Capítulo 24

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Con una mezcla entre emoción y conmoción, Luna se acercó a Stephen. No sabía que decir, su cerebro no conectaba con su boca. Sólo volvió a expresar.

–¡¿Papá?!

–No exactamente. -Respondió ese hombre de voz rasgada. Luna frunció el ceño, conocía esa voz y no precisamente por haber escuchado a su padre hablar-

–Tu voz ¡Eras tú! Siempre fuiste tu el me estuvo guiando.

–Puede que no sea exactamente la persona que tu esperas al ver esta cara, pero jamás te dejaría a la deriva. – Luna sonrió emocionada. Jor a la espalda de Stephen le habló-

–¡Señor! -Extendió la mano cuando él volteó.-

–¡Jörmundgander! – Le nombró emocionado y le ofreció un firme apretón de mano- Debo agradecerte, has hecho un gran trabajo. -Jor asintió dejando desconcertada a Luna-

–¿Perdón? ¿Ustedes se conocen? -Tanto Jor como Stephen observaron a Luna-

–Ehhh sí. -Respondió un poco cortado Jor- Lo que pasa es que yo no me podía quedar sólo con una sola opinión con respecto a lo que me habías dicho cuando llegaste. Así que fui a buscarlo a él y me confirmó todo lo que dijiste. Me habló del multiverso, de las diferentes tierras y hasta los nombres que tienen… Son numeritos ¿No?

–Y por qué no me lo dijiste. – Le reclamó-

–Porque no podía…

–¡Niños! -Les interrumpió Kate- No es momento para chácharas ¿Están escuchando eso? -Todos se quedaron en silencio. Se escuchaba un fuerte sonido que parecía provenir de abajo del suelo. Todos los que estaban ahí se pusieron alerta, pero de poco sirvió, todos estaban esperando que algo apareciera, pero lo que ocurrió fue diferente. Como una gran onda de vibratoria que se llevó todo a su paso. Strage intentó contenerla, pero fue demasiado fuerte, también se lo llevó a él.  Cuando todos lograron ponerse de pie, él corrió hacia Luna.

–Luna, ven. -Ella estaba un poco atolondrada- Escúchame bien, tienes que ir a…. -Nuevamente se vio interrumpido por otra de estas ondas, esta sí logró contenerla, pero estaba tan concentrado en ello que no pudo darse cuenta que, resultado de la primera onda, un helicóptero había perdido en control y estaba a punto de estrellarse contra un edificio. Cassandra aumentó su tamaño para impedirlo, pero estaba muy lejos. Luna también intentó hacer algo, crear un escudo o algo que protegiera a las personas que estaban en el edificio, pero fue muy tarde, no logró hacerlo. La sensación que experimentaba en ese momento era agónica, no podía creer que no haya logrado salvar a esas personas. Era increíble como el espíritu de una persona se podía romper en cuestión de segundos. Luna lloraba desconsoladamente viendo aquella escena de caos, así que Jor corrió hacia ella y le apartó la mirada dándole un abrazo.  Luna encajó su cara en el pecho de su hermano.-

–Tienes que calmarte, respira profundo y Cálmate.

–¿Cómo quieres que me calme? Personas acaban de morir y no pude ayudarlos.

–No siempre se pueden salvar a todos. Lo intentaste, y eso es importante. -Ella seguía llorando- Mírame – Le tomó el rostro- Lo hiciste bien ¿Ok? Ahora hay que seguir. -Ella asintió mientras los demás, que estaban disgregados se unían al grupo. Stephen se acercó a Luna nuevamente, tenía algo que decirle, pero le habían interrumpido-

–Jor tiene razón, lo hiciste bien. Pero todavía hay mucho que hacer. – Luna tragó fuerte- Escúchame bien, no puedes estar aquí así, tienes que… - Mientras él hablaba todos empezaron a ver hacia el cielo con preocupación, pero Teddy le interrumpió-

–Lamento interrumpir. -Stephen tomó aire, ya era la segunda vez que le interrumpían- Pero ¿Si ve lo que hay allá arriba? – Le señaló hacia arriba. La sorpresa era evidente en la cara de los Strange. Una especie de portal oscuro se iba abriendo, y del mismo parecía que algo emergería pero algo más sucedió. Una muy brillante luz iluminó todo el espacio, casi todos tuvieron que cubrir sus ojos ante tal brillo. De la misma luz una pequeña explosión que contuvo lo que sea que fuera a salir de aquel portal. Los demás estaban expectantes por saber lo que había pasado. Y ahí fue cuando él apareció, ese hombre que de algún modo estaba siendo muy esperado. La expresión de Jor era una mezcla emociones, tragó fuerte mientras dibujaba lentamente una sonrisa. El hombre de largo cabello negro y expresión juguetona, sonrió pícaramente abriendo los brazos hacia la multitud.

–¿Me extrañaron? – Dijo vivamente.-

–No puedo creerlo. -Murmuró Luna-

–¿Siempre debes hacer una entrada dramática? -Expresó Stephen acercándose a él-

–Sí no es así ¿Entonces de qué serviría? - -Respondió sin borrar la sonrisa. Al ver a Jor se acercó lentamente- ¿No vas a decirme nada?

–¿Tengo qué? -Tragó fuerte- Estás aquí, así que es algo bueno. – Se quedó viéndole en silencio, quería abrazar a su padre, pero, no era ni el momento, ni el lugar para volverse sentimental. Loki sí sintió ese resentimiento en la voz de Jor-

–Hay una razón, hay un motivo para todo esto. – Colocó su mano en el hombro de su hijo- Pero ya habrá tiempo para hablar de todo eso. Para explicarle todo a tu madre y a ti. Pero ahora, es momento de terminar con esto, hay mucho que hacer. – Jor asintió dibujando una sonrisa-
Mientras estos dos hablaban, Stephen volvía a intentar hablar con Luna.

–Ahora sí, escúchame. No puedes estar aquí sin lo necesario. – Luna asentía- Tienes que ir hacia el santuario, ahí vas a encontrar lo que necesitas para poder continuar, para poder terminar con todo esto ¿Si?

–¿Qué? ¿Cómo que tengo que ir a…? ¿Qué? ¿Porqué yo?

–Vamos Luna, Lo sabías desde el principio. Debes tener fe en ti misma, tal como esta mañana ¿Si? -Ella suspiró- Sabes que puedes hacerlo -Todos confían en ti, yo confío en ti. – Luna vio a los lados, a los demás chicos poniéndose en guardia ya que otra horda de demonios se acercaba. Vio a Jor junto a su padre y volvió su mirada a Stephen. Sus ojos mostraban una fuerte convicción-

–Ok, ok, voy a hacerlo. Estaba convencida de hacerlo antes y voy a hacerlo. -Stephen asintió y creó un portal por donde se adentró Luna-

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