.
— Hola Chris— me devuelve el saludo.
— Llevas la blusa al revés — evidencio lo que vi mientras le señalo la blusa.
— ¡Oh rayos que tonta! — dice mientras se da un golpecito leve en la frente.
Ella en ese mismo momento se quita la blusa quedándose solo con su sostén color piel, aun chico normal le pondría incomodo ver a una chica así de expuesta, pero a mí no me sucede eso, al menos no tanto, ya que es mi prima, pero si me incomoda un poco para ser honestos; decido dejar a mi prima en su cambio de revés a derecho, bajando por las escaleras hasta llegar a la zona baja de la casa, me aproximo al comedor donde se encuentra desayunando mi primo Noah y el esposo de mi tía, saludo por cortesía y ellos me devuelven el saludo, después de saludarlos me dirijo a la cocina donde se encuentra mi tía.
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Memorias de un Adolescente©
Fiksi RemajaPortada hecha por @twfashe, una increíble diseñadora 💙💚 "El amor duele al igual que la verdad pero es mejor saber si eres o no eres correspondido" Después de haber tenido una vida casi "perfecta", Justin Clark tiene un gran secreto que trato de o...