Nerd de mi corazón [Aristemo] (Terminada)

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Era descanso, y ambos se dirigían a las gradas con sus almuerzos en una bandeja.

—Ari, ¿Qué planeas hacer en las vacaciones? —pregunto mordiendo su sandwich.

—No lo sé, ni siquiera lo había pensado —se encogió de hombros.

—Falta un semana, tal vez podríamos... Ir a algún lugar, ¿te parece bien?, o si prefieres pasarlas con tu familia...

—Me gustaría mucho ir a... —Dejo de hablar al sentir su celular vibrar. Saco su celular de su bolsillo, era una llamada de su mamá.

Apenas y contestó, Polita comenzó a hablar demasiado rápido sin que se le pudiera entender nada.

—Mamá, mamá, cálmate.

—Ari.... ¿Estas bien?

—Sí, ¿por qué?, ¿esta todo bien?.

—No... Audifaz escapo, y me llamaron para saber si sabía algo de él. Lalo no estaba, había ido a hacer unas compras que le pedí junto con Arqui, así que estaba sola y él vino a la casa.

—¡¿Estas bien?!, dime que no te hizo nada—dijo comenzando a alterarse.

—Sí, si, solo vino y al ver que no estabas se fue. Te esta buscando a ti mi Aris.

—Mami, voy rápido a la casa espérame—colgó la llamada— Amor, tengo que irme.

—¿Esta todo bien?, ¿Qué pasa con las últimas clases, no entraras?.

Ari negó.

—No, perdón, tengo que ir con mi mamá, te explico luego —beso su frente y rápidamente comenzó a correr dejándolo con la palabra en la boca.

[....]

Rato después de que las clases terminaran, Diego y Temo, caminaban al edificio, ambos estaban en silencio, ambos metidos en su propio mundo.

—¿Por qué vienes tan achicopalado?, ¿Es por que Aristoteles se fue? —pregunto Diego, intentando iniciar una conversación.

—No, pero estoy preocupado, se fue muy de repente y no me dijo nada.

—Descuida, seguro fue algo muy importante, ya veras que al rato llega a tu departamento y te cuenta lo que paso.

Caminaron un rato más, Temo iba demasiado ocupado apensando en el porqué su novio se fue de esa manera tan repentina, así que ni siquiera se dio cuenta cuando lo tomaron por detrás tapando su boca.

—¡Mmhm! —intento gritar, pero fue inútil, el agarre con el que lo tenían era fuerte.

Diego se percato de Temo, y corrió a ayudarlo pero alguien lo golpeo dejandolo en el suelo, y sin poder hacer nada vio como se llevaban a su mejor amigo en una camioneta mal cuidada.

Después de varios segundos volvió a reaccionar bien, pero ya era tarde, se lo habían llevado. Sacó su celular para llamar a la primera persona que se le vino a la mente en esa situación.

Mientras que Temo, iba asustado con su corazón a mil por hora, no sabía que hacer.

Estaba en una camioneta con una bolsa cubriendo su cabeza y las manos atadas contra su espalda, sentía como sus ojitos se llenaban de lágrimas al sentir la impotencia de no poder hacer nada para salir de ahí.

—¡No seas más marica de lo que ya eres y deja de llorar idiota! —intento reconocer esa voz, la había escuchado en alguna parte, pero ahora su cabeza no le permitía pensar con claridad.

La camioneta paro en seco, al parecer no habían ido tan lejos, máximo fueron cinco minutos de camino... O tan vez así se sintió por el miedo en su cuerpo.

Lo tomaron con fuerza de los hombros y lo obligaron a bajar, ahora sabía que eran dos personas quienes lo tenían.

[....]

—¡No me importa! —gritaba desesperado aquel rizado quien hace apenas unos minutos recibió la llamada de Diego, diciéndole que habían secuestrado a su novio.

—¡En tiende con un demonio que no puedes ir como loco a buscarlo, porque ni siquiera sabes donde está!, yo también quiero que este bien, pero su familia aún no está entrada de esto —dijo Polita, intentando calmarlo, pero mientras más lo intentaba menos lo lograba.

Azotó con su mano la mesa de la cocina. Estaba desesperado.

—Tú avisales a su padre y a su hermano, yo no me voy a quedar aquí sin hacer nada sabiendo que corre peligro —camino rápido a la puerta dispuesto a irse en busca de aquel chico.

—Te acompaño —Hablo la rubia levantándose del sillón— Además, no dejaré que vayas solo —tomo su abrigo de la sala.

Aristoteles asintió y salió junto a Yolotl del departamento.

Cuando Diego le llamó, Aristoteles ya estaba desesperado corriendo a buscarlo, pues su padre le había llamado diciendo que destruirá a todos aquellos pecadores, empezando con el que más amaba, y fue cuando comprendió que se trataba de Temo.

Corrieron hasta llegar a una casa abandonada. Se notaba que no falta mucho para no sea más que un montón de escombros.

—Aristóteles, ¿este lugar qué es? —pregunto, Yolo con un tono de voz demasiado bajo.

—Aquí es donde, Audifaz se escondía por meses, era su "guarida", la policía lo encontró aquí una vez cuando intento escaparse —caminaron despacio, tenía miedo, sí, pero su miedo de perder a una persona tan importante en su vida como lo era Cuauhtemoc, podía mucho más que el miedo que lo invadía de perder su propia vida.

—Estará bien, ya lo veras —Animo Yolo, para seguir avanzando.

Un estruendoso ruido proveniente del segundo piso, se hizo presente. Aristoteles, tapo la boca de su sobrina con su mano evitando que gritara.

—Shh —siseo con su dedo índice en la boca. La rubia asintió y este quito su mano para dejarla hablar.

Atte: Queen