26.- Parejas disparejas.

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-Creí que solo vendríamos Charlie y yo.- Refunfuñó Nicolas.

-Podemos irnos si lo prefieres.- Dijo Madeleine acercándose a la puerta. Nicolas caminó rápido y la tomó de la mano.

-No quiero que te vayas, hermosa.- Madeleine sonrió con suficiencia y volvieron a su lugar detrás del mesón de la cocina.

Habíamos esperado nada más a Nicolas y a Charlie, pero éste le dijo a Gemma, quien le dijo a Madeleine, quien le dijo a Emily y por último había invitado a Aron. Así que estábamos todos alrededor de la cocina de James hablando.

-¿Se dan cuenta que todos estamos saliendo con alguien del mismo grupo?- Comentó Emily. Nicolas volteó los ojos y soltó una mala palabra.

-Yo no consideraría a ese.- Señaló a Aron.- parte del grupo.- Made le clavó las uñas en la mano y él sonrió tratando de no mostrar dolor.

-Es mi novio, tendrás que soportarlo, “hermanito”- Dijo Emily haciendo comillas en el aire.

-Un novio que vive en otro continente.- Recalcó el pelirrojo.

-¿Podrían parar?- Preguntó Gemma cansada.- Siempre que hablan es la misma maldita pelea y ya me tienen harta.- Todos la volteamos a ver impresionados.

-¿Pasa algo?- Preguntó, para mi sorpresa, James.

-Nada que a ti te deba importar.- Respondió fría.

-Eh, no tienes porque hablar así.- Reproché. Gemma me miró fijamente y caminó fuertemente hasta la puerta, salió y el golpe de la madera sonó en todo el apartamento.

-Yo sólo quería saber qué le pasaba.- Dijo James haciendo un puchero.

Charlie carraspeó y habló.- Se pone un poco… delicada cuando tocan el tema de que sale con alguien.

-Yo pensé que ustedes dos estaban… ya sabes… en una relación.- Dijo Emily apenada.

-No sé si esa sea la palabra exacta.- Suspiró tristemente.- Iré a hablar con ella.- Acto seguido se fue por el mismo camino que Gemma.

-Y yo que pensé que decirles a todos que habías perdido tu virginidad iba a ser lo más incómodo del día.- Susurró James cerca de mí, pero no lo suficientemente bajo para que los demás no escucharan.

Los ojos de Madeleine se abrieron de par en par y la boca de Emily cayó hasta formar una gran “O”

-¡James!- Golpeé su cabeza. Se encogió de hombros y besó mi mejilla.

-Lo lamento, fue totalmente mi intención que ellos escucharan.- Dijo con suficiencia.

Nicolas se acercó a él  y palmeó su hombro.- Bien hecho, hermano. Pensé que tendríamos que drogarla para que llegaras a ese punto.

-¡Nicolas!- Gritó Madeleine.

-Dime, cariño.- Respondió tranquilamente. Ella bufó y le lanzó una manzana que tenía en un plato cercano. La manzana le dio en la frente y el lugar donde golpeó comenzó a tomar un color rojizo.- ¡Maldita sea, Made! Tienes puntería…

-Gracias.- Sonrió y nos susurró a mí a Emily.- Le traté de dar en la entrepierna, no en la frente.

Reímos y por primera vez en un tiempo Aron habló.

-James, amigo, ¿tienes un cigarrillo?- Preguntó. Emily escupió el agua que estaba tomando y mojó las frutas del plato.

-¿Fumas?- Le preguntó. Aron la tomó de la cintura y la abrazó por los hombros.

-Sólo de vez en cuando.- Volteó a ver a James de nuevo y movió la cabeza.- ¿Tienes uno?

James negó y me quedé sorprendida cuando respondió.- Hace un mes que ya no fumo.

You are my troubleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora