Capítulo 24

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20 de mayo de 2017

CHANYEOL

No entiendo como pasamos de ser tímidos y contemplarnos a 3 metros de distancia, a comernos a besos a en la barra donde dejamos las pizzas. Al parecer el deseo es acumulativo.

Lo amaba. Lo besaba. Lo amaba y lo besaba al mismo tiempo. No tenía una jodida idea de si lo estaba haciendo bien, pero lo que me hacía sentir, ver, escuchar me hacía sacar chispitas por todos lados. Incluso por aquel lugar en el que jamás pensé que mi deseo por Kyungsoo se materializaría, siempre lo vi como alguien especial, más allá de los placeres y los sentimientos carnales, pero en el segundo que me tomó del cuello y me estampó contra sus labios, se había encendido aquel foco incandescente.

Era tan suave y tan fogoso a la misma maldita vez. Y sentía que no iba querer detenerme. No quería detenerme. Iba a besar a Kyungsoo hasta que se me cayeran los labios, por Dios que lo haría.

Kyungsoo tenía dos poderes, el primero, parar el tiempo con sus besos, el segundo, despojarme de cualquier neurona que me quedara. Me volvía loco y me entorpecía, lo único que podía hacer era corresponder a sus (muy satisfactorios) besos y tomarlo de la cintura para acercarlo más porque quería acercarlo más... Y perderme entre el sabor y la textura de sus labios y su lengua acariciándome lentamente.

Gracias a Dios, o al destino, se escucharon unos ruidos fuera de la pizzería, lo cual hizo que ambos nos detenieramos y salieramos de ese maravilloso-es-poco trance. En pocos segundos escuché la voz de
Sunny. Mi jefa, quien tiene un carácter de los mil demonios y que nos iba a descuartizar si nos encontraba adentro. Tomé a Kyungsoo de la cintura y lo bajé de la barra, le pedí que guardara silencio poniendo un dedo frente a mis labios.

Y qué bueno que no debíamos hablar porque no creía ser capaz de articular una palabra. Ni siquiera una de dos sílabas.

Acerqué mi cabeza hacia la puerta y cuando noté que estaba libre, le pedí que me siguiera, tendríamos que salir por la puerta de atrás y huir (de nuevo) en la motocicleta. Llegó dos segundos después y sonrió. Estaba listo para seguir teniendo patoaventuras a mi lado. Y yo no lo iba a dejar ir. Que me parta un trueno si lo dejo ir.

[...]

Esta vez manejé más despacio, porque Kyungsoo tarareaba una dulce melodía en mi espalda. Se sotenía de una forma tan hermosa, todo lo que hacía lo hacía tan bien. Incluso besar. Kyungsoo besaba absolutamente mejor y superior que todos los besos que he tenido en la vida. Los que he visto en la tele y los que me he imaginado.

Observaba la noche estrellada y agradecía al cielo por permitirme vivir está experiencia. No sé si mañana vaya a despertar y todo esto haya sido un sueño, pero si es así, ha sido el mejor de mi vida.

Kyungsoo dijo que no podía regresar a casa, ya que no le había dicho a su madre que regresaría. Preguntó si podía quedarse conmigo con el rostro más tierno y dulce, al que no me pude negar, a pesar de que en mi casa, corríamos peligro. Sólo quería pasar el mayor tiempo posible a su lado, sentía que si lo dejaba ir ahora, este Kyungsoo, tan dulce, tan puro y tan bello, se esfumaría como hace algunos ayeres.

Subimos por la parte trasera del jardín, era difícil subir a la segunda planta de mi casa, pero no era imposible. Yixing lo había logrado como 4 veces y una de esas, drogado, así que no representaba ningún desafío.

Una vez que me encontré arriba, completamente dentro de mi habitación le tendí la mano para ayudarle a ingresar. Ahora él estaba en mi recámara, como yo lo estuve en la suya hace algunos meses.

KYUNGSOO

¿Era normal que me emocionara por estar en su habitación? Estoy más que consciente que eso suena a la personalidad vacía de chica de colegio de paga, ilusionada con el amor, pero no me importaba.
Era un museo, cada espacio, cada mínimo detalle y adorno decía "Chanyeol" por todas partes, los pósters de astronomía sobre la pared superior del escritorio. La alfombra color azul que combinaba con el gris de la sábana. En la cama percibí un rilakkuma entre las almohadas que me hizo soltar una pequeña risa. Lo alertó y comenzó a correr por toda su habitación, acomodando el cesto de ropa sucia, cerrando el closet que vomitaba ropa y despejando el camino lleno de zapatos para que pudiese avanzar.

Why We Can Not Be Together? [ChanSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora