Recapitulando un desmayo

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Phoenix.

Después de ese incómodo "accidente" mi mamá se robó a Venecia y se la llevó a la cocina para hablar con ella a solas, según dijo quería hablar de cosas de mujeres y que luego nos llamaría, papá y yo fuimos relegados al salón.
El miraba las noticias mientras yo fingía no estar sorprendido, lo cual se me da bastante mal, al final opte por preguntarle.

-Parece que hubo un robo la tienda de zapatos ¿increíble no? hoy en día pasan unas cosas.

-No me refería a eso ¿qué hace Venecia aquí?

- ¿No es claro hijo? tu madre la invitó a almorzar, le pedimos que no te dijera nada así que no la tomes contra ella, sólo era una bromita- una bromita que me había estado amargando la mañana.

- ¿Que está planeando mamá?

-Eso no lo sé, por algo me mandó también aquí contigo, no tengo idea de que están hablando, Por cierto ¿a qué se refería tu madre a eso de que estas enamorado?

-Nada papá, inventos de ella.

-Si tú dices- volvió la mirada al televisor, pero me miraba de reojo de vez en cuando- hijo, sé que estas curioso así que te concedo el ir a espiar, si te pillan usa el pretexto de que yo pregunto por la comida, sólo intenta no delatarte tanto- me guiño el ojo y regreso la atención a las noticias.

Dudaba si hacerle caso, no quería parece un acosador ni nada por el estilo y ya de por sí tenía el título de celoso tatuado en la frente, pero no lograba mantener a raya esta curiosidad. Espere algunos minutos, pero no pude contenerme así que disimuladamente fui a la cocina sin entrar a ella ocultándome en una de las paredes dé división, aunque intentaba agudizar el oído sólo escuchaba el murmullo de sus voces.
Ya sin información de esa forma decidí entrar.
Entre más rápido termináramos más rápido podría hablar con Venecia.
Fingí mi mejor cara de despreocupado para no delatar mis nervios al entrar en la cocina.

-Mama, papá pregunta si ya está la comida- analice rápidamente la escena, ellas hablaban animadamente sentadas en la isla de la cocina, Venecia parecía estar secando unos vasos con un mantel.

-Dile que me de cinco minutos, ya estoy por de servir y estoy en medio de una plática muy interesante, luego te la dejo no te preocupes.

-Bueno, me voy, si me ocupas estaré en la sala.

- ¿Sabes? mejor quédate y ayúdame, Venecia me está ayudando con los vasos ¿puedes traerme los platos de atrás por favor?- antes si quiera de poder llegar a los platos sentí un desbalance en mi andar y me tropecé con algo, logre evitar caer encima de Venecia por unos centímetros- ¡Hijo, casi aplastas a mi visita! hoy estas muy despistado- sabía que estaba fingiendo, ella estaba justo delante de mí cuando me caí y ni siquiera hizo el intento de agarrarme, aparte de que en el suelo no había nada aparte de los zapatos de mi mamá.

¿Que está planeando?

-Disculpa mamá, disculpa Vene, estoy un poco distraído- tome rápidamente los cuatro platos y los puse en la isla- si me necesitas estaré afuera- salí de ahí algo apresurado, me sentía demasiado avergonzado, aunque no fuera mi culpa, prefería desaparecer de la risa contenida de Venecia por un tiempo, me fui a la sala y me senté al lado de mi papá.

- ¿Mamá siempre ha sido tan complicada?

-Si te refieres a que tu madre hizo algo extraño, sí, siempre ha sido así.

-Esto está fuera de mi capacidad- No tengo suficiente información como para decir que eran complicadas, siempre que estaba con Venecia sentía todo tan normal y tranquilo que nunca había pensado en eso, pero justo ahora me siento en un enigma, me agota demasiado mentalmente, talvez sólo le estoy dando demasiadas vueltas a algo muy simple, algo que desconozco y luego tendré que hablar con mi mamá de nuevo.

Puedo decir que el resto del día fue bastante tranquilo, no hicieron ninguna pregunta que fuera alarmante ni nada muy dramático, se comportaron como unos padres promedio, en cambio a Venecia la vi bastante más tímida de lo usual, hasta su voz sonaba más dulcificada, talvez fuera por conocer a mi madre o encontrarse en esa situación, era la primera que vez que veía esa sensación de timidez en ella, usualmente su cara daba una expresión muy apacible y solo algunas veces un poco nerviosa.

El Tiempo Lo Cura Todo...¿Verdad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora