Capítulo 38

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El tiempo hizo lo suyo, corrió y corrió como si tuviese mucha prisa. En todo este tiempo Luna se concentró en su entrenamiento para convertirse en una verdadera hechicera, era mucho más duro de lo que creía, era algo que iba más allá del plano físico, iba al mundo astral y era fuerte. También se dedicó a la escuela, a volver a vivir ese año escolar que había cursado cuando estaba en la otra dimensión. Y sí, extrañaba muchísimo a todos los chicos, especialmente a Jor, pero intentaba continuar con su vida, a pesar de todo. Un año, un transcurrió desde el día que había regresado a su casa. Un año de no tener noticias de nadie del otro mundo. Sabía que esto iba a pasar, pero aún así, tenía esa pequeña esperanza de que las cosas tomaran otro rumbo, uno mejor. Y ahí estaba, sola en su habitación, leyendo algunos folletos de universidades, cuando tocaron a su puerta.

–¿Puedo pasar? -Preguntó Stephen apenas abriendo-

–Sí, pasa. – Él sólo abrió la puerta y se quedó ahí, de pie-

–¿Qué estás haciendo?

–Sólo viendo estos folletos que me entregaron en clases. Hay muy buenas universidades, pero no me quiero ir de Nueva York, me quiero quedar en la ciudad.

–Podrías intentar en Columbia. – Luna empezó a reírse-

–Claro, voy a entrar a Columbia con un promedio de 8. Un poquito de por favor.

–Sólo era un comentario. – Se quedó viéndole- Alguien vino a verte.

–¿A mi? -Dejó los folletos de un lado- ¿Quién? Yo no le doy mi dirección a nadie. Y Cassie siempre me avisa cuando va a venir.

–¿Y si no tenía forma de avisar que iba a venir? – Al sólo escuchar la voz que había dicho esto, Luna se levantó con rapidez de su silla y corrió a la puerta, Stephen se hizo a un lado para que esta persona entrara, y ahí le vio entrando, era él, era Jor. Un grito ahogado salió de la boca de Luna mientras básicamente saltaba sobre él. La emoción era enorme, no sabía ni qué decir-

–No puede ser, no puede ser, no puede ser. -Repetía ella- Estás aquí, eres real. -Decía emocionada mientras le abrazaba-

–Sí, soy real. Muy real ¿Acaso piensas que una ilusión puede ser así de perfecta? -Esto era algo típico de él. Luna sonreía emociona mientras una lágrima de felicidad se le escapó- Pero sin llorar, se supone que esto es algo bueno. – Le abrazó y le dio un beso en la mejilla-

–Pero… ¿Cómo? ¿Cómo estás aquí? ¿Cómo estás? ¿Cómo…? Ay, es que tengo muchas preguntas. -Pasó desesperada sus manos por su cara-

–Yo los voy a dejar a solas, para puedan hablar. Imagino que tienen mucho que contarse. – Dijo Stephen cerrando las puerta-

–Me cae bien tu papá. – Le decía mientras se adentraba en la habitación- Es como más aliviando.

–Sí, lo es. Pero tu, mírate. Que guapo estás, mira esa cara. – Le tocaba el rostro- Y… - Se detuvo Al ver la pequeña abertura de su camisa- ¿Estás tatuado ahora?

–Bueno, muchas cosas pasan en un año. Tu tienes el cabello más largo, y te ves hermosa. – Ella sonrió y encogió los hombros-

–¿Cómo llegaste? No era fácil poder hacerlo.

–Durante todo este tiempo, estuve junto con mi papá, buscando la forma de poder viajar entre dimensiones sin necesidad de una energía más grande. Evidentemente no fue fácil, pero lo logramos y aquí estoy junto a ti. – Luna le tomó las manos- Me gustaría decir que me sorprende ver que todo aquí está normal, no cubierto por la desgracia, como habías dicho. Pero no puedo hacerlo, el Doctor Strange del otro lado, me había dicho como iban a estar las cosas aquí, como afecto la locura que hiciste entrando en ese portal con Blackheart. Y estoy orgulloso. – Los dos sonrieron- Y estoy feliz de verte tan bien.

–Pero no tienes idea de cuanto te extrañaba.

–Lo sé, veo la foto. – Dijo señalando la foto de la mesa- También tengo una en la mía. Sabes, tu y yo hicimos una promesa, que nos volveríamos a ver, y aquí estamos. Pero esta tiene que ser una promesa constante. -Ella asintió- Yo también te extrañé. Y todos, todos te extrañan. De verdad dejaste una huella muy profunda en todos.

–Justo te iba a preguntar por los chicos ¿Cómo están? ¿Estás con ellos?

–Ellos están bien, viviendo al límite. Pero no, no estoy con ellos. No estoy usando mis “habilidades". Quiero llevar una vida normal. Y la estoy llevando, me yendo muy bien.

–Me alegra muchísimo.

–¿Y tú? ¿Ya eres una hechicera de verdad? ¿Con traje y basculo?

–Soy una hechicera, mi papá me ha estado entrenando. Ha sido duro, pero he aprendido mucho. Obviamente no estoy al nivel de él, pero voy por buen camino. Lastimosamente no hay un traje y mucho menos un basculo, eso es un poco decepcionante. Pero estoy bien, llevando al paso mi vida común, con este plano ancestral. -Jor sonrió asintiendo- Hay algo que te quiero preguntar,  bueno, hay muchas cosas que te quiero preguntar, pero esta la tengo presente desde que me fui ¿Qué pasó con Anne?

–Ah mira, esa es la pregunta justa. Claro que me ibas a preguntar sobre eso. Sí me sorprendió lo que hiciste, todo lo que organizaste para ese día, pero obviamente tengo que agradecerte, estuvimos hablando, dejamos muchos puntos claros y, decidimos intentarlo. – Luna esperando a que él terminara de decir algo mas- Y… si, todavía estamos juntos. – Luna gritó de la emoción y empezó a aplaudir-

–No tienes idea lo feliz que me hace escuchar eso. Te lo juro.

–Sí, y eso es gracias a ti. Porque honestamente no sé cuánto me hubiese tardado para dar ese paso. Así que gracias. – Ella sonrió emocionada- Hay algo más que quiero contarte.


Abajo, Darcy acababa de llegar. Dejó sobre la mesa sus llaves y algunas carpetas, para ir directo al estudio de Stephen, ahí abrió la puerta corrediza y le vio leyendo un libro.

–Eres tan predecible.

–Estas cosas pasan cuando estoy de vacaciones y no hay que salvar al mundo. -Encogió los hombros- ¿Pasa algo?

–No, nada ¿Luna está aquí? La estaba llamando y no me responde la llamada.

–Está en su habitación. Está con alguien. -Dijo esto y volvió a su libro-

–Con alguien importante. – Ella se le quedó viendo y salió del estudio con dirección a la habitación de Luna- ¡Darcy! ¡Darcy! No puedo con ella.
Mientras iba por el pasillo, Darcy sólo logró escuchar un grito, así que entró sin tocar la puerta.

–Luna, tu papá me dijo que estabas aquí y… - Luna se le quedó viendo sin quitar la sonrisa que tenía en los labios. Jor al ver a Darcy sintió una mezcla de emociones enorme.- Ay, no quería interrumpir – Que sí, pero no lo iba a decir- Yo… te conozco – Le habló a Jor- Sí, tu eres, tu eres el de las fotos. – Se emocionó- Tu eres mi hijo. – Los dos chicos se rieron- Jörmu… No sé cómo se pronuncia tu nombre. Cariño ¿Quién te puso ese nombre?

–Mucho Gusto. Vaya que es raro esto. – Le dio la mano- Wow, es sub-real. – Luna asintió-

–Que guapo eres, mira los ojos. -Él sonrió- Y esa sonrisa. Luna ¿Estás viendo esta sonrisa? Dios, eres guapísimo.  -Ante la emoción de Darcy los chicos no paraban de reír- Mira estos genes. No puedo estar más orgullosa de los genes los genes de estos niños.

–¡Mamá! ¿Sabías que Jor se parece es a su papá? – La cara de Darcy cambio-

–¿Por qué? ¿Por qué me dices esas cosas? Sabes que me hacen maquinar cosas que no quiero imaginar. No seas así conmigo. –

–Sólo estoy diciendo la verdad. -Respondió Luna riéndose, para llevarse la mirada recriminante de su madre- Ok, ya mejor no digo nada. -Darcy volvió hacia Jor-

–¿Cómo es que estás aquí?

–Es complicado, no sabría explicarlo así tan… - No sabía que decir-

–¿Sabes quién te lo puede explicar? -Intervino Luna- Mi papá. Un toque de ciencia, un toque de magia. Todo en perfecto balance.

–Eres cruel conmigo ¿Por qué me dices que le pregunte sobre estas cosas a tu papá? Sabes que no entiendo nunca de lo que habla. Me hacen ver como si fuera estúpida. – Se iba acercando a la puerta- ¿Vas a quedarte a cenar? – Le preguntó a Jor, él titubeo un poco y asintió- Perfecto, así compartimos un poco y ves que no soy tan estúpida. Los dejo, pero mucho cuidado. -Salió de la habitación dejándoles solos. Ambos empezaron a reírse-

–Por Dios, tu mamá está más loca que la mía. La amo, de verdad la amo. -Expresó Jor entre risas. Se sentó nuevamente junto a Luna- Bien, regresando al tema ¿Qué te parece lo que te conté?

–Me parece genial ¿Mi grito no te dijo nada? Lo único es ¿Cómo voy a saber yo, que ya lo hiciste?

–No lo sé, ya encontraré la forma de que te enteres. Pero te aseguro que serás una de las primeras en saberlo. -Dibujó una sonrisa y tomó las manos de su hermana- Hay que hacer las cosas bien ¿No?

–Así es, y eso me pone muy contenta. – Le abrazó. Luna suspiró y fue cambiando la cara-

–Ok, quieres preguntarme algo, sobre alguien… Quieres preguntarme sobre Peter. Vamos Hazlo.

–¿Soy tan evidente?

–A lo mejor es que te conozco muy bien.

–¿Él está bien?

–Genial, le ha ido muy bien. En todo sentido, como que regresó a la cúspide y le va de maravilla. Por otro lado, no, no me ha preguntado nunca por ti. Y creo que es normal, o sea, ha pasado un año, él  pasó la página. – Luna asintió con pesar- ¡Vamos! Es broma. Sí, le está yendo muy bien y está en la cúspide. Pero no ha dejado de preguntarme por ti. En realidad, esto se me habia olvidado, te traje algo -Buscaba en su bolsillo, sacó una memoria USB- Esto es para ti. Aquí hay fotos y vídeos, de todo tipo. Es como un recopilatorio que hicimos todos para ti, hasta Anne aportó, mi mamá también, el Doctor Strange… Él no, él sólo se prestó para un par de fotos. Vamos que es una botellita de vinagre, con la que me llevo bien. También hay algunas cartas que los chicos te escribieron, y obviamente hay una de Peter. – Luna sonrió tomando la memoria- Ay mira como le brillan los ojitos. – Se burlaba- Ya habrá tiempo para que veas esto, tu y yo tenemos mucho que hacer. Tengo que regresar mañana temprano, pero no me puedo ir sin darte las instrucciones básicas, para que puedas viajar también. – Se emocionó- Porque esta promesa se va a mantener, no importa cada tanto tiempo, nos vamos a volver a ver. 

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