Capítulo 13

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En el pasillo, Luna estaba sentada en el piso, intentaba controlar todo lo que estaba sintiendo por dentro, era una mezcla enorme de emociones  y sentimientos, sentía que su sangre hervia. Mentalmente contaba para mantenerse controlada. Teddy que iba pasando por ahí, se detuvo al verle.

–¿Estás bien? – Luna alzó la mirada y sonrió-

–Sí, sí lo estoy. Quizás un poco cansada, pero estoy bien.

–Tendrías que avisarle a tu cara que estás bien.

–Ok, entonces digamos que voy a estar bien. Ahí mi cara lo va a aceptar. -Sonrió graciosamente-

–Si necesitas algo, así sea hablar, sabes que puedes contar con cualquiera de nosotros.

–Lo sé, y lo aprecio mucho. -Teddy le asintió con una sonrisa y siguió con su camino, ahí se cruzó con Jor, con quien chocó los cinco y continuó trabajando. El joven Lokison suspiró y se sentó junto a Luna. Ella le miró y luego regresó a su estado-

–Esto es difícil, para los dos. No creo que la misma forma, pero es difícil. -Jor suspiró nuevamente- Lo que pasó allá adentro fue tremendo, lograste hacer algo que tenías atragantado y… Te liberaste, si se podría decir así. – Luna jugueteaba con una liga para el cabello que tenía en sus manos- Ok, a mi no me gusta dar muchas vueltas, te desbloqueaste cuando aceptaste la muerte de tu papá.  – Luna volteó con una expresión triste- Lamento si suena mal, pero es evidente que era eso lo que te mantenía bloqueada.

–No es fácil, esta es una de las cosas más complicadas que me ha tocado afrontar. Yo me mentalicé, pensé que a lo mejor no pensando en ello, iba a poder salir adelante más rápido. -Tragó duro- Fueron días extremadamente difíciles. Todo era un caos, para todos. Las personas empezaban a comportarse como Zombies, perdían su esencia sólo porque a un par de demonios dementes les dio por robarles sus almas, algunos con falsas promesas y a otros porque sí. Era increíble descubrir, escuchar cómo todo empezaba a derrumbarse, en todo sentido. Ver como las personas que nos protegían, que nos cuidaban, iban muriendo uno A uno. Y sí, entre ellos mi papá. Pero sabes, estoy orgullosa de él, de todo lo que logró, de quien fue. Ese par de malditos me mostraron sus últimos momentos, y sí, estoy muy orgullosa, porque no importó que tan mal estaba todo, que tan tentadora fuera la oferta para unirse a su caos, mi papá fue fiel a sus principios, a sus creencias. Y eso fue lo que él me enseñó. Yo peleaba con él porque nunca me quiso entrenar para ser una gran hechicera, como él.  Sólo me enseñaba a contener la magia. Y está bien, quizás el nunca creyó que yo lo necesitara. Pero cuando él ya no estuvo, y me vi sola junto a mi madre, sabía que tenía que hacer algo Y lo confirmé cuando Wong fue a buscarme para entrenarme, para decirme lo que debía hacer. Era fuerte, pero yo sólo pensaba en lo que mi papá haría. Pero imaginando que estaba a mi lado. Jamás quise aceptarlo. Pero me di cuenta que era totalmente necesario, que debo aceptarlo porque no está bien aferrarse a algo de ese modo. – Las lágrimas corrían por el rostro de Luna- Y voy a hacerlo, voy a hacerlo por él, por los valores que me enseñó y ninguna oferta va a hacerme desviarme del camino. No importa lo que yo quiera, a partir de ahora sólo importa lo que debe ser. Y sí, soy una niña llorona, pero soy auténtica, soy real. Y soy una hechicera, una buena hechicera. -Jor sonrió sutilmente ante las palabras de Luna, tomó su mano y luego la abrazó-

–Claro que sí. – Le dio un beso en la frente- Y nos tienes a todos. Juntos vamos a mandarlos a su propio infierno. – Luna asintió apretando la mano de su hermano y abrazándole nuevamente. En ese mismo instante, Peter se adentró al pasillo, al verles se detuvo-

–Uy, perdón, no quería interrumpir.

–No estás interrumpiendo. -Jor se puso de pie y estiró la mano para ayudar a Luna a levantarse- Todo está bien.

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