El Tiempo Lo Cura Todo...¿Verdad?

Somos como siempre

Venecia.

Phoenix me empezó a guiar por el sendero de regreso, sin hacer mucha platica, sólo disfrutando del paseo y señalándome ciertos lugares dando pequeñas descripciones.
El día había aclarado un poco haciendo que los árboles por los que pasábamos dejarán filtrar unos finos rayos de sol.

Llegamos al pequeño bosque de Sherwood... para ser más específica, donde conocí a Ethan.
Caminamos un poco más hasta una banca, el resto del lugar estaba vacío exceptuando a un chico al fondo usando su laptop.

-El nombre fue una broma de los antiguos estudiantes de literatura, como ayudaron a la plantación de este lugar también decidieron el nombre, y así se quedó.

- ¿Todos hacen eso? Ósea, dejar alguna marca a final de año.

-Algunos sí, es algo más opcional pero que la mayoría hace. En lo particular no me interesa mucho, es una actividad grupal algo pesada.

- ¿Acaso no te gustaría dejar algo aquí cuando termines?

-No le veo gran importancia, dudo que alguien se detenga a verlo en detalle, suficiente con mi fama de hijo del director, no necesito más atención, aunque me gustaría a veces no ser conocido solo por el asocial hijo del director.

-No eres un asocial.

-Si tú lo dices, pero le puedes preguntar a cualquiera y te dirá lo mismo de mí, ya me he acostumbrado, pero es algo tedioso.

- ¿Y porque no socializas? bueno, no soy el mejor ejemplo para decirlo.

-No me interesa, no he tenido las mejores relaciones con personas en el pasado, pero no es historia que contar.

- ¿Entonces porque hablas conmigo? Te contradices con tus palabras.

-Porque tú eres Venecia, y sé que puedo confiar en ti- ¿a qué viene eso? - eres igual que cuando éramos pequeños, así que me siento cómodo contigo- no pude evitar reírme- ¿acaso es chistoso? Se que suena cursi, pero es así.

-Perdón perdón, sólo pensaba que es divertido escucharte decir eso, dices que soy igual que antes como si fuera un espécimen diferente al tuyo, pero yo también te veo como siempre, uno que otro detallito talvez, pero puedo seguir viendo a mi amigo, y si, si tú eres cursi yo también lo seré.

- ¿Enserio te lo parezco? Yo creo que soy muy distinto.

-Eso es lo que te parece a ti, pero desde que te volví a reconocer siento que nada ha cambiado, puede que con otras personas te sientas diferente, pero conmigo eres igual de cálido, solo piensa que estuvimos corretearnos ayer ¿acaso no es eso muy infantil de nuestra parte? - Phoenix escuchaba atentamente a lo que decía como si por fin se diera cuenta de lo que hizo- ¿o acaso te forcé a hacerlo?

-Creo que no.

- ¡No lo hice! Fue idea tuya, mi punto es que, yo continúo viéndote como siempre, el divertido, extraño y exagerado de 8 años.
Entiendo que no te guste pensar en eso por obvias razones, pero sé que en el fondo sigues siendo tú, aunque lo intentes ocultar.

Con esta conversación siento que talvez libere un poco de emociones.
El me a consolado mucho pero no estoy segura de que yo sea tan buen apoyo emocional, intento mantenerme positiva al respecto o volveré a llorar.
Después de un momento en el que él estuvo meditando con su habitual cara sonrió.

-Supongo que es una forma de verlo ¿pero me ves raro y exagerado? Eso le duele a mi orgullo.

-Lo digo en el buen sentido, puedes ser tan extraño como gustes.

-Entonces no me contendré, mi madre adoptiva me ha transmitido mucho de su dramatismo durante estos años, así que suerte en aguantarme- ¿Es malo que piense que se ve adorable?
Es como si a un niño pequeño le dieras permiso de cualquier cosa he intentará ocultar su emoción.