Capítulo 37

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Capítulo 37.

~Ellos no saben de nosotros~.

-¿Por qué no llega? -Pregunté desesperada.

-_____, cálmate, en un momento llegará -dijo Ian.

-Eso espero.

Esperaba que ese señor Roth llegara. Es el nuevo dueño de mi casa. Viene de San Diego, y no sé por qué se vino a vivir en un lugar como este.

-Mira, allá viene -dijo Ian mirando un auto negro. Pero no era cualquier auto negro, era un Mustang. Muy cuidado y estaba demasiado hermoso.

Cuando llegó, frenó y se escuchó el chirrido de las llantas.

-Parece un idiota -le dije a Ian en el oído.

-¡Shh! _____, cállate.

Y entonces se bajó. Vi sus piernas primero y pude notar que estaba vestido con unos jeans demasiado a la moda, con unas zapatillas Vans, y luego, vi su torso y rostro. Traía una camiseta blanca, con un saco negro encima, que lo hacía lucir muy joven. Y entonces, miré su rostro, tenía una sonrisa demasiado perfecta y una nariz recta, llevaba unos lentes Ray Ban, y por eso no pude observar sus ojos, pero su cabello era café, café claro, con destellos rubios al sol, y era liso, demasiado perfecto. Cuando cerró la puerta de su auto, (no sin antes picarle al botón para que el auto hiciera el “beep beep”) se acercó a nosotros y se quitó sus lentes.

¡Pero qué maravilla! Dios, es un hombre demasiado guapo. Tiene una belleza extraordinaria. Sus ojos verdes me sorprendieron. Son muy hermosos. La verdad, es que no era un señor, y tampoco un muchachito, le calculaba unos veintiocho años. Más o menos la edad de mi primo.

-Buen día señor Somerhalder -dijo a mi primo.

«Educado.» Pensé.

-Buen día -contestó Ian. -Bueno, ésta es mi prima, ____ Wells, la ex dueña de esta casa.

-Así que ésta es _____ -dijo y yo le tendí la mano, para darnos un apretón, pero me sorprendió mucho cuando él tomó mi mano para besar el dorso. No pude evitar sonrojarme. Me sonrió. -Tanto ansiaba conocerte.

-Eh... encantada -dije. Es lo mejor que se me ocurrió decir.

-Bueno, así que es un hecho señor Roth -dijo Ian. -Comprará la casa.

-Exacto -sonrió y pude notar que su sonrisa era pícara, igual que siempre, pero era perfecta, salían sus dientes blancos como la luna y los mostraba, como si quisiera presumir la perfecta dentadura. Envidiaba esa sonrisa.

-Bien, pues, pase, está en su casa... literalmente -reí y él también lo hizo. Ian no parecía muy contento, había notado mi sonrojo, y aunque fuera hombre, sabía bien que el señor Roth era un hombre muy guapo y sabía que el hombre me pareció atractivo. A Ian le dieron celos.

Todos entramos a la casa, y estaba perfectamente limpia y ya no había nada mío, Ian se había encargado de eso, toda mi ropa y todo lo que estaba en mi cuarto lo dejó en mi cuarto actual, lo demás o lo vendió o lo dejó para nosotros, como el microondas. Y lo que había en el cuarto de mis padres lo guardo, excepto algunas joyas de mi madre que parecían importantes, ésas me las dio.

-¿Quiere café? -Le pregunté al hombre.

-Sí, me gustaría, con azúcar, y sin leche. -me sonrió. 

Asentí y fui a la cocina.

No sé si él será así con todas las chicas, o si yo le gusté. Pero creo que es lo primero, me lleva como unos diez años de diferencia.

Ellos no saben de nosotros. -(Cancelada) Josh Hutcherson & __________ -DaanyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora