PDV HUGO
La presentación ha sido todo un éxito. Pero si hay algo no puedo quitarme de la cabeza es la felicidad que irradiaba Lía. Después de mucho tiempo pude verla con ese brillo que me cautivo cuando la conocí.
Mientras charlamos con Nadine, su hermana, y su marido, busco con la mirada a Lía, pero no la encuentro. Hace un rato que se fue al baño y aún no ha vuelto, y aunque en el fondo sé que estoy paranoico no puedo evitar no preocuparme por ella.
Busco de nuevo a ver si la encuentro y nada. Decido acercarme hasta Cristian que habla animadamente con Silvia. Estos cuando me ven sonríen.
-¿Habéis visto a Lía?-Pregunto.
-Está en el baño.-Responde Silvia.
-¿Aún? Lleva ya varios minutos sin aparecer.-Siento como un pequeño nudo se instala en mi estómago y no puedo evitar no preocuparme.
-Se habrá encontrado con alguien, no te preocupes Hugo.-Silvia posa su mano en mi hombro y sonríe.
Decido desistir ya que no veo a Silvia muy colaborativa. Vuelvo junto a su hermana y su marido y volvemos a hablar. No les digo nada por no preocuparles, pero esta vez empiezo a ponerme nervioso. No puedo dejar de mirar el reloj, otros diez minutos pasan y Lía sigue sin aparecer. Nadine me mira interrogante y sonrío para quitarle hierro al asunto. Pero en el fondo se que mi sonrisa no ha sido del todo convincente.
-¿Qué ocurre?-Me pregunta Nadine.
-Nada, tranquila. Voy al baño.-Señalo hacia la puerta y me voy.
Mientras salgo de la sala marco su número, da tono, pero finalmente me manda al contestador. Vuelvo a llamar dos veces más, pero en todas ocurre lo mismo. Me acerco hasta el baño de mujeres y dudo unos segundos en entrar o no. Me sentiré completamente ridículo si está aquí.
Miro hacia los dos lados cerciorándome de que no viene nadie y entro. Las luces están encendidas, pero no se escucha nada.
-¿Lía?-Pregunto esperanzado.
Me quedo quieto en mi lugar, esperando recibir respuesta, pero nada ocurre. Mi respiración empieza a ser acelerada y mi corazón a palpitar más fuerte.
-¿Lía?-Repito.
Al no recibir respuesta empujo la primera puerta de los baños, vacía. Repito esta misma acción con los cinco restantes. Y en ellos me encuentro con lo mismo. Nada.
Siento como los músculos de mi cuerpo se tensan completamente. Noto incluso como mis labios se secan y es entonces cuando siento que algo no está bien. Salgo del baño y camino hacia el exterior. Varias personas están a un lado hablando tranquilamente. Algunas de ellas fuman otros en cambio solo charlan.
Me acerco hacia ellos y cuando uno de ellos se percata de que estoy a su lado el grupo se gira.
-Siento interrumpir pero, ¿habéis visto a Lía?-Pregunto indeciso, quizás no la conocen.
El grupo me dice que no, que desde la pasarela no la han visto. Justo cuando voy a girarme una de ellas habla.
-Ahora que lo dices, la vi hace un buen rato hablando con Silvia. Luego salió de la sala y no la he vuelto a ver.-Dice la chica morena.
-Muchas gracias.-Intento sonreír.
Saco mi teléfono y vuelvo a llamarla. Pero me vuelve a mandar al contestador.
Empiezo a ponerme nervioso. Entro de nuevo a la sala y busco a Cristian. Cuando lo veo le hago unas señas con mi mano para que se acerque, este le dice algo a Silvia al oído y viene.
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El silencio de Lía (CORRIGIENDO)
RomancePodía calificar mi vida como perfecta. Un buen trabajo, amigos y el mejor novio del mundo. Samuel era cariñoso, atento y detallista. Pero todo cambió. Llegaron los golpes, los gritos y los abusos. Las cadenas que me ataban a él cada día apretaban má...