Ellos no saben de nosotros. -(Cancelada) Josh Hutcherson & __________ -Daany

Capítulo 12

Capítulo 12

Despierto por el estúpido sonido de los pájaros. Estoy en el sofá. Siento dolor en mi diente. ¡Mi diente! No recuerdo lo que pasó hace rato o... ¿ayer? No lo sé. Sólo recuerdo que mordía una manzana y que había sangre, mucha. Luego, no lo sé. 

Me levanto, sentándome en el sofá. Veo al frente. Está el televisor encendido. Veo que están pasando una película. La conozco. ¡Claro que lo hago! Es "Little Manhattan". Josh y yo siempre veíamos ésta. Me gustaba porque el niño, Gabe, se parecía mucho a Josh. Me encantaba imaginarlo a él y a mí. Deseaba con toda mi alma que fuera nuestra historia. Digo, ¿cómo? _____, eres idiota o ¿qué? Debo quitarme esa estúpida idea de que Josh me gusta. Él no me gusta. 

Alcanzo a oler maíz desde la cocina. No sólo maíz, sino palomitas. Escucho el sonidito del microondas y me pongo de pie. Camino lentamente hacia la cocina.

-¿Hola? 

Y entonces lo veo.

-Hola ___ -dice sin mirarme. Pareciera que no quiere hablar conmigo. 

-Josh, ¿qué haces? 

-Me preparo unas palomitas -dice él tomando el tazón lleno de palomitas. -Adivina qué película estoy viendo. 

-¿Little Manhattan? 

-Sí. 

-Oye, ¿me podrías explicar algo? -le digo y cuando lo hice él se puso tenso, lo noté. 

-¿Qué... qué te ex... explico? -tartamudeó. ¿Qué le pasaba a éste? 

-Sólo quería saber qué había pasado. Por lo de mi diente -digo tocándome el diente. 

-Oh, te tienes que tomar unas pastillas, para el dolor -me dijo abriendo una caja con medicina. Me entregó la pastilla y luego me sirvió un vaso con agua. Tomé el vaso, me metí la pastilla y tomé agua torpemente. 

-Listo -le entregué el vaso. -Ahora sí, ¿me puedes explicar lo que pasó ayer? 

-Claro, sólo te desmayaste, te llevé al dentista y luego te pusieron anestesia. En otras palabras, te drogaron y por eso es que no recuerdas nada. 

-Oh -fue lo único que logré decir. Él empezó a reír. Lo miré. -¿Qué pasa? 

-Estabas como una loca ayer. 

-¿Ayer? ¿Ya es domingo? 

-Sí.

-¿Te quedaste a dormir aquí?

-Sí. 

-Oh.

-Sí.

-¿Podrías dejar de decir sí? 

-Sí -dijo y lo miré enfadada. -Ya, es broma -sonrió.

-Bueno pero, ¿por qué es que ayer estaba como loca? 

-Decías que eras Blanca Nieves, luego Cenicienta, luego... -se quedó callado.

-¿Luego qué?

-Luego... Bella -dijo él con una actitud extraña.

-¿Qué más? -pregunté indiferente.

-Dijiste que tu banda favorita era un asco. 

-¿Qué? -abrí los ojos como platos. -¿Cómo es que yo dije eso? 

-Sí, lo dijiste, también decías que amabas Barney. Oh, y reías como una degenerada. -reí más. 

-No puedo creerlo.