Ellos no saben de nosotros. -(Cancelada) Josh Hutcherson & __________ -Daany

Capítulo 33

-Ellos no saben de nosotros- 

Capítulo 33.

Cuando despierto, veo a Tobias acostado en el sofá. Duerme profundamente. Se ve más joven de lo normal. Tiene veintidós años, pero así se ve como un chico de dieciocho años. Sonrío y me levanto. Voy al baño y me doy una ducha. Al salir, me visto y me arreglo. Cuando salgo del cuarto de baño de ese hotel vi a Tobias viendo televisión. Él me sonríe.

-Hola -me saluda.

-Hola -digo. Veo la televisión y veo que ya son las doce del día. -Tobias, date una ducha y alístate, quiero conocer la ciudad y quiero ir a desayunar, o comer en este caso. 

-Como usted diga -dice riendo. Toma su ropa y se va a la ducha. Seguro que Ian ha de estar preocupado. Así que lo llamé.

-¿Hola? -Dijo una voz del otro lado.

-¿Ian? 

-Soy Katherine.

-¿Katherine? Vaya, se te escucha la voz de hombre.

-Vaya, muchas gracias querida. 

-Lo siento -río. -Es que, ¿estás bien? 

-Sí, Derek me trae loca, es todo. 

-Katherine, deberías poner a cargo de vez en cuando a Ian. Sé que trabaja, pero cuando regrese tú duermes y él lo cuida. No estás durmiendo bien... y me preocupas.

-Lo sé, lo sé, ya hablaremos él y yo luego.

-De acuerdo, oye, y de casualidad... ¿él está por ahí?

-No, ya se fue a trabajar.

-¿Qué? Pero son las doce.

-Allá, acá son las dos de la tarde. 

-Oh, bueno, mándale saludos, y a Derek. Los quiero, y dile a Ian que estoy sana y salva -reí. -Me tengo que ir, adiós.

-Adiós, suerte.

Cuelgo y tomo mi bolso. Tengo que comprar los libros de la universidad hoy, y tengo que conseguir un empleo para empezar el mes que viene, y tiene que estar cerca de la escuela. Y Tobias también necesita empleo. Así que hay mucho que hacer hoy.

-Estoy listo -dice Tobias saliendo del baño.

-De acuerdo.

Cuando salimos, lo primero que fuimos a hacer, fue a buscar las tiendas donde vendían los libros de las materias. Encontramos unos cuantos y los compramos. Luego, volvimos a la escuela para dejar los libros en la habitación en la que nos tocó. Lamentablemente, la habitación de Tobias y la mía estaban muy alejadas, pero podíamos vernos en la cafetería o biblioteca cuando quisiéramos. 

-¿Te inscribirás a un club? -Le pregunté a Tobias mirando la repisa de clubes. 

-No sé.

-¿Qué tal hockey? 

-No -dijo.

-Mmm, ¿porristas? -Reí.

-Muy graciosa -me dice. 

-Bien, ¿qué tal un club de lectura? 

-No, nadie se inscribe, y no quiero parecer un tonto. 

-Bueno, ¿qué tal entrar a la banda?

-No.

-¿Qué te gusta a ti? 

-El basquetbol.

-Pues entra a él. 

-No lo sé -dijo.

-Vamos, entra -le dije. 

-¿Y tú a dónde entrarás? 

-No sé.

-¿Qué tal a tejer? -Ríe.

-Qué gracioso -digo sarcástica. 

-Bueno, puedes entrar a las porristas.

-Eso no me va -dije mirando algunos otros clubes. -¿Qué tal natación? 

-Eso está bien -dijo. 

-Genial, tú en basquetbol y yo en natación. 

Asintió. Anoté mi nombre en la tabla de natación, y Tobias el suyo en basquetbol. 

Cuando salimos de la escuela, fuimos a tomar algo. Y fuimos en busca de un empleo. 

En ningún lado encontré. Dieron las seis de la tarde y llegamos a un lugar donde vendían donas y malteadas.

No encontré trabajo, pero Tobias sí. Lo aceptaron a él por ser mayor de edad, pero a mí no. Pero me alegro por él. 

Llegamos al hotel y decidí que mañana sería un día mejor. 

Tobias durmió en el sofá y yo me acosté en la cama. Sé que es injusto, pero Ian nos dijo que así fuera, que estuviéramos separados. Y no tengo ganas de desobedecer algo. 

Pienso en Josh.

"Tampoco me interesas tú".

¿Por qué simplemente no lo supero? 

Talaron el árbol que era muy importante para mí, pero no era nada para él.

¿Qué le hice a Josh para que me tratara como lo hizo el día de la fiesta de graduación? 

Quiero hablar con él. Lo extraño. 

Así que voy al teléfono de la habitación. Josh sigue teniendo el mismo celular. 

Tecleo su celular en el teléfono. 

Espero varios tonos. 

Allá son las diez de la noche. Quizás ya esté dormido.

Tobias sí está dormido. 

-¿Hola? 

¡Dios! ¡Es su voz, es su voz! Mi corazón va a velocidad cien por ciento. 

-¿Hola? Mira, si vas a jugar una broma no me asustas. Esta broma es tan clásica. Ya basta.

Cuelgo. 

¡Qué cobarde eres ____! 

He escuchado su voz. No quiero pensarlo, pero creo que aún siento algo por él.