Corrieron por las calles de la ciudad como si solo estuvieran ellos dos.
Temo vio unas bicicletas rentables y se detuvo rápidamente sin que el rizado se diera cuenta.
Rento dos bicicletas, se subió a una y se adelanto hasta donde Aristoteles.
— Señor Aristocles, ¿le gustaría dar una vuelta conmigo por esta hermosa ciudad? —pregunto lo más formal que pudo.
— Jaja ¿qué haces?, ¿de donde sacaste esa bicicleta?
— No preguntes y ve por esa que esta haya —apunto donde estaba la otra bicicleta— y alcanzame si puedes.
Temo pedaleo rápido por la acera mientras Aristoteles se subía a la otra bicicleta intentando alcanzarlo.
— Ya veras Cuauhtemoc, cuando te alcanze.
Ari pedaleo rápido hasta que Temo se detuvo de golpe en un parque.
— Ari vamos a sentarnos por ahí —tomo la bicicleta con ambas manos empujándola hasta la orilla de un lago.
— ¿Quieres un helado? —pregunto Ari sentándose en el piso junto a Temo.
— Claro, gracias, pero ¿donde conseguirás helado?, no hay heladerías aquí cerca, ¿o si?.
— Descuida, en la siguiente calle venden ¿quieres uno?, yo voy por el.
— Ya habías venido por aquí ¿verdad?.
— Sí, yo trabajaba en un tienda de música, cerca de aquí... Mira es esa de por allá.
Ambos miraron una gran tienda de instrumentos a lo lejos.
— ¿Por qué trabajabas?... Me refiero a que ¿necesitabas el dinero? O...
— Es que cuando vivíamos con mi verdadero padre, no nos alcanzaba el dinero y yo quería aportar algo así que... Me puse a trabajar.
— Quieres decir que el hombre que estaba en tu casa la otra vez, ¿no era tu verdadero padre?
— Sí, así es... Ahora vuelvo iré por los helados —dijo alejándose.
Hace mucho no hablaba de su padre y... La verdad no le interesaba hacerlo.
Temo se quedo pensando durante un buen rato. Arrojaba piedras al lago y miraba las ondas que estas creaban. Hasta que sintió algo frío en su rostro.
— Ari, está frío —se quejo el castaño de sonrisa hermosa.
— No seas dramático, haber deja te lo quito —se acercó a la cara de el menor para lamer su nariz y mejilla quitando el helado que le había embarrado hace un momento.
La cara de Cuauhtémoc estaba roja por completo.
Al rizado le pareció divertido llenarle la cara de helado, además era buena excusa para poder tener su rostro cerca.
— Eso me hace cosquillas, Aristoteles basta —Aristóteles, ahora repartía besos pequeños por la cara de su contrario, haciéndolo reír.
— Ya okay, te dejo en paz... Con una condición.
— ¿Cuál?
— Hum, esta... —Aristoteles tomo a Temo como costal de papas entrando ambos al lago derramando los helados en el piso.
— ¡ARISTOTELES CÓRCEGA!, ¡¿QUÉ TE PASA?! —Temo miró los helados y se echo a reír a lo cual Aristoteles se confundió, ¿no se suponía que estaba enojado?— Tiraste los helados al piso, mira.
— Ay, no. Bueno entonces supongo que te debo uno.
— Sí, así es —Temo lanzó un poco de agua a la cara del rizado mientras sonreía.
Ari hizo lo mismo, y así ambos comenzaron a lanzarse agua.
— Aristóteles, hay que salir de aquí.
— Sí, aún devo ir a mi casa y darle una buena explicación a mi mamá sobre mi ropa mojada.
Temo lo pensó un momento y una idea se cruzo por su mente.
— ¿Y si te presto ropa?
— ¿De qué hablas, Cuauhtémoc?
— Vamos a mi casa y te presto ropa, además... No quiero que te enfermes —bajo un poco su cabeza con pena.
El rizado sonrió.
Se acercó a él, levantando su mentón.
— Gracias, aunque no creo que me enferme —se acercó hasta quedar a centímetros de distancia. Se notaba que había tensión.
Temo fue quien junto sus labios para así crear un beso dulce y tierno, que ambos disfrutaban mucho.
Sus labios se movían con lentitud, disfrutando de cada momento, se separaron y sus labios hicieron un pequeño chasquido que solo ellos pudieron escuchar y sonreír.
Atte: Queen
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Nerd de mi corazón [Aristemo] (Terminada)
FanfictionAristoteles es un "Nerd" según sus compañeros de clase y Cuahutemoc el popular de la escuela, no lo ve de esa manera. #inició: 4 de febrero del 2019 #termino: 9 octubre del 2019