Ellos no saben de nosotros. -(Cancelada) Josh Hutcherson & __________ -Daany

Capítulo 8

Capítulo 8 

Finalmente llegamos al bosque, había tiendas de acampar y chicos. 

–Mira ___, estos dos idiotas de acá son mis amigos, Daryl y Carl. –dice señalando a dos chicos que no parecían muy inteligentes. Les sonrío. 

–¡Hola linda! ¿Cómo te llamas? –me pregunta uno que pienso que es Daryl. 

–___. –dije. 

–Oh, yo soy Daryl. –se pone de pie y toma mi mano. Le da un suave beso y me sonrojo. 

–¡Eh! Basta de cursilerías Daryl. –dice Nathan. 

–¿Por qué? ¿Es tu novia? –le pregunta y por alguna razón me sonrojo. 

–No, pero estás ebrio. –dice. –Y ni siquiera llevas aquí una hora. –Daryl bufa y va con el otro… Carl. 

–Vaya, yo ni siquiera noté que estaba ebrio. –dije riendo. 

–Es buen actor. –dice Nathan sonriendo. En eso, veo a una chica saliendo del lago. Traía un bikini y era… atractiva. De seguro le ha de gustar a Nathan. Se enrolla en una toalla y viene para acá. Me ve y sonríe. 

–Hola. –dice. En eso escucho que Daryl se pone a cantar. La chica los voltea a ver y ríe. –Dejo un segundo a Daryl solo y ¿ya está ebrio? Ay Dios mío. –ríe y nos mira. –Hola Nathan. 

–Hola. –dice y la chica se le queda viendo. Como esperando a que me presente. –¡Oh! Sí, ella es ___. –dice señalándome. 

–Un gusto. –me extiende la mano. Esperando un saludo. Le doy la mano y nos damos un apretón. Creo que ella es amable. 

–Y… ¿cómo te llamas? –le pregunto. 

–¡Uy sí! Casi lo olvido, me llamo Sarah y soy amiga de estos tres tarados. –dice ella refiriéndose a los chicos. 

–Genial. Yo solo soy amiga de Nathan. –dije y Daryl había llamado a Nathan, así que nos dejo a Sarah y a mí, solas.

–Oh, genial. ¿Quieres ir al lago? 

–¿Para qué?

–A nadar… –dice obvia. 

–Sí pero no… es solo… solo que… –tartamudeo. 

–¿No sabes nadar? –me pregunta. 

–No, si sé, pero… hay… chicos… –dije nerviosa, ella ríe.

–No importa, ellos no te dicen nada. –dice y en eso llega Carl y le da una nalgada a Sarah. Río y Sarah se pone roja. – ¡Carl! ¡No lo vuelvas a hacer o te va a ir mal! –dice cabreada. 

–Uy, que malota. 

–Cállate tarado. –le dio un golpe y él se fue adolorido. 

–Ves por lo que no quiero ir a nadar. –le dije y ella río. 

–Son hombres, no importa, aparte no son tan pervertidos con chicas que apenas conocen. 

–¿En serio? 

–En serio. –dice y me pongo dudosa. 

–Es que me da pena. –digo. 

–Anda, date un chapuzón. Aparte el agua está deliciosa. –dice dejando la toalla y corriendo hacia el lago. Se da un clavado y comienza a nadar. 

Bueno, no sería tan malo. 

Fui a una tienda de acampar. Me cambié sigilosamente, para que los chicos no me vieran. Elegí el bikini negro. Salí y veo que los chicos están allí. 

¡Qué vergüenza! Comienzo a caminar y veo que Daryl me mira boquiabierto. Pervertido. 

Voy al lago y Sarah me ve. 

–Oh, aquí estás. Ven, salta.

Doy unos pasos lentos y finalmente salto. 

El agua estaba tibia, así que estaba bien. 

Fue muy divertido estar allí. Sarah es una gran nadadora. Me dijo que pronto habrá un torneo de natación y me quiso invitar. Allí estuvimos un buen rato hasta que se oscureció. El agua se había puesto muy fría y yo me estaba helando. 

Los chicos hicieron una fogata y nosotras nos vestimos.

Cuando salimos, Nathan y los chicos platicaban. 

Nos sentamos y comencé a calentarme con la fogata. 

Aquí hace mucho frío por las noches. 

–¿Quién quiere una cerveza? –preguntó Carl. 

–Yo. –dijeron Sarah y Daryl al mismo tiempo. Carl se las dio. 

–¡Pásame una! –dijo Nathan. Carl lo hizo y me miro. 

–¿Quieres una ____? –preguntó. 

–Eh… –decía pero Sarah me interrumpió. 

–Sí, dale una. 

Carl me la aventó y sonreí nerviosa. 

La abrí y le di un sorbito. No está mal. Cuando me la 

terminé, la tiré. Carl me miró. 

–¿Quieres otra?

–No, mejor como malvaviscos. –dije abriendo la bolsa. 

Me había mareado, así que no quise otra cerveza. 

Tome una rama y puse el malvavisco en ella. Situé la rama en el fuego. Cuando el malvavisco ya estaba muy caliente. Me lo meto a la boca. Delicioso. 

Los chicos dejaron la cerveza y comenzamos a comer malvaviscos. Excepto Daryl. 

La noche fue genial. Sarah, Daryl y Carl se habían ido a dormir. Claro, los hombres con hombres, y las mujeres con mujeres. Yo dormiré en la tienda de acampar con Sarah. 

Nathan apagó la fogata y nos quedamos juntos, solos. 

–Oye ____, ya que tú no me enseñaste tu lugar favorito, yo te enseñaré el mío. –me dijo Nathan. 

–Bueno. –dije y él me cogió la mano. Me llevo a un lugar realmente escalofriante. Estaba detrás de todos esos arboles, detrás de las tiendas de acampar. 

Finalmente, llegamos a un lugar con césped. 

–Este es mi lugar favorito. –me dice. 

– ¿Un terreno con césped? –le pregunto. Me sonrío y me tomó del mentón. Me inclinó la cabeza hacia arriba. Vi estrellas, pero no entendí. –Solo veo estrellas. 

–No. –me dice acomodándose en el césped. –Pero si ves desde aquí. Puedes ver muchas figuras. 

–¿En serio? 

–Sí. Ven. –me sonríe. Me acuesto junto a él y miro las estrellas. –Mira, ese de allá. ¿Verdad que parece una mujer. –me señala una parte del cielo. Lo miro con detalle y asiento. 

–Tienes razón. –sonreí. Volví a mirar a otro lado. –¡Mira! Ese de allá parece un perro. –reí. 

–Sí. Esa parece una mariposa. 

–Cierto. 

Así estuvimos toda la noche. Hasta que quedamos dormidos, allí en el césped, abrazados.