Un poco más tarde, al llegar a casa, Luna no dejaba de hablar de lo indignada que estaba ante toda la situación. Jor se sentó mientras la escuchaba hablar, Hasta que le interrumpió
–¿Por qué dijiste que Mesphito sólo se aparece en sueños? – Luna se quedó en silencio- ¿Se te apareció?
–¿A ti se te apareció?
–Yo pregunté primero. -Jor fue firme, así que Luna suspiró y se sentó junto a él-
–Sí, se me apareció en un sueño. Me dibujó un mundo perfecto con mi familia y me “Pidió” quedarme ahí. Cuando dije que no, se molestó. Y ya ¿A ti?
–También se apareció en un sueño, no, en realidad no era un sueño. Yo estaba despierto. Estaba con mi papá y, él apareció. A mi no me pidió nada, sólo entró y apretó a mi padre por el cuello.
–¿Por el cuello? Que ironía.
–¿Por qué lo dices exactamente?
–Por nada. Yo me entiendo. – Se levantó- Entonces, estoy va enserio. Muy enserio. -Movía su cabello nerviosamente- Esto es una locura.
–Todo va a estar bien. -Respondió con mucha naturalidad- Sólo hay que seguir con lo que estamos haciendo. Hacer lo que tu dijiste, lo de tu cronograma. Y vamos a salir de esta. – Luna se le quedó viendo y negó-
–Ahora repítelo, pero creerlo tu primero. Dime la verdad, dime lo que piensas.
–¿Lo que pienso de verdad? – Luna asintió- Todos vamos a morir. -Respondió con una gran sonrisa-
–Hay que creer.
–Como si tu creyeras mucho en esto. Vamos Luna, seamos honestos. Tu también piensas lo mismo que yo, lo mismo que todos los demás. – La rubia pasó sus manos por su cara-
–Tienes razón, pero hay un rayito de esperanza que a veces se alumbra me dice que sí puedo hacerlo. Y me voy a aferrar a eso. Y sé que tu también te aferras a eso.
–No lo niego, tengo esperanza, pero soy realista. No es lo mismo enfrentar a los pequeños demonios que irse con el mayor. Mira como nos fue con él segundón. Si vamos a hacer esto, tenemos muchísimo trabajo adelante y no tenemos idea del tiempo. Así que, ahí vamos ¿No? Vamos a tener una actitud positiva. -Dijo con sarcasmo-
–No te soporto cuando te pones así. – Se fue hacia la cocina y desde ahí le gritó- Señor corazón de Hielo ¡Lo vamos a lograr! – Le lanzó un beso desde la puerta de la cocina y luego se volvió a adentrar-
Los días pasaban, cada uno de ellos era muy intenso. Luna con la escuela, Jor con la Universidad, los ataques que ocurrían esporádicamente, los entrenamientos y las prácticas. Era agotador. Luna entrenaba con absolutamente todos los chicos, quería tener conocimiento de todo y de todos, y esto lo que hacia era hacerle sentir muy débil, no era tan fuerte como creía, todos podían vencerle cuerpo a cuerpo. Pero era tan terca que no iba a detenerse hasta lograr mejorar en todo sentido. Las prácticas de magia las hacia con Jor, y él también mejoraba, pero muchísimo más rápido que ella. Una tarde, ambos se encontraban en lo suyo, y como siempre estaban discutiendo.
–Te estoy diciendo que no puedo. Hay conjuros, hechizos que no puedo hacer. -Gritaba Luna-
–No me grites.
–Pero es que me frustro. No es justo que desde que estamos con esto, todas tus millones de habilidades han mejorado y yo no. Ni siquiera puedo conjurar los vientos de Watoomb o los siete soles de Cinnibus. -Jor le veía con mucha confusión-
–Esas cosas suenan tan extrañas, y hasta podría decir que peligrosas. – Luna encogió los hombros- Vamos a hacer algo. Toma aire, respira profundo y olvida que hay algo a tu alrededor. Vuelve a intentarlo. – Luna asintió y cerró sus ojos, respiró profundo y se dispuso a conjurar los soles. Pero al hacerlo, apenas una leve luz se alumbró en sus manos. Jor no pudo evitar reírse- ¿Esos son los siete soles de donde? ¿De la pitufialdea?
–Burlate, claro, para ti es fácil decirlo… No tienes idea de lo frustrante que es est… - Se quedó callada de golpe, Jor tuvo que correr hacia ella para evitar que cayera al suelo, había perdido el conocimiento. Pero lo que realmente pasó fue que su esencia fue proyectada afuera de su cuerpo, no por voluntad. Y no estaba ahí, estaba en otro lugar, un salón blanco sin muebles ni nada. Mientras daba vueltas tratando de entender lo que pasaba, escuchó una tenebrosa risa, la reconoció al instante, era Mephisto, cuando volvió a voltear, él estaba sentado en una mesa blanca con una copa en su mano y a su lado, Blackheart- Esto tiene que ser una broma ¿Qué quieren? ¿Acaso no tienen otra cosa que hacer que molestarme a mi? ¿No están planeando conquistar este mundo? ¿Entonces? ¿Qué hacen ahí? Aburren.
