Texto. Me despierta la insistencia del timbre del telefonillo, que por poco no me agujerea un tímpano. Será Heechul, con una de sus tragedias. Me arrastro hasta la entrada.
—¿Quién es?
—¡Soy Sungmin! Estoy aquí con Donghwa, ¡hemos hecho novillos para hablar contigo! ¡Abre la puerta de una vez!
¿Se han vuelto locos? ¿Saben qué hora es?
Ya ves, las ocho. Ni he oído el despertador. Y el dolor de cabeza es, como mínimo, insoportable. Será culpa del mojito que tomé ayer por la noche.
No me da tiempo ni a abrir la puerta y ya Sungmin y Donghwa entran corriendo en casa presos de una gran agitación.
—Llevamos toda la noche tratando de llamarte, ¡siempre tienes el móvil apagado! —Sus voces se solapan y no se entiende nada, creo que sigo durmiendo y que esto es una pesadilla.
—¡Silencio! —Los regaño mientras pongo el agua a hervir, porque necesito urgentemente un café—. ¡De uno en uno, por favor!
—¡Se trata de Lee Hyukjae! —me explica Sungmin, y con tan sólo oír ese nombre recupero enseguida toda la lucidez necesaria para seguir cualquier tipo de razonamiento.
—¿Qué ha pasado?
—No te lo vas a creer... —continúa, y se detiene a tomar aliento—. ¡Ayer por la noche me lo encontré! Parece increíble, pero ¡es el mejor amigo de Kyuhyun! Habré oído hablar de él al menos un millón de veces, pero no podía imaginar que fuera él, ¿me entiendes?
El destino no para de servírmelo en bandeja de plata, precisamente ahora que estaba a punto de dejarme en paz. No es justo. Sin embargo tengo la sensación de que, para bien o para mal, lo que Sungmin está a punto de decirme tendrá consecuencias importantes en mi vida.
—¿Y entonces? ¿Qué increíble acontecimiento se produjo? ¿La tal Jieun dio a luz un equipo de futbolín?
—¡Sí, se trata exactamente de Jieun! ¡Es todo falso! Te lo juro, ¡se lo ha inventado todo! ¡La he visto yo con mis propios ojos! ¡Es una cabrona! ¡Y él está como un queso!
Está tan alterado que sigo sin entender nada.
—¿Puedes explicarte bien?
—Lo que Sungmin está intentando decir —interviene Donghwa más calmado— es que ayer por la noche encontró a Hyukjae en la fiesta de Kyuhyun y ha descubierto que ni tiene novia ni espera ningún hijo.
—Eso ya lo sabía —lo corrige rápidamente Sungmin—. Habré oído hablar de él un millón de veces, ¡y hasta sabía que andaba metido en una relación virtual en Internet! ¡Sólo que no podía imaginar que se tratara del mismo Hyukjae!
Vuelvo a quedarme completamente confundido, puede que por mis pulsaciones, que han subido hasta el infinito.
—¡No lo entiendo!
Han vuelto a hablar las dos a la vez. Al final Donghwa logra salirse con la suya y continúa el solo:
—Jieun se lo inventó todo para alejaros al uno del otro...
—¡Sí! Imagina qué cabrona, de alguna forma logró acceder al ordenador de Hyukjae y ¡escribirte ese mensaje fingiendo ser él!
—¿Habláis en serio?
—Te lo juro —insiste Sungmin—. Sé que parece increíble, pero ¡así es! Ella es una arpía, se leyó todos vuestros mensajes y después te escribió el que recibiste. Naturalmente, después lo borró para que Hyukjae no entendiera el porqué de tu repentino alejamiento. El se limitó a observar que lo habías eliminado y cuando intentó volver a solicitar tu amistad y tú lo rechazaste pensó que no querías volver a saber nada de él. Además Facebook le había notificado que tú y Suho habíais vuelto a ser amigos y por lo tanto creyó que habíais vuelto a salir juntos y que por esa razón no querías volver a hablar con él. ¿Te das cuenta?
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Lovebook
RomanceDonghae tiene ocho años cuando a la salida del colegio se encuentra con Hyukjae. Él sólo es un niño mientras que Hyukjae es un adolescente. La diferencia de edad entre ellos es una barrera que no se puede romper. Pero quince años más tarde, después...