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La hora de salir llego, Temo estaba nervioso pero recordó las palabras de Diego "Es solo un trabajo" suspiro cerrando los ojos.

Se acercó a Aristoteles, quien seguía sentado en su lugar, perdido en su mundo como siempre.

— Ari — dijo tocando su hombro haciendo que se exaltara.

— Temo... ¿Y-y los demás?.

Pregunto mirando a su alrededor. La clase estaba vacía.

¿Encerio no estaba prestando atención? Se preguntó Temo.

— Ya se fueron.

— ¿¡Que!? Neta no me di cuenta.

— ¿En que pensabas, que estabas tan distraído?

Ari desvío la mirada hacia otra parte pues puede que estuviera pensando en lo ocurrido en ese día con Temo.

— En nada

— Hmm pues... Vamos que tenemos que hacer el trabajo.

— ¿También Yolo se fue? — agarrando sus cosas.

— Supongo que si.

La verdad es que Yolo si se fue, para dejar a ambos solos y que se fueran hacer su trabajo.

— Bueno, pues entonces vamos.

Salieron de la Preparatoria, Temo lo miraba de reojo intentando encontrar algún tema de conversación pero no encontró nada.

Aristoteles hacia la mismo que Temo sin que se diera cuenta.

El silencio comenzaba hacer incómodo para ambos. Así siguieron caminado asta llegar al edificio donde vivía Aristoteles.

— Ya llegue, Ma' —Grita entrando a su departamento.

— Hola mi amor, ¿cómo te fue en la escuela?.

Dijo Polita desde la cocina donde preparaba la comida.

— Ham, bien —hablo caminado a la cocina.

— Hola.

Ari y Temo entraron a la cocina, Polita los miro a ambos y sonrió.

— Hola, ¿qué tal?, soy la mamá de Ari, puedes llamarme Polita —Sonrió caminado hasta él para darle la mano, la cual Temo acepto con gusto.

— Me llamo Cuauhtemoc, pero solo dígame Temo.

Ari sonrió inconscientemente como loco enamorado mirando la escena frente a sus ojos.

Polita lo miro sin decir nada, solo sonrió con ternura y amor.

— Ah, Ma' Temo y yo vamos a estar en mi cuarto haciendo la tarea, ¿ok?.

— Esta bien mi Aris, yo les hablo cuando sea hora de comer.

Ari asintió.

Fueron al cuarto del rizado, Temo miraba todo a su alrededor, el cuarto era de color azul cielo y había unos tres teclados colgados en la pared y varios estantes con demasiados libros en ellos.

— Siéntate donde gustes.

Temo asintió sentándose en la orilla de la cama y Aristoteles del otro extremo...

Iniciaron con el trabajo, muy aburrido según Temo.

Aristoteles escribía en su libreta, muy concentrado en lo que hacía... O bueno eso parecía aunque la verdad, solo quería encontrar una manera de no sentirse extraño estando junto a él.

— A-ari —lo llamo Temo.

— ¿Qué pasa?.

Temo no sabía si preguntar o solo quedarse callado, pero se fue por la primera opción.

— Ham, seguramente es una pregunta muy estúpida, pero... ¿Yo te agrado? —dijo sin despegar la vista de la libreta en la que anteriormente había estado escribiendo el trabajo.

— No entiendo tu pregunta, ¿por qué no habrías de agradarme? —Sonrió mirando su carita roja y su mirada tímida puesta en su libreta.

— Porque... Te trato mal.

— Ay, Temo, nunca me has caído mal.

Temo levantó la vista mirándolo dispuesto a decirle la verdad.

Aunque rápidamente esas fuerzas de valentía se fueron al pensar en lo que Aristoteles diría de él.

— De verdad lo lamento, no me gusta que todos se burlen de ti y la mayoría de las veces es por mi culpa.

— Hum, bueno... ¿que te parece si tu y yo empezamos otra vez?... Como amigos.

Temo sonrió y Ari igual.

Le gustaba ver la sonrisa de Temo aunque debe de admitir que no le gustó mucho eso de empezar otra vez como amigos.

— Claro.

Temo quiso verle el lado positivo a eso, ambos serían amigos así que tendría otra oportunidad de hacer las cosas bien y tal vez lograr enamorar a Aristoteles.

— Chicos vengan, la comida está lista —Dijo Polita tocando la puerta.

— Claro, ya vamos.





Atte: Queen







