Capítulo 5

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21 de noviembre de 2016

CHANYEOL

Oh Sehun resultó ser una fichita tal y como lo pensábamos. Efectivamente, escondía secretos tan severos que quizá nunca hubiese podido imaginar, y aunque no era un dato alegre así era como se escuchaba Baekhyun al teléfono.

¿Puedes creer que le es infiel a Irene? ㅡpreguntó dejándome pasmado. Ella era una chica muy adorable y linda, realmente no encuentro ningún motivo suficiente como para que Sehun sea capaz de esoㅡ. Dios, es un canalla de primera.

ㅡEspera... ¿cómo supiste todo eso? ㅡpregunté escéptico. Quería suponer que teníamos algo que sustentara esos hechosㅡ. ¿Hay alguna prueba? ㅡinquirí tratando de que mis palabras fuesen inaudibles para los que estaban a mi alrededor. Me habían citado para las 5 de la tarde en la pizzería de Sunny, la novia del hermano mayor de Baekhyun y en cualquier momento confirmarían si estaba dentro del equipo de trabajo y me harían entrega de algún uniforme o cosas así.

ㅡQue si tengo pruebas... ㅡdijo desafianteㅡ. ¡Por supuesto que las hay! Sólo que involucran a alguien más ㅡdecía medio preocupado por lo que pudiese suceder, las vidas que pudiésemos afectar y los sentimientos que pudiésemos herir. Lo escuchaba claramente confundido, sabía que estaba cuestionándose si debíamos seguir con el plan o no.

ㅡA ver, Baekhyun. ¿Podemos pisar la cola de reptil de Sehun ¿o no? ㅡtraté de sonar duro. No iba a dejar que su noble corazón terminara con nuestra búsqueda de justiciaㅡ. Es lo único que importa. Si él paga, los demás no interesan.

Pero es que tú no entiendes... se trata ㅡtuve que colgar porque la que podía ser mi futura jefa estaba por anunciar quien se quedaba con el puesto.

Cuando tenía 7 años solía pensar que si estudiabas, terminabas el colegio. Si trabajabas duro, obtendrías un buen salario, y parece algo lógico ¿no? A esa misma edad también comía pegamento en barra lo que nos deja en claro lo estúpido que era cuando era niño.

La vida no es tan sencilla como a uno le gustaría, hay que vivir momentos que a ninguno nos agrada, como por ejemplo el ser rechazado al solicitar un empleo. Graciosamente me escogieron a mí en lugar de otros dos chicos, cosa que espero haya sido por mérito propio y no por ser amigo del cuñado de la dueña. Como sea, los perdedores salieron de ahí con lágrimas en los ojos mientras yo tarareaba We Are The Champions de Queen.

Desde ese momento iba a trabajar para la pizzería Valentino's. Era una pequeña microempresa, pero se daba los lujos de comprar una motocicleta y dársela al primer tonto que encontraran. Ahí era donde yo desempeñaría el papel adecuado.

Entregar la pizza no era la gran cosa, ni mucho menos cobrar, lo único a lo que no me acostumbraba, era la presión que sientes al estar tras un volante o como sea que se llame eso que tienen las motocicletas, estar al pendiente de todas las situaciones que se puedan presentar en la carretera y digo esto suponiendo que sea así, porque ni siquiera pude arrancarla. Sunny vio mi inexperiencia en el campo.

ㅡ¿Solicitaste el puesto de repartidor y no sabes manejar una motocicleta? ㅡpreguntó incrédula. No sabía qué hacer, estaba quedando como un imbécilㅡ. Como sea, entrega estos pedidos y trata de no chocar o estarás despedido ㅡamenazó antes de entrar de nuevo a la pizzería, pero no tenía miedo de ser despedido.

Igual ya no iba a necesitar el dinero si moría hoy.

[...]

Quizá no soy el mejor repartidor de pizzas y me equivoqué con una solamente. Está bien, con las primeras cinco, pero en mi defensa, apenas llevaba seis y la noche parecía ser muy larga.

Why We Can Not Be Together? [ChanSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora