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Ari salió corriendo de la preparatoria.

Yolo lo esperaba afuera como siempre.

— ¿Donde estabas Aristóteles?, tengo como una hora esperándote. -reclamó la rubia.

— Perdón es que... Vámonos ya al edifico.

Mientras caminaban esa escena con el castaño se repetía en su mente una y otra y otra vez.

Su mirada se perdió pensando en aquello, Yolo lo miró y detuvo su paso.

— Aristoteles. -llamó la chica, pero este no se inmutó.

Yolo agitó su mano frente la cara de él rizado pero este no reaccionaba.

— ¡¡¡ARISTOTELES CORCEGA!!!.

Grito haciendo que Ari volviera a la normalidad.

— Te fuiste ¿En que piensas?.

— Nada, nada, sigamos porque ya quiero llegar a mi casa.

Por el camino Ari no sabía si contarle a Yolo sobre lo que pasó con Temo. Quería un consejo.

Se lo diría, pero tal vez después, ahora solo quería el consejo de alguien como su madre.

Ambos llegaron al edificio, Yolo entró a su apartamento y Ari entró al de él.

Su mamá estaba doblando algunas prendas mientras las apilaba en una canasta.

Arqui su hermanito jugaba tranquilo en el sofá.

— Hola ma' ya llegue.

Ari dejo su mochila en la mesa.

— Hola Ari, ¿qué tal te fue?

— Bien, aunque...

Seguia confundido.

Polita dejo de hacer eso para prestarle atención a su hijo. Parecía desorientado.

— ¿Qué pasa mi Aris?.

— Es que... ¿Cómo se si estoy enamorado de alguien?.

Aristoteles sabia que estaba demasiado grande para preguntarle eso a su mamá, pero es que en realidad no lo sabía.

Si había tenido novias pero solo le gustaban, con ninguna llegó a decir que la amaba. Tal vez suena cruel pero así era. Solo salía con ellas porque se sentía mal si las rechazaba, además... Vamos, que Aristóteles no era feo.

Polita se asombro por la pregunta, su hijo nunca le había preguntado algo así. Sólo respiro y respondió.

— Pues... Sientes la necesidad de estar siempre a su lado, quieres protejer a esa persona de todo y de todos, no sientes como pasa el tiempo cuando estás junto a esa persona y...

Eduardo entro a la conversación abrazando a Polita por la espalda mientras dejaba un beso en su mejilla.

— Tu corazón late a una velocidad considerable y en tu estómago sientes mariposa o en algunos casos todo un zoológico.

Dijo sonriendo mirando a su esposa.

[....]

Eran las 7:00 am y Aristoteles se arreglaba para ir a la preparatoria.

No había podido dormir nada en toda la noche y ahora tenía unas horrible ojeras a causa de eso.

— Ari ya llego Yolotl.

Hablo Polita desde la cocina.

— ¡Ya voy!. -grito.

Termino de arreglarse y salio de su habitación para tomar su mochila he irse.

Nerd de mi corazón [Aristemo] (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora