Te quieros voladores

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Venecia.

Al salir de la oficina Phoenix me estaba esperando en el mismo lugar donde lo había dejado, su mirada de sorpresa fue muy grata, después de toda esa triste historia verlo sonreír me reconforta mucho.

-Vene ¿cómo te fue? Ya llevabas más de media hora ahí ¿mi papá no te asusto verdad? - Sin que él lo esperara salte hacia el casi dejándolo caer, lo abrace con todas las fuerzas que tenía, mis brazos hasta empezaban a doler, él se retorcía un poco para que lo soltara.

- ¡Te quiero mucho Phoenix! ¡mucho, mucho, mucho! - el dejo de forcejear para miraré a la cara, estaba rojo de repente.

- ¡Vene a que viene eso?

-Solo necesitaba decírtelo- lo volví a abrazar y me quedé pegada a su brazo, sabía que lo estaba incomodando y me daba gracias ver su cara contrariada, yo nunca soy tan afectiva, me es imposible porque si lo hago empiezo a llorar, pero en este momento las estoy conteniendo.

- ¡papá que le hiciste a Venecia, se volvió loca! - abrió las puertas de la oficina aún conmigo pegada como chicle.

-Yo no hice nada, talvez ahora si te bañaste y quiere estar cerca de ti.

-¡¡Papá!!- No sabía que el director era tan bromista como mi papá.

-Bueno bueno, me disculpo, no siempre tengo la oportunidad de molestarte ¿podrías pasar un rato? quiero hablar contigo un momento a solas.

-Está bien ¿Vene nos vemos después de clases?

-bueno, estaré por el edificio de arte, recuerda que tenemos detención.

-Cierto, no me acordaba, nos vemos después entonces- Phoenix, entró a la oficina dejándome sola. Me siento tan contrariada por todo lo que pasó, no tenía idea de que la había pasado tan mal, lo poco que había escuchado no se comparaba para nada con la historia completa, ahora Phoenix me parece más apretujarle y abrazable que nunca ¿Desde cuándo había sido tan adorable?
Me fui rápidamente a mis clases particulares.
Sólo iba unos minutos con retrasó así que supongo que no tendría muchos problemas. hoy tocaba en el aula de dibujo, la profesora Lovelace siempre planeaba algo diferente.

-Buenas tardes, disculpe el retraso.

-No se preocupe señorita Venecia, Elanna la excuso, sabía que vendría un poco tarde, por favor siéntese, y que Elanna le expliqué el trabajo de hoy.

-Si profesora, disculpé nuevamente- fui rápidamente donde Elanna que estaba ya trazando líneas, al verme, sus tristones ojos grises se alarmaron.

- ¡Venecia! ¿todo bien? ¿pasó algo malo al final con el problema de Charles?

-No te preocupes, todo salió bien, sólo tengo detención después de clase con Phoenix.

- ¿Ustedes dos solos?

-No sé si hay alguien más, pero si te refieres a Charles él va a limpiar los baños, así que no te preocupes que todo volvió a la normalidad.

-Venecia quiero disculparme.

- ¿Por qué?

-Bueno... Charles ya me había molestado en momentos anteriores y Phoenix me había ayudado con ello, por eso le tiene un poco de riña a él y a mí, y creo que te llevo de encuentro.

-No tienes por qué disculparte, yo tenía ya uno que otro mal encuentro con él, y este fue el último, no te preocupes ¿sí?

-Gracias- su tímida sonrisa apareció detrás de su largo cabello blanco.

-Por cierto, la profesora dijo que habían empezado a trabajar ¿qué tengo que hacer?

-Bueno, es un poco rara la temática, tenemos que dibujar cuatro cosas diferentes, cada una debe representar una emoción diferente: felicidad, tristeza, enojo y sorpresa, tienes que dibujar lo primero que se te ocurra al pensar en una de estas emociones, el trabajo se entrega la otra semana así que hoy podemos mostrar sólo una.

El Tiempo Lo Cura Todo...¿Verdad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora