Capítulo 1

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Sola, con los ojos cerrados y sus manos tomando con firmeza el par de pequeños dijes que colgaban de su cuello, la joven Luna se concentraba sólo en sus pensamientos. Las personas pasaban y pasaban a su alrededor, pero su atención estaba sólo en su cabeza. Mientras respiraba profundamente, en su cabeza retumbaban las palabras que Wong le había dicho.

–La solución está en tus manos. Sólo tu puedes ir y encontrarlo.

–¿Y si no puedo? ¿Qué pasa si no estoy lista? ¿Si no estoy lo suficientemente preparada para esto?

–Lo estás. No existe nadie más en este mundo que pueda lograrlo. Ya estando juntos, van a tener todo lo necesario para acabar con este mal. -Ella respiró profundo- Joven Strange, tienes que confiar en ti, en tus capacidades, en tus habilidades. En este momento, tu padre estaría muy orgulloso de ti. -Luna sollozó a la vez que se vio interrumpida por una voz a su lado-

–“Cuando el sol es más brillante, hasta las sombras salen a dar una vuelta"

–“Pero sin importar el ocaso, la luna siempre espera por él” – Esto parecía ser un código, ya que al instante,  el hombre que se había sentado a su lado, le acercó un sobre, pero no le vio a la cara, ella tampoco lo hizo-  ¿Y aquí qué? -Preguntó tomando el sobre de la banca- ¿Qué hay aquí?

–Lo que necesitas para iniciar tu camino.

–¿Y cómo lo voy a encontrar? -Preguntó con evidente preocupación. Hubo unos segundos de silencio, el intento de una risa y luego una palabra-

–Lokison. -Luna frunció el ceño y volteó violentamente, sólo para darse cuenta de que no había nadie a su lado-

–¿Qué demonios? -Empezó a ver hacia los lados para intentar encontrar a quien le había hablado, pero entre tanta gente era imposible saber quién habría sido-  Lokison ¿Eso que significa? – Se preguntaba a si misma mientras abría el sobre que le habían entregado. En el estaban sus documentos, papeles de una secundaria junto con un carnet y el horario. Además una dirección junto con un juego de llaves y una aceptable cantidad de dinero. -Bueno, creo que puedo hacerlo. Claro que puedo hacerlo – Se puso de pie mientras hablaba sola- Soy la hija de mis padres, yo puedo hacer cualquier cosa. – Al mismo instante, se tropezó con una lata que había en la calle, con la que casi se cae- ¿A quién engañas Luna? Estás sola en una dimensión que es idéntica a la tuya pero en la que no existes, con una misión prácticamente suicida para la que debes encontrar a alguien al que ni siquiera le conoces el nombre. Estoy perdida. Sí que lo estoy. -Todas las personas que pasaban por su lado le miraban con ojos extraños- Ves, hasta estás hablando sola y la gente te mira feo. -Intento disimular y fue hacia la acera para tomar un taxi. Luego de una distancia considerable, el auto le dejó frente a un viejo edificio. Su rostro mientras se adentraba al mismo, reflejaba tanto confusión como un evidente rechazo. Ella no estaba acostumbrada a ese tipo de lugares. Ya adentro del mismo, volvió a ver la dirección, era la correcta.- No puede ser. – Se dijo a si misma mientras esperaba el ascensor. Del viejo elevador de puerta manual, descendió una mujer de mediana edad que al verle le sonrió-

–Oh, tu debes ser la chica nueva. -Expresó con alegría. Pero de pronto, ante los ojos de Luna, la expresión de la mujer cambio a uno muy serio- Él lo preparó todo para que  estuvieses tranquila y puedas cumplir con tu cometido- La cara de la joven rubia fue de desconcierto total-

–Perdón ¿Qué?

–Que eres bienvenida a este lugar. Espero que te sientas a gusto. -Y ahí estaba otra vez la actitud amable.-

–Muchas gracias. -Respondió con educación, pero con una sonrisa incómoda, para luego subir al elevador. Ya estando frente a la puerta del que según la dirección en el papel sería su departamento, tomó aire para luego girar la llave y ahí le cayó el balde de agua fría. Más que un departamento, era como una habitación grande.  Nada estaba dividido. Había una cama, una mesa con un par de sillas, una mesa de noche con su lámpara y en lo que se suponía era la cocina, sólo una cocinilla de hornillas eléctricas. -Ay no puede ser. -Exclamó mientras dejaba el sobre en la mesa- No hay ni un refrigerador para beber agua fría. Voy a morir en este lugar. -Obviamente exagerada, pero esto estaba muy pero muy lejos de lo que ella estaba acostumbrada a ver vivir- Ok, Cálmate Luna, cálmate. Recuerda lo que te decía tu padre “No te aferres a los material" -Esta frase la repitió varias veces.- Ay por favor, él lo decía mientras manejaba un Lamborgini. – Se sentó en una de las sillas- Puedes sobrevivir, tu puedes. -Respiró profundo y alzó su mano para accionar un dispositivo en su brazalete que parecía ser una grabadora- Bitácora de la capitana Strange, fecha estelar… Ya Luna, compórtate seria. – Se reclamó a si misma mientras se reía- Bien, ahora enserio. Primer día en este lugar, en esta dimensión. Hasta ahora todo parece ser igual que casa. Aunque sí soy honesta, no tengo ni 24 horas aquí y siento que han pasado mil años. Todo está bien, muy bien, mejor de lo que podría pensar. Estoy viviendo el sueño de cualquier chica de mi edad, o sea, 16 años y ya vivo sola. -Lanzó una risita nerviosa- Vale ¿A quién engaño? Quiero estar con mi mamá en este momento. -Volvió a tomar en su mano los dije en su cuello, una estrella dorada y un pequeño relicario de plata- Todavía no empiezo con mi “Misión" y ya siento que fracase. Es que ¿Cómo se supone que voy a encontrar a una persona sin tener ni una sola pista? No tengo un nombre, o una descripción ¿Cómo encuentro a una persona en Nueva York sin tener datos? Lo único que tengo es una palabra “Lokison” ¿Qué demonios significa eso? Suena como marca china de electrodomésticos. – Estaba gritando, se sentía alterada- Mejor tomo aire, porque sino no voy a llegar a ningún lado. -Miró  a su alrededor y suspiró- Esto será más difícil de lo que pudiese imaginar.-

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