¿Rumores?

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VENECIA.

-Tu estas muerto, lo has estado durante diez años.

-... -Su silencio dolía mucho, esto era una gran pesadilla combinada con un sueño.

-Seguramente me volví loca y cree una imagen de ti para reconfortarme- busque el sentido de esto, aunque no estaba segura de un pimiento en este momento.

-si lo fuera ¿no crees que sería un niño de ocho años? No creo que un muerto pueda crecer hasta los dieciocho ni en la imaginación.
¿Qué quieres para ver que soy real? pide lo que quieras que yo lo haré- estaba totalmente decidido, me mordí la lengua, no tenía forma de escapar de la misma conclusión.

-Si no estás muerto ¿porque nunca me llamaste? después de lo que paso sentí ganas de morir al menos un: ¡hola Venecia solo llamaba para decirte que estoy vivo! - siento unas extrañas ganas de abrazarlo, llorar y golpearlo al mismo tiempo.
Y ahora recordar todo ese tiempo en que me martirice por no poder disculparme me ponía de peor ánimo.
Se paso la mano por su cabello rubio cenizo.

-Cuando peleamos dijiste que no me querías volver a ver, supuse que estarías enojada conmigo aun así que no pensé en que te fuera a afectar, solo... no quería preocuparte.

-Tenía siete años ¿enserio crees que estaría enojada contigo toda la vida? ¡deseaba en lo profundo de mi alma disculparme! - los recuerdos se proyectaron en mi cabeza como una película ¡cómo iba a estar enojada contigo! ¡Siempre quise volver a verte, jamás te pude olvidar!
Quería decirle todo eso, pero no salía de mi garganta, incluso sentía una molestia para respirar, el siguió contando la historia.

-Pase tres meses en coma, otros tantos en rehabilitación, etc.- dio una pausa, seguramente lo pasaba tan mal como yo, o incluso peor- en ese momento solo decidí Borrar ocho años de mi vida y empezar de cero, pensé que no te haría falta.

-Idiota, nunca logre recuperarme del todo, siempre tuve miedo de que alguien a quien apreciaba se fuera a ir sin decir nada, y en especial sentía que había sido mi culpa...- Se acercó para estrecharme en sus brazos, su calidez me reconfortaba, nunca me he sentido tan llorona en mi vida.

-Pequeño palillo chino- me llamó susurrando en mi oído- Ese era mi antiguo apodo, nada corto ni elegante, pero me removía mis recuerdos de buena forma.

- ¿Si, muñeco de cartón? - respondí con su apodo, el de él surgió cuando él se hizo una armadura de cartón para "proteger" a la princesa palillo chino, aunque parecía más un robot ahora que recuerdo.
Reímos por lo bajo aún abrazados, llevábamos años sin escuchar eso el uno del otro.

-Vene, sé que esto es demasiado repentino para ambos, pero no podemos hablar aquí, aunque es día libre tus compañeras se preocuparan ya que no regresaste.

¡Tenía razón! también tenía que llamar a mis papas para dar mi reporte diario, no le iba a decir: anoche en la fiesta me encontré a Gael, mi mejor amigo que murió, me puse a llorar y por accidente tome un trago de wiski, me desmaye y cuando desperté estaba en la cama con él...ya sabes, lo típico. Claramente no iba a decir eso.

Un segundo... ¿dormí con Gael?

¡¡No no no no no no no NO!! de repente sentí su cercanía muy incómoda, él se dio cuenta ya burlándose de mi con su sonrisa timida.

-Tranquila no te hice nada mientras no estabas en este mundo, fui yo quien corrió más peligro.

¿Ahora que hice?

Aprecie mejor mi alrededor, la habitación estaba ordenada, mis zapatos en una esquina puestos con cuidado, mi vestido estaba en el perchero en perfecto estado, gracias a Dios, si no Daniel me mataba.
Al ver el vestido colgado entre en miedo, rápidamente dirigí la mirada a mi cuerpo esperando no estar en ropa interior.

El Tiempo Lo Cura Todo...¿Verdad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora