Magical Issues

Capítulo 4

Después de su momento sentimental, Jor tomó una postura firme para poner los puntos claros.

–Uff -Exageró sacudir su cuerpo- No estoy acostumbrado a estos momento de debilidad. -Pasó sus manos frente a su cara para “hacerse” caer en la realidad.- Ok, estoy contigo en esto. Pero hay que hacer las cosas bien. – Luna le escuchaba atenta- Tengo que saber a qué nos vamos a enfrentar exactamente -Ella iba a hablar, pero Jor se lo impidió colocando su mano frente a su cara- Eh, un momento, déjame terminar. -Empezó a ver a los lados- Yo no puedo dejar que tu quedes aquí. Esto es tan… tan deprimente.

–No tengo otro lugar a dónde ir. Además, no está tan mal, por lo menos tengo una cama y un techo. En tiempos de guerra-Encogió los hombros-

–Ni porque sean tiempos de guerra. No puedes quedarte aquí.

–¿Y qué hago entonces? No puedo hacer nada. -Jor suspiró y torció la boca-

–Mi departamento no es tan grande, pero es mil veces mejor que esto. – Luna frunció el ceño- Por lo menos hay un refrigerador y tengo televisión satelital. También tengo el espacio suficiente para compartirlo con alguien, podríamos estar como dos ahí.

–¡Wow! ¡Wow! ¡Wow! ¿Me estás diciendo que me vaya a vivir contigo?

–¡Sí! -Respondió con naturalidad-

–¿Estás consciente de que no tienes más de dos horas conociéndome?

–Lo sé, pero no puedo explicar qué hiciste conmigo. Es como si me hubieses hechizado. Siento que debo hacerlo todo para ti. Eres una bruja. – Luna empezó a reir-

–¿Sabes? A mi me dijeron eso sobre ti, sobre ese efecto que tenías en las personas.

–Al parecer tu poder es más fuerte que el mío. -Encogió los hombros- ¿Qué dices? ¿Te vienes conmigo?

–No lo sé. Hay alguien, algo o lo que sea, que me está supervisando. Y no puedo tomar decisiones así sin tener su aprobación. Tengo que esperar. -Él movió la cabeza hacia un lado- Pero, eso no es un impedimento para empezar con esto.

–Ok, déjame ponerme cómodo en esta silla. Perdón, siento que en este lugar hubo un asesinato. -Decía mientras se sentaba en la misma silla- Cuéntame ¿Quién está detrás de todo?

–Voy a lanzarlo sin rodeos. Mephisto es quien está detrás de todo esto. -Jor tragó fuerte mientras parpadeaba rápidamente- ¿Sabes quién es Mephisto?

–Claro que sé quien es Mephisto. Todo el mundo sabe quien es, o al menos deberían saberlo. -Se escuchaba nervioso- Es el mismísimo Satanás.

–Algo así.

–Algo así no. Mephisto es el mismísimo Satanás, el demonio en carne.

–Pero no está solo. Con él, bueno no con él exactamente, sino el ejecutor de todo es su creación, su hijo, Blackheart. También tiene un ejército de demonios. – La cara de Jor fue un poema-

–¿Por qué no me dijiste eso antes? ¿Por Qué sólo te limitaste a decirme que me necesitabas y ya?

–Ya me diste tu palabra, no te puedes echar para atrás.

–No, claro que no. Pero… - Se puso de pie- ¿Estás escuchando? ¿Te has puesto a analizar la situación? ¿Qué vamos a hacer tu y yo contra Mephisto, Blackheart y un ejército de demonios? Ni puedo imaginarme el escenario. Es demasiado. -Caminaba de aquí para allá-

–¿Tienes miedo? – Luna le plantó cara haciéndole voltear a mirarle con furia- Dime ¿Tienes miedo? Porque yo también lo tengo, no tengo problemas aceptándolo. Estoy consiente de que es prácticamente una misión suicida, pero si confiaron en mi, yo debo darlo todo de mi parte. Respóndeme entonces ¿Tienes miedo? -Jor estaba firme frente a su hermana, intentaba no mostrar alguna expresión. Era evidente que enfrentar a ese tipo de amenazas, era más que peligroso, era cotejar a la muerte. Todavía no había dicho nada, cuando el sonido de alguien tocando la puerta le salvó de dar una respuesta. Luna le miró fijamente, y luego fue hacia la puerta. Al abrirla, no encontró a nadie, pero justo al frente había una maleta. Con evidente confusión se asomó al pasillo, no había nadie, no sé escuchaba un alma. Así que con cautela tomó la maleta y cerró la puerta- Que raro. -Alzó la maleta, se sentía vacía, pero algo sonaba adentro-

–¿Quién era? -Aprovechó para cambiar la conversación-

–No idea, no había nadie. Sólo dejaron esta maleta. – La colocó en la mesa y la abrió. La joven Strange sonrió. Adentro no había gran cosa, pero era un gran mensaje-

–¿Qué pasa? ¿Por Qué sonríes así? ¿Qué hay ahí?

–Dinero y un celular. Pero no es lo que hay, es lo que significa. Me están dando la autorización para irme contigo. -Jor abrió sus brazos y luego aplaudió-

–¡Perfecto! Entonces, empieza a hacer esa maleta ya mismo, que nos vamos de aquí.

–No estés cambiando el tema….

–No lo cambio. Sólo estoy pensando. Hay muchas cosas que hacer, una de esas es pensar. -Hablaba muy rápido- Y no vamos a poder hacer esto sólo, vamos a necesitar ayuda, mucha ayuda. Vamos a necesitar a algunas súper personas. – Dijo con picardía alzando una ceja-

–¿Conoces a Súper personas?

–Algunas ¿Y tú? – Luna encogió los hombros- No, es cierto tu no conoces a nadie aquí.

–Conozco a alguien. Sólo es cuestión de preguntar si nos puede ayudar.

–Entonces, vamos con todo. – Dijo con mucha seguridad mientras alzaba la mano esperando a que Luna chocara los cinco. Cuando ella lo hizo, se dieron un fuerte apretón.-