Un manto de oscuridad estaba por extenderse sobre el universo haciendo tambalear el control y seguridad del multiverso. Los guardianes y defensores dimensionales han caído uno a uno, dejando las barreras completamente indefensas.
Luna Strange, la h...
En silencio, y muy lentamente entró a la habitación en donde estaba Jor, él estaba sentado en un largo banco al fondo de la habitación. Su mirada iba hacia el suelo mientras mantenía sus manos juntas. Luna tocó la puerta sólo para llamar su atención.
–¿Puedo pasar? – Jor sólo levantó la mirada pero no respondió ni hizo algún gesto. Luna suspiró y fue a sentarse junto a él- No sé ni preguntarte cómo estás, cómo te sientes. -Él seguía ahí, inerte- Vamos, no me hagas esto mucho más difícil de lo que ya es para mi. – Estas palabras y el tono casi de súplica de la chica, le hicieron hablar-
–Tu papá, bueno, señor Strange me dijo que estaba siendo egoísta -Volteó a verle- Que era egoísta por pensar que lo mejor para ti era quedarte aquí, con todos nosotros. Tengo rato pensandolo y todavía no logró verlo claro. Quizás sí lo sea, ya con el hecho de no darme cuenta de ello.
–Es un pensamiento noble, quieres que me sienta en casa, con una gran familia. Pero, mi familia está allá. Y sí, mi familia de sangre se limita a mi madre, pero es mi mamá, la que me llevó en su vientre por 9 meses, la que sufrió muchísimo por mi cuando era un bebé, la que me enseñó a hablar porque nunca se callaba – Dijo riéndose- Y la que ha estado todo este tiempo esperándome. – Jor tragó fuerte- Pero eso no quiere decir que no te considere mi familia, porque sabes que sí. Créeme que si tuviese la respuesta, la forma, la tomaría. Si viajar de aquí a allá y viceversa fuera tan fácil como tomar el metro o un avión, o en casos extremos abrir un portal y aparecer. Sólo para mantenerte en mi vida. Sabes lo importante que eres para mi, creo que ni hace falta decirlo porque tu sabes, tu lo sientes, y a mi me encantaría quedarme mucho tiempo más, pero sabes como son las cosas.
–Pero todo fue tan rápido, no tuvimos oportunidad de celebrar la victoria. – Luna sonrió- Porque lo hicimos, lo hicimos juntos.
–Sí, lo hicimos. Y fue una de las mejores experiencias de toda mi vida ¿Sabes por qué? Porque fue contigo. Y aunque no lo hayamos celebrado, nos queda el recuerdo de que lo hicimos. -Alzó la mano en donde tenía la marca- ¿Esto será permanente? Porque de verdad Mi mamá me va a matar cuando la vea -Volvió a reír- Pero no importa, porque es importante, para los dos. Y lo de celebrar, ya tendrás tiempo para hacerlo con los chicos, ellos lo merecen. – Luna tomó la mano de Jor y reposó su cabeza de su hombro-
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–Pero no será igual. Yo no entiendo, te lo había dicho hace tiempo, no entiendo el efecto que tienes en mi. Tengo la necesidad de cuidarte siempre, y ahora no voy a poder hacerlo. – Luna levantó la cabeza- No me gusta sentirme así, no me gusta sentirme mal, sentirme…
–¿Triste?
–Triste, no me gusta sentirme así.
–Entonces, no te sientas así. Sólo piensa en cosas bonitas, en cosas buenas. Jor, no importa que tan malo sea el estado de mi mundo, tu tienes que pensar que yo voy a estar bien, que voy a estar con mi mamá, con una mujer tan genial como tu madre, pero que me quiere más a mi. -Ahí le robó una sonrisa- ¿Ves? Todo va a estar bien, te lo prometo. No tienes que estar triste, mira que grandes cosas están por venir, para ambos. Te lo aseguro. – Le acarició el rostro- ¡Vaya que eres guapo! Es increíble – Jor volvió a sonreír- Sabes, Cass me preguntó sobre la relación que había entre tu yo, me dijo que era un poco extraña, que parecía que tu y yo teníamos ¿Puedes creer eso? ¿Qué podría tener yo contigo? Tu vas por la vida como si fueras dueño del mundo, eso es muy shockeante para mi.