–Que impertinente eres. -Respondió el rojo demonio- Pero tienes garra. – Se puso de pie- Sé que la última vez te dije que no habría otra oportunidad de hacer lo correcto. Pero soy un alma caritativa. – Se detuvo frente a ella- Vine para hacerte la oferta nuevamente, pero esta vez con un poco menos de felicidad. Regresa a tu mundo, deja que el curso de la historia fluya.
–¿Que la historia fluya? Estas demente. Yo de aquí no me voy hasta alcanzar mi cometido. Cueste lo que me cueste. – Al decir esto, notó que Blackheart alzó la mano. Ella se puso alerta-
–Sin violencia, nadie quiere que esto se salga de control. -Mephisto exclamó haciéndole gestos para que Blackheart bajara la mano- Tu convicción es tan atrapante. Digamos que está bien, que no te vas a tu dimensión, podrías quedarte, aquí, con nosotros. – Luna frunció el ceño- Tienes grandes actitudes que podrían ser de mucha ayuda. – La pequeña rubia empezó a reírse-
–¿Me estás ofreciendo unirme a ti? ¿A esta causa de destrucción?
–Reestructuración. – Le corrigió el de rojo-
–Estás completamente loco si piensas que yo me voy a dejar doblegar por ti. Jamás, óyeme bien ¡Jamás! – Estaba tan segura en sus palabras. Mephisto lanzó una risa macabra y volteó hacia Blackheart, este se acercó un poco y habló-
–Te pareces tanto a tu padre.
–No nombres a mi padre.
–Exactamente igual ¿Sabías que sus últimas palabras también fueron de negativa? -Expandió sus manos transformando toda esa blanca habitación en un lúgubre campo de batalla. Todo estaba destrozado, había por lo menos una docena de cuerpos en el suelo. Y al fondo, Mephisto sosteniendo a un muy mal herido Stephen del cuello. La desesperación de Luna era gigante, sabía que esto podría no ser real, pero era agobiante. No podía hacer nada, parecía que estaba paralizada, sólo podía escuchar.-
–¡Stephen Strange! Hechicero supremo. Vaya bazofia -Vociferaba Mephisto- Que pena ver que este lugar cuenta con guardianes de esta calaña. Nadie es digno. Incluso tu. Pero te veo con un aura diferente. Podrías ser útil.
–¡Jamás! Prefiero morir de pie que vivir arrodillado.
–Que lindas palabras. -Sonrió terroríficamente- Te voy a ofrecer un trato…
–¡No! No quiero escuchar ninguno de tus trucos, ninguno de tus engaños. No te voy a dar el placer de que te quedes con mi alma. – Los ojos de Mephisto brillaron en un rojo intenso-
–¿Es tu última voluntad?
–Es mi última voluntad. – La respuesta de Stephen fue tajante. Estaba al borde de la muerte y jamás traicionó su visión. Mephisto visiblemente molesto lo lanzó sobre un montón de escombros en donde resaltaban algunas estructuras metálicas, en donde quedó empalado. El gritó de Stephen fue desgarrador, Luna sintió que una parte de su alma se había roto-
–Que forma tan patética para morir, siendo un hombre tan poderoso. -Fueron las palabras que Mephisto expresó antes que toda esa imagen tan espantosa desapareciera. Todo parecía volver a donde estaba, la voz del demonio le hizo una última advertencia a Luna.- El tiempo se acaba.
Y Boom, Luna había regresado a su cuerpo. La primera bocanada de aire que tomó fue asfixiante, tuvo que detenerse para respirar, pero se le hacia muy difícil, todo lo que había visto, era demasiado para ella.
–¡Luna! ¡Luna! ¿Estás bien? -Preguntan Jor preocupado-
–No, no lo estoy. -Ella se repuso rápido- ¡No lo estoy! -Gritó- El maldito hijo de perra me mostró como asesinó a mi papá. -Jor se desconcertó ¿Qué había pasado? Luna estaba en un estado de hervor emocional- Esto ya no sólo es una misión de salvación. Esto ya es personal. -Movió sus manos con rapidez y todo el salón de entrenamiento se incendió en fuego. Jor por reflejo congeló todo. Pero cuando volteó hacia su hermana para preguntarle lo que había pasado, ella ya había salido de ahí. Luna lo había aceptado, por fin había aceptado que su padre estaba muerto, que Mephisto lo había asesinado, y por fin logró el conjuro de los siete soles-
–Se está volviendo salvaje. -Murmuró Jor- Me encanta. Era el punto que faltaba. Ahora sí lo vamos a lograr. Ahora si. -Expresó tanto con preocupación como con alegría-PD: ¡Hola! Nunca había escrito una nota por aquí, pero bueno esta ocasión lo Amerita. ¡Estoy demasiado nerviosa por Endgame! Me da miedo lo que pueda pasar. Sé que no tiene nada que ver con esto, pero quería "Gritarlo"
Gracias por leer.
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Magical Issues
FanfictionUn manto de oscuridad estaba por extenderse sobre el universo haciendo tambalear el control y seguridad del multiverso. Los guardianes y defensores dimensionales han caído uno a uno, dejando las barreras completamente indefensas. Luna Strange, la h...