Capítulo 37

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Y así estuvieron por un muy largo rato, charlando sobre absolutamente todo lo que había pasado en ese tiempo que estuvo en aquel otro mundo. Con los altos y bajos, explicando con detalle todo lo ocurrido en aquella pelea contra Mephisto y Blackheart. Cada cosa que Luna decía alterada a Darcy ¿Cómo era posible que su niña, su pequeña niña estuviese envuelta en este tipo de cosas, de peleas. Estaba consciente de que Luna era fuerte, muy fuerte, pero eso era peligroso. Sí, ya había pasado, pero había sido peligroso.  Las reacciones de Darcy le daban vida a cualquier comentario, era tan expresiva. Como cuando les mostró la marca de vinculación que ahora compartía con Jor, Dar pensó que era un tatuaje y enloqueció un poco. Hasta que Stephen le explicó lo que significaba y la razón por la cual había aparecido. Le costó un poco aceptarlo, pero no podía hacer nada, tampoco era algo enorme que se pudiese ver a kilómetros. Y ahí estuvieron, toda la tarde y gran parte de la noche. Al día siguiente, todo parecía haber vuelto a la normalidad, eran la misma familia que siempre habían sido, haciendo cosas cotidianas. Claro, a Luna le costaba un poco adaptarse nuevamente a esto, su rutina era completamente diferente. A media mañana, se adentró a la cocina, ahí Darcy se encontraba concentrada preparando todo para hacer un pastel. Luna entró sin que su madre se diera cuenta y se paró detrás de ella.

–¿Qué estás haciendo? -Dar se sobresaltó-

–Ay por favor. Me asustaste. Estaba tratando de concentrarme en esto, sabes que sí no enfoco mi atención completamente a una actividad, me sale mal y… Quería sorprenderte. – Luna sonrió dulcemente-

–¿Chocolate y Coco? -Darcy asintió- Ay por Dios. Ya vas a tener la oportunidad de concentrarte para que yo luego actúe muy sorprendida. – Dijo graciosa- Mami, quería hablar contigo. Algo importante, una conversación de mujeres. -Darcy le miró fijamente- No me veas así, no es nada malo, te lo prometo. De verdad, no me mires así. -Darcy viró los ojos y suspiró-

–Ok, voy a esperar a que me cuentes, no voy a sacar conclusiones antes. Soy toda oídos.

–Lo agradezco mucho. -Respondió para luego sentarse sobre la barra de la cocina.- Sabes, este viaje me cambio la vida, en todo sentido, ha sido tremendo. Me he superado a mi misma en varios aspectos, y eso es maravilloso. -Darcy sonrió y le tomó la mano- Pero, también he experimentando cosas por primera vez. – Se quedó en silencio un momento- Esto es un poco vergonzoso para mi, pero… O sea, además de ser mi madre, yo te considero una amiga, mi mejor amiga, y creo que no hay mejor persona con la que yo pueda hablar de estos temas.

–Luna Me estás asustando ¿En qué problema te metiste? No me asustes.

–No, no me metí en ningún problema. -Tomó aire- Yo… Estuve con alguien. -Darcy se le quedó viendo, pareció no captar al instante lo que Luna le estaba diciendo- Estuve con alguien íntimamente. – Dijo lentamente esperando la reacción de su madre. Darcy abrió la boca-

–¡Luna! -Exclamó ella pero muy suavemente- Ay no sé qué preguntar, me quedé en blanco. – Se quedó en silencio con la boca abierta- ¿Con quién? Luna no me digas que con este muchacho, mi hijo de la otra tierra…

–Ay mamá no. Jor es mi hermano. Y lo veo sólo así.

–Es que tu también, la forma en la que hablas de él es bastante presuntuosa.

–Sí, me lo han dicho antes. Pero no, aunque sí sea bastante guapo, sólo lo veo como mi hermano.

–¿Y entonces? ¿Con quién fue? – Luna se le quedó viendo y tragó fuerte-

–Eso ya no importa, a estas alturas ya es lo de menos. -Dijo nerviosa-

–A estas alturas, mírenla. Ok, voy a respetar tu privacidad en ese sentido, pero al menos dime que se cuidaron,  que te trató bien y que fue bonito, no sólo algo que pasó y ya.

–Lo fue mamá. Obviamente nos cuidamos, yo no soy una loquita, bueno no tanto. Y sí, se portó increíblemente bien, fue muy lindo, y muy dulce. -Decía risueña-

–Awww, pero Sabes que no lo vas a volver a ver. – Las palabras de Darcy fueron como un pinchazo a la nube de la fantasía-

–Oye mamá gracias. – Dijo con tono áspero-

–Lo lamento, pero Sabes que tengo que mantenerte con los pies en la tierra. Alguien tiene que hacerlo. -Respondió con ese tono característico en su voz. Luna sonrió de lado y asintió dándole un abrazo- Ay amor, es increíble como pasa el tiempo. – Le miró- Que linda eres, ya me hubiese gustado a mi ser tan linda a los 16.

–En realidad mamá, tengo 17. – Darcy frunció el ceño- Estuve casi un año allá. Bueno, un año, porque fueron 11 meses y dos semanas. Un año.

–Es cierto. Pero, aquí vas a seguir teniendo 16, legalmente esa es tu edad. – Luna sonrió- ¿Y qué hiciste en tu cumpleaños?

–No gran cosa, una pequeñez. Salvé el multiverso. – Dijo como si no fuera nada-

–Nada, un día normal en la vida de un Strange. -Respondió Darcy con el mismo tono y luego empezaron a reírse.-


Algunos minutos después, Luna se dirigía a su habitación pero al llegar a la escalera se cruzó con su padre.

–¡Papá! – Él iba saliendo del estudio y ante el gritó se dirigió a Luna. Ella le abrazó-

–Estas demostraciones de amor van a seguir ¿Por cuánto tiempo?

–El que sea necesario. -Sonrió dulcemente-

–Te quiero mucho mi princesa. – Le dio un beso en la cabeza- Sabes, justo terminaba de escuchar tu bitácora. Eres una valiente. Sé que no fue fácil, pero aunque dudaste, flaqueaste y hasta hubo momento en los que te sentiste derrotada, siempre te levantaste. – Luna asintió- Y estoy muy orgulloso de ti, de todo lo que lograste.

–¿Eso quiere decir que me vas a enseñar mas cosas? ¿Que me vas a permitir completar el “Entrenamiento” para ser una hechicera completa? -Stephen suspiró-

–No es algo que desee para tu vida, pero sí, te voy a enseñar. Porque tienes todas las cualidades. – Luna se emocionó- Pero con prudencia. – Ella asintió- Ahora, dejando a un lado los asuntos oficiales. Hubo una grabación que llamó mi atención, una que comparte con alguien.

–Sí, esa grabación la quiero tener conmigo. Es lo único que tengo fe Jor, su voz grabada.

–Las grabaciones son tuyas. Yo no me voy a quedar con nada. Y sabes que él esté es lo de menos. Yo me refiero a lo que hablan ahí. – Luna se quedó en blanco, había ubicado aquella conversación sobre las diferencias de edades- ¿Debo alarmarme por algo que podría afectar en esta dimensión?

–¡No! ¡No! ¡No! Claro que no. En ese sentido las cosas no son iguales, te lo puedo asegurar. Y tampoco hay que tomarle micha importancia, fue una tontería de adolescente. Fue algo que me pasó por la cabeza en ese momento y la dije, pero no tiene importancia. -Iba subiendo nerviosamente las escaleras- Imagino que tienes trabajo, así que voy a dejar que sigas con eso. -Asentía mientras subía viendo a su padre-

–Ok, está bien. -Respondió irónicamente Stephen- Ah, otra cosa. – Luna se detuvo- Hace un rato, como por arte de “Magia" aparecieron un par de maletas. – Luna se emocionó- están en tu habitación.

–Pensé que no llegarían nunca. Yo daba todo eso por perdido. Hay muchas cosas que quiero mostrarles. -Corrió escaleras arriba muy emociona. Stephen negó con una sonrisa-

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