Capítulo 23. Primera segunda vez {Parte 1}

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Chris_

Al salir del agua sentí frío, mucho frío a decir verdad, veo a mi prima algo nerviosa pero a de ser porque su hermano y su primo van a conocer al que creo es su novio.

Justin nota que tiemblo un poco por el frío y pone en modo protector, no voy a negar que me gusta que sea así pero en frente de mi familia me da mucha pena que lo haga, pero no le dicho nada respecto a eso ya eso sería pedirle que cambie y no quiero que lo haga, me encanta cuando es el chico dulce y protector sin importar con quién estemos.

Creo que me enamoré de el más de que había calculado.
Pero hay una novia que me muero por contar a los cuatro vientos; quiero que todo el mundo se entere que este hermoso y perfecto ser es solo mío y de nadie más. Aún estoy sorprendido por la noticia y creo es un sentimiento mutuo ya que el me lo pidió; se que lo quería al igual que yo, pero como él siempre decía “aun no es mi momento”.

Respecto eso, digo, todas las parejas deberían respetar las decisiones de su pareja y no sé si lo harán pero al menos yo con mi chico si lo hago. Justin se viste con su ropa cuando ya está seco y me pasa mi ropa para que haga lo mismo.

— Ten, no quiero que te enfermes —me extiende mi ropa, la recibo y camino un poco para alejarme de mis primos, Justin me sigue de cerca y me acompaña detrás de un árbol.

Me pongo primero los pantalones y siento la miraba de mi chico observando fijamente como me vestía.

— No me veas así, me da la sensación que quieres comerme —bromeo y hace una risita muy leve.

— Serías un pedazo muy sabroso —bromea también en lo que se acerca, me abraza por encima de la cintura y comienza a impartir besitos en mi cuello, lo húmedo de sus labios y el toqueteo de sus dedos por encima de la tela se siente muy placentero—, corrección, eres más que sabroso —de besar mi cuello pasa a besar mis labios.

Su sabor era algo que no se con exactitud cómo describir, simplemente que me encantaba y me volvía loco, nuestras temperaturas suben debido a nuestra cercanía y tacto, siento que mi miembro viril comienza a palmarse y de milagro no era el único, Justin estaba de la misma forma.

No pude evitar la tentación y con mi mano bajo hasta su problemita y lo sobo por encima de la tela; lo primero que sentí fue su dureza, después sentía la oleada de calor que transmitía, lo frotaba de forma suave y despacito lográndole sacar unos gemidos roncos a pesar de tener nuestras bocas juntas en nuestro apasionado beso.

Justin se atreve a inmiscuir su mano dentro de mi camisa, acaricia mis pectorales y soba mis abdominales, después con sus dedos índice y pulgar acaricia y en momentos pellizca mis pezones haciendo que estos se pongan duros.

— Justin para —pido en un respiro, ambos tenemos la respiración agitada y algo débiles—, estamos en el bosque —le recuerdo.

— Cierto —concuerda—, será mejor que vayamos con tus primos, no quiero que nos encuentren tan juntos y en este estado —comenta haciéndome recordar que nuestras entrepiernas están duras.

Justin coloca su frente sobre la mía y sonríe de forma sincera demostrándome su tranquilidad y felicidad, también sonrió y mimo un poco sus hebras castañas.

Cuando la dureza de nuestra zona viril logra disminuir Justin me toma de la mano y caminamos hacía donde habíamos dejado a mis primos. Mis dos primos y el novio de mi prima seguían hablando justo donde los dejamos.

— ¿Donde se metieron ustedes dos? —pregunto Noah notando que estábamos saliendo por detrás de los árboles y sujetados de las manos.

— Estábamos hablando de cosas privadas —contesta mi chico.

Memorias de un Adolescente©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora