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Ari llegó temprano como siempre a su primera hora de clases.

Y minutos después llegó Temo, como siempre.

- Ash -dijo el castaño con "fastidio" al ver a Aristóteles sentado en su lugar, como si eso no fuera de esperarse- Ya estas aquí.

- ¿Encerio tienes que decir eso?, Siempre llego temprano y lo sabes. Pero aun así lo sigues diciendo.

- Aja si, como digas -hablo con desinterés.

Temo lo ignoro sentándose en su lugar.

- Temo!! Ven vamos a ir por un café antes de que empiece la clase y sirve que no estas aquí encerrado con el Nerd. -Hablo Mateo uno de los amigos populares de Temo.

- Si ya voy.

Temo salió del salón dejando solo a Aristoteles, quien sintió un gran alivio al estar solo de nuevo. Sacó su libro para seguir leyendo su historia.

Mientras tanto en la cafetería se encontraba Temo y sus amigos.

- Oye no tenías porque decirle así a Aristóteles.

- ¿Por qué?, Eso es lo que es, un nerd. -hablo Mateo alzando sus hombros sin darle importancia.

Temo ya no dijo nada, pero se quería disculpar con Ari por lo que dijo Mateo.

[....]

Yolotl llegó al salón sentándose junto a Aristoteles.

- Que tienes? Porque esa cara?. -Preguntó la chica.

Cualquiera que viera a Aristoteles en ese momento diría que no tiene absolutamente nada.

Pero Yolo no es cualquier persona, es su mejor amiga, su sobrina y sabe perfectamente que él está mal.

- Cuál cara de que? Yo no tengo nada.

- Aja, si claro y yo no soy fresa.

- Bien, si tengo algo, ¿y que?

- ¿Y que es?, ¿Es por alguien? O es por... ¿Temo?.

Ari la miro frunciendo el ceño dejando su libro a un lado, odia que lo conozca tan bien.

- Ok si, sí es por el, estoy harto de que me traten como basura. No de echo una basura vale más que yo. -dijo enojado.

- Ok si, pero yo más bien creo que tu enojo es por algo más y no porque te traten como basura, eso nunca te ha importado y ahora resulta que si.

- Es que... Ya mejor olvídalo ¿sí?.

Temo entro al salón mirando que nadie estuviera por el pasillo. Parecía como si estuviera escapando de alguien, pero en realidad traía un café un su mano, el cual era para Aristóteles.

Miró donde estaba sentado y camino hasta él.

-- Hola.

Saludo Temo.

Ari no respondió. Aunque era un poco obvio.

- Te traje esto e-es por lo que dijo Mateo hace rato.

Yolo no decía nada solo se levantó y se sentó dos asientos más atrás para que se sintieran un poco más cómodos.

Se notaba que querían estar solos.

Ari le hizo una cara a Yolo para que regresara a sentarse junto a él pero ella se negó.

- ¿O sea que te estas disculpado?.

La sangre subió hasta las mejillas de Temo, haciendo que apareciera un sonrojo.

- N-no, yo no dije eso. -se volteo sonrojado.

- No lo dijiste, pero si lo estas dando a entender. -explico.

- Solo toma el café y ya. -respondió rápido. Todo esto le resultaba vergonzoso.

Temo extendió el café para que Aristoteles lo tomara. Y estaba por decir algo más cuando los demás compañeros entraron mirando con extrañes a Temo.

Hace rato Temo, había dicho que hiba a terminar una tarea antes de que llegara la maestra pero nunca dijo que estaría con el "Nerd".

Temo no supo que hacer, los estaban viendo como esperando que algo pasara o mejor dicho a que Temo le hiciera algo a Ari.

Y lo primero que se le ocurrió fue tomar el café y tirarlo sobre Aristoteles.

Yolo camino hasta Temo muy enojada.

- ¡¿Que haces imbecil?!. -le grito tirando una cachetada en la mejilla del castaño.

Yolo tomo de la mano a Ari sacándolo del salón para llevarlo al baño y que se pudiera limpiar la ropa.

Las risas en el salón no se hicieron esperar.

La maestra entró y la clase comenzó.

Temo se sentía fatal Aris no se había presentado a ninguna de las clases desde entonces y seguramente era por su estúpida culpa.

Ahora estaba en clase de Historia y le tocaba con su mejor amigo Diego.

Se encontraba contándole todo lo que había sucedido unas horas atrás.

- Eres un estúpido.

Diego llevaba regañando a Temo desde que Ari salió con Yolo del salón.

- Ya lo sé no hace falta que me lo recuerdes cada cinco minutos. -rodó los ojos.

- Pero es que de verdad lo eres.

Temo rodó los ojos con fastidio y es que Diego tenía razón, había sido un estúpido.

- ¿Cómo se te ocurre tírale el café encima?, Si yo fuera Aristóteles, te hubiera puesto unos madrazos en ese momento, pero no. Aristóteles es demasiado amable como para hacer eso.

Temo suspiro.

- No sé ni porque carajo lo hice, todo estaba bien, estaba apunto de pedirle disculpas y de un momento a otro ya le había tirado el café encima.

- Yo creo que es por que tienes miedo de lo que dirán las personas.

- No lo creo nunca me ha importado lo que piensen.

- Pues ahora no lo parece. Aunque también creo que es porque tienes miedo de que él se entere de que te gusta y que te trae loco desde que lo viste en la cafetería el primer día de preparatoria.

Temo sonrió y agradece que su mejor amigo no se haya ido lejos a otra preparación.

- ¿Qué chingados? ¿Lees mentes o qué?.

- No, pero te conozco y no me puedes ocultar nada.

- Touche.


Atte: Queen











Nerd de mi corazón [Aristemo] (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora