Nerd de mi corazón [Aristemo] (Terminada)

44: Final.

Abrió los ojos de apoco, estaba algo desorientado pero recordaba perfectamente todo lo sucedido. Intento sentarse, pero una punzada en su abdomen se lo impidió.

-No, no, no te muevas, puedes lastimarte -dijo aquel rizado intentando hacer que dejara de moverse.

Lo miró unos segundos y rápidamente lo jalo hacia él dándole un fuerte abrazo.

-Estas bien -dijo en susurro sintiendo toda la preocupación irse.

-Claro que si, nunca te dejaría, y aun estando muerto, te seguiré cuidando -acaricio lentamente su cabellera enmarañada.

-Te amo.

Él mayor sonrió cerrando los ojos, sintiendo la calides de aquel abrazo.

-Yo más -no quería romper aquel tan hermoso abrazo, lleno de cariño y amor, pero tenía que hacerlo- Bebé, tengo que decirte algo -se alejo un poco mirando los ojitos de su novio.

-¿Es malo? -hizo un puchero.

-No, claro que no, es algo bueno... Dependiendo de como lo tomes, ya que para mi es algo bueno -tomo su manita entrelazando sus dedos con la suya- ¿Qué opinarías si viviéramos juntos?.

-.... ¡Que sería lo mejor del mundo! -contestó sonriendo.

-¿Te gustaría vivir conmigo? -hizo una pausa al ver que no contestó- Aaah, tú papá y Pepe están de acuerdo y mi mamá dijo que esta bien, además así podre cuidarte mejor.

Temo seguía sin contestar.

-Aunque... Si no quieres lo entiendo, podemos seguir como antes, yo voy a tu casa y después...

-¿Qué?, no, no, yo quiero vivir contigo, solo que... -hizo una pausa acariciando los rizos desordenados de su cabeza- Estaba pensando en lo hermoso que sería hacerlo.

-¿Entonces es un si?.

Asintió con la cabeza.

-Siempre es un si.

-¡Familia, ya dijo que sí! -las risas se escucharon desde afuera y toda la familia entró, Pepe, se reía pidiendo el dinero de la apuesta que le ganó a su papá y a Julio.

-Solo recuerden siempre, ¡Chiflanfo y aplaudiendo! -grito, Pancho, entrando a la habitación.

-Yo sabía que diría que si -Polita los abrazo a ambos y beso sus cabezas- Quiero nietos pronto.

Temo bajo la cabeza avergonzado y Aristoteles, sonrió.

-Solo vamos a vivir juntos, no nos vamos a casar... Bueno, no aún -indicó, Ari.

-Me alegra que estés bien hermanito, pero ahora debo rime, hay una hermosa chaqueta esperando por mi en el centro comercial, adiós -Pepe salio de la habitación agitando los billetes en su mano.

-Y creí que la diva era yo -Diego, entro a la habitación mirando como Pepe, se iba por el pasillo.

-Aun lo eres.

-Gracias, al menos tú me apoyas -se acercó a Temo, dándole un gran abrazo- Lamento no haber podido hacer nada ese día.

Temo lo miro con una pequeña sonrisa en sus labios.

-Descuida, tú fuiste quien le aviso a Aristoteles, sobre lo que paso, y con eso fue suficiente.

-Pero te lastimaron.

-Y ahora estoy bien -quiso sentase mejor y el dolor en su abdomen no lo dejo- Bueno, a medias.

-Bebé, no te muevas.

-¿Cuando me podre ir? -pregunto

-Pronto, mientras más rápido mejores, más rápido nos iremos a casa.

[....]

-¡Rápido, conduce! -grito Audifaz.

-¡Eso hago! -piso el acelerador, intentando perder a los policías que iban tras ellos- ¡Maldita sea!, sabía que no debíamos dejarlo solo ni un segundo.

-¡Cállate y ve más rápido, imbecil!.

Aristoteles, había logrado cortar la cinta con la que habían amarrado sus manos, así que sin que ellos se dieran cuenta, tiro una piedra hacia una dirección dentro de aquel lugar, el hombre fue a inspeccionar mientras Audifaz subía provisiones a la camioneta.

Él sonido de las cirenas los hicieron alertarse, la policía iba en camino y cuándo menos se dieron cuenta, el rizado ya no estaba donde lo habían dejado. Había escapado por una ventana y dio gracias a dios de que Yolo, llamara a la policía después de cuatro horas, y que su plan saliera a la perfección.

Es aquí donde Audifaz y su acompañante, Martin, intentaban darse a la fuga de la policía.

-Mierda, -dijo Martin, habían llegado a un puente, donde del otro lado había policías esperando a que cruzaran para poder detenerlos.

No tenían salida, detrás de ellos había otros dos policías llendo a toda prisa- No pienso regresar a la cárcel, Audifaz.

-¿¡Y que piensas hacer!?, ¿¡matarnos!?.

-Si es necesario, sí -piso todo el acelerador dando vuelta al volante lo más rápido posible, haciendo que la camioneta vieja perdiera el control arrojandolos fuera del puente, matándolos al impacto contra el concreto sólido que ya hacía en el carril de abajo.

La policía los sacó a ambos muertos de aquel veiculo.

FIN

Atte:Queen