Capítulo Especial/ Gemma y Charlie.

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NOTA: Este capítulo está contado en su totalidad por Gemma.

-No, no puedo.- Respondí al celular.- Tengo planes.

-¿Con quién?- Preguntó Emily inquisidora.

-Nadie, hoy en la noche un club cerca del parque abrirá y quiero ir.

-¿Así que prefieres salir de fiesta a ir a la librería conmigo?- Dijo con un tono falsamente herido.

-Básicamente, si.

-¡Gemma Russo!- Me reí y volteé los ojos.

-Tranquila, Em. Mañana iremos a la librería y todos somos felices.- Emily no contestó, solo hizo un sonido molesto y colgó la llamada.- Neoyorquinos. Siempre tan difíciles.

Subí a mi habitación y comencé a lanzar ropa al azar en mi cama. ¿Cómo logras vestirte bien sin parecer una puta?

Sonó el timbre y salí corriendo del cuarto para abrir la puerta.

-¿Señorita Gemma Russo?- Preguntó un hombre mayor en el marco de la puerta.

-¿Si?- Respondí dudosa.

-Tiene correo, señorita.

-¿De quién?

-El Señor...- Pero por alguna razón no oí el nombre.

-Lo siento, podría repetir lo último.- El señor no respondió y se fue dejando un sobre en mi mano.

Gemma  Russo,

Me parece que deberías estár atenta esta noche. Debes recordar que no todas las caras bonitas son confiables.

-J.

Me quedé helada en el lugar y lancé el papel en el cesto de basura. Quise creer que era un psicópata con una dirección errada, pero habia dicho mi nombre.

-Mierda, mierda, mierda. Alguien me espía.- Fue lo primero que salió de mis labios, aún parada en la sala. El teléfono sonó por toda la casa y salí de mi trance. Corrí hasta él y lo tomé antes de que colgaran.

-¿Diga?

-Deberías mantener las puertas cerradas, princesa. Es peligroso dejarlas abiertas.- Sonó el pitido que indicaba el fin de la llamada.

Sentí como mi garganta daba paso al aire y mi cuerpo se levantaba con los ojos bien abiertos.

Miré a mi alrededor. Estaba sentada sobre la ropa que había lanzado hace rato en mi cama. Debí quedarme dormida.

-Dios mío, fue solo una pesadilla.- Me dije en voz alta pasando una mano por mi frentr sudorosa. Lo había sentido tan real. Sentí el miedo y la preocupaciónción en mi pecho. Despejé mi mente y me arreglé para ir al club.

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-Ni creas que vas a pasar niñita.- Me dijo el gorila de la puerta.

-Vamos, hombre, ya soy mayorcita.

-Tu ID.- Pidió.

Resoplé.- ¿Te parezco menor de edad?

-Bueno, tu cuerpo grita que ya no eres una niña.-Respondió viendome desde la cabeza hasta los pies.

-Hazte un lado, imbécil, y déjame pasar.

-ID.- Pidió de nuevo.

-Mierda..- Mascullé. Saqué mi identificación del bolsillo y se la mostré.- ¿Ves? Tengo 19, ya soy mayor.- Se hizo a un lado y me dejó pasar al club.

You are my troubleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora