Señora acumuladora de recuerdos

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Venecia.

La señora Williams es una mujer demasiado increíble, desde que llegué a su casa me atendió como si hubiera llegado la reina de Inglaterra, en parte estaba nerviosa, quería causarle una buena impresión y en especial ahora viendo la gran mujer que era.
No puedo describir a detalle lo agradable que resulta, físicamente es hermosa y conserva muy bien su cara a pesar de los años, cualquiera que no conociera que es madre adoptiva de Phoenix podría decir que era su madre biológica sin ningún problema, el mismo cabello rubio cenizo, piel blanca con unas pecas muy suaves, sus ojos azules grises claros, y su altura de talvez uno sesenta que se balanceaban con su carismática y amable sonrisa. La hacían tan atractiva y agradable, también parecía disfrutar burlarse un poco de Phoenix lo cual hace que me agrade aún más.

Prácticamente me acaparó para ella misma llevándose a parte a la cocina para hablar conmigo, no había tenido suficiente tiempo para admirar la hermosa expresión de mi víctima.
Parecía estar muy emocionada de tenerme en su casa, y he de decir que era muy acogedora, donde sea que viera había algún adorno puesto con el más fino sentido de la belleza, y habían muchísimos, la mayoría parecían ser hasta reliquias antiquísimas, según me dijo, gracias a su trabajo en el museo solía observar por muchas horas un artilugio buscando detalles y otras cosas, hasta que al final cuando ya terminaba se encariñaba tanto de ese objeto y no podía evitar hacer una copia en yeso o escanearlo en papel para llevarla a su casa, de esta forma ella tenía un mini museo dentro de su propia sala de estar.
Pequeñas estatuillas de personas, cuadros enmarcados que aprecian haber sido pintados originalmente en madera o en piedra, animales pintados con color cobre, pequeñas vasijas de yeso pintadas, etc., tenía que aguantar el impulso de sacar mi teléfono y tomarle fotografías a todo.
La cocina igual tenía decoraciones de este tipo pero eran bastante menos, aunque habían varios imanes de figuras pegados al refrigerador sosteniendo algunas fotografías o dibujos antiguos.

-Mi esposo me dice que soy una acumuladora compulsiva, esos dibujos son de hace más de siete años pero soy incapaz de guardarlos en una carpeta y que nadie los admire, en especial este de aquí, fue el primer dibujo que hizo Phoenix cuando se mudó con nosotros.
Él siempre dice que no le gusta recordar cosas del pasado pero por más que el piense que no quiere recordar su vida yo me encargo de dejar huellas de buenos momentos, este dibujo, esas figurillas de plastilina casi petrificadas, la fotografía de su graduación de escuela, y aunque no pueda ponerlo físicamente siempre recordaré la primera vez que me llamó mama...consideró que los objetos que uno guarda no son iguales a que los expuestos, cuando guardas un objeto guardas el recuerdo que viene con él, uno oculta los malos y habla de los buenos, algo así siento que funcionan los adornos, guardamos los que no tienen gran importancia o que no queremos que nadie vea y dejamos en la repisa el cisne de cristal que te dio tu esposo en su primer cita o la muñeca de cuando tenías tres años, ya que te gusta recordar y mostrar ese momento, por lo tanto me considero una acumuladores de recuerdos ¿qué cree usted Venecia?

-Pues...- me había dejado sin palabras, hablaba con mucha fluidez y seguridad pero con ternura y amabilidad- su filosofía de recuerdos era muy interesante, me recordaba al trabajo de asociar imágenes a las emociones que nos había dejado la profesora Lovelace, aparte de que el hablar de Phoenix de esa forma lo hacía mucho más fácil de comprender, si el guarda todo su pasado encierra también sus momentos felices, actualmente veo que saca de ese baúl algunos momentos, si no, yo también estaría encerrada ahí como un triste recuerdo- Bueno, me parece muy acertado, nunca había pensado en eso con profundidad, pero creo que ciertas imágenes están estrechamente relacionadas a los sentimientos al mismo tiempo que a los objetos físicos, lo cual hace en conjunto una extraña experiencia de memorias y sentimientos por un simple objeto.

-Veo que es una persona sentimental igual que yo, intento comprender al humano basándome en esto, su relación sentimental con recuerdos y objetos físicos, es una teoría que me gustaría profundizar un poco, pero bueno, tampoco la tengo muy desarrollada y no me gustaría desperdiciar este valioso tiempo sólo divagando en mis hipótesis, dame un segundo término con la comida y seguimos hablando, puedes pasearte por donde quieras, están en tu casa.

El Tiempo Lo Cura Todo...¿Verdad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora