Capítulo 42. Pedir favores

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Iba conduciendo hacia el hogar de Roy y Sean, sabia que ellos podrían ayudarme pero sobre todo ayudar a mi pequeño Liam, quien es lo primordial ahorita, después me encargo de poner a Chris en un lugar seguro.

Cuando llegamos estacione el mini Cooper y le llamé a Sean. Le indique que estábamos afuera y el me dijo que pasáramos.

Chris y yo nos bajamos y después se bajó Jessica.

Yo baje a Liam en mis brazos y con ayuda de Chris llevábamos su maleta con todo lo necesario. Caminamos y entramos al edificio, le indicamos que íbamos a visitar a los residentes de tal apartamento y nos dejo pasar.

Tomamos el elevador y mi tristeza comenzaba a incrementarse.

— ¿Estas bien amor? —pregunto Chris a mi lado.

Yo lo negué.

— No lo estoy, no quiero dejarlo —respondí al ver a mi hijo quien también me estaba viendo.

— Perdóname si no fuera por mi Liam no correría peligro.

— No debes pedir perdón, ustedes son los más valioso y si mantenerlos a salvo signifique tenerlos lejos, pues que así sea.

Las puertas se abrieron en el piso indicado y los tres caminamos unos cuantos pasos para estar frente a la puerta. Jessica toco y a los segundos roy abrio la puerta.

— Chicos adelante —dijo al invitarnos adentro.

Entramos muy serios y Roy lo notó.

— Sean se está duchando pero díganme, ¿sucede algo? —nos preguntó.

— Seria mejor esperar a Sean —dije cabizbajo.

— Vale, iré a ver como va —dijo Roy yendo a ver a Sean.

— Chicos estoy nerviosa —admitió Jess.

— Dímelo a mí, estoy a punto de pedir muchos favores —dije y gané una mirada curiosa de parte de los dos pero más de Chris. En eso apareció Roy y Sean.

— Hey hola chicos, ¿que sucede? —nos pregunto al ir con nosotros que estábamos en su sala de estar.

— Veras —dije nervioso—, debo pedirles un favor enorme —entonces les comente todo lo que sucedió y como están las cosas hasta lo actual y tanto Sean como Roy estaban en shock.

— Tranquilos chicos no están solos, pueden quedarse aquí si quieren —ofreció Roy.

— Gracias pero nosotros no nos quedaremos aquí con ustedes —dije y en ese momento tomo mi mano—, quiero que cuiden a Liam, quiero que protejan a mi hijo, ¿ustedes pueden ayudarnos?

— Claro Justin —afirmó Sean sin dudarlo—, nosotros lo cuidamos, no te preocupes lo protegere como si fuera mi propio hijo —escuchar eso me tranquilizó un poco sabia que ellos me ayudarían, siempre lo hacen.

— Lo cuidaremos el tiempo necesario hasta que todo terminé —afirmo Roy.

— Gracias —dijo Chris—, prometo que esto no durará mucho.

— ¿Y donde pasarán la noche? —pregunto Sean.

— No sé —admiti—, aún debo pensar en eso.

— Pasen la noche aquí —nos ofreció—, solo esta noche al menos.

— Esta bien, muchas gracias chicos —dije.

— Justin eres mi parte de mi familia y te ayudaré siempre.

— ¿Quieren cenar algo?, tengo algo de pasta y carne, ¿quieren? —nos ofreció y accedimos después del allanamiento y que casi secuestran a mi hijo, me abrió el apetito.

Memorias de un Adolescente©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora