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Sus labios seguían unidos y sus ojos cerrados, creando un ritmo que solo ellos conocían.

Temo paso sus manos por el cuello de su contrario para acercarlo un poco más. Ari poso sus manos en la cintura del más bajo.

Sabían que ese beso transmitía todos y cada uno de sus sentimientos hacia el otro. Querían que ese momento fuera eterno.

Pero dicen que todo lo bueno tiene un final.

La puerta fue abierta de golpe sorprendiendolos a ambos y ocasionando que se separaran.

Diego entró con cara de pocos amigos, pasó junto a ellos sin decir nada y entró a su habitación, (Porque también tiene una habitación en el departamento de Temo) en cerrándose en ella.

Ambos chicos se miraron con una sonrisa en sus rostros.

— Jaja, ¿qué le pasa? —pregunto el castaño, con diversión.

— No tengo idea.

— Bueno... Va-vamos a... ¿Cenar?, no comimos nada porque a alguien le salio mal la receta de la pizza —dijo haciendo énfasis en "Alguien".

— Ya te dije que no fue mi culpa, la receta decía tres huevos, nunca decía que le tenía que quitar el cascarón.

— Pero era obvio que le tenías que quitar el cascarón, o acaso te lo ibas a comer así.

— Bueno ya, mejor vamos a cenar y de paso le traemos algo a Diego, porque traía una cara que seguro ni el mismo de aguanta.

— ¡LOS ESCUCHÉ! —grito el otro castaño desde su cuarto.

— Jaja, hay que limpiarnos la harina.

— Claro... Pero no tengo más ropa y...

— Yo te presto más... Igual Diego va a lavar —alzó los hombros.

— Jaja.

Temo saco su ropa y le dio otra cambio a Ari.

— ¿Te vas a bañar? —pregunto mirando al menor entrar al baño.

— Entonces, ¿cómo me quitaré la harina?.

Temo se baño, mientras Ari esperaba en la sala.

Se puso a pensar en lo maravilloso que son sus días cuando los pasa al lado de Temo, es como si el tiempo pasara más rápido y cada minuto lo disfruta al máximo si es con el.

Temo salió del baño para que Aristoteles también se bañara y pudiera quitarse esa harina.

[....]

Salieron del departamento, Ari reviso su celular, no había ninguna llamada de su mamá.

Tal vez ya dedujo que estaba con Temo al igual que la última vez.

— ¿A donde quieres ir a cenar Temito bonito?

— Te parece... ¿Pizza?

— ¿No te cansas de la pizza?.

— Nop, jamás, jamás.

— Entonces, pizza será —sonrió, tomando la mano del menor, entralazandola con la suya.

— Cuéntame algo sobre ti —pregunto el castaño.

— ¿Como qué te gustaría saber?

— Hem.., ¿cómo eras de niño?, ¿travieso?, ¿obediente?, ¿dormilón?.

— Supongo que ninguna de esas.

— ¿Por qué lo dices?.

— Porque, mi padre.... Siempre me presiono para que yo fuera alguien "exitoso" o como yo digo, para tener alguien que lo mantenga... No fui un niño muy alegre que digamos.

— Y yo creia que cuando Papancho me mandaba a la tienda era una tortura, ahora veo que no....

— ¡Pero todo mejoró!, mamá se divorcio de Audifaz, y encontró a Eduardo, después se casaron y Arqui nació.

Siguieron caminando hasta llegar a una pizzería. Había mucha gente y casi todos los lugares estaban ocupados.

Una mesa al fondo estaba desocupada y rápido caminaron hasta ella para que alguien más no la ganará.

[....]

Las horas pasaban y parecían minutos para ellos.

Salieron de la pizzería para pasear un rato, sus manos seguían entralazadas.

No sabían como, ni cuando, pero terminaron besándose bajo de un árbol en una calle solo iluminada por las luces de los faroles.

— ¿Qué tengo que hacer para que dejes de ser tan lindo? —pregunto Ari, acariciando su mejilla con suavidad.

— Jeje, no seas menso.

Temo bostezo.

Ari sonrió y cargo a Temo en su espalda para llevarlo a su departamento y dejar que descansará.

Caminaba despacio, Temo parecía un koala en su espalda y para este punto, el menor ya estaba dormido.

Ari abrió con cuidado la puerta de el departamento, entró cerrando la puerta con su pie.

Recostó a Temo en su habitación, besando su frente.

— Ari —lo llamo Temo antes de que se fuera — Es muy tarde, ¿en serio te iras así?.

— No te preocupes, no me queda tan lejos, bebé.

— No quiero arriesgarme a que te pase algo, mejor quedate ¿Si?.

— Pero...

— Hazlo por mi.

El rizado suspiro asintiendo.

— Bien, pero me quedo en la sala.

— Pu-puedes dormir aquí... Si quieres —se hizo a un lado para que el mayor pudiera acostarse junto a él.

— ¿Seguro?, no quiero incomodarte o algo.

— No me incómodas, así que ven, no hay problema.

— Bien.

Ambos se acostaron, Ari abrazo a Temo acercando su cabeza a su pecho y Temo lo abrazaba por la cintura.

— Buenas noches, Temito —beso sus cabellos castaños.

— Buenas noches, Ari.







Atte: Queen









Nerd de mi corazón [Aristemo] (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora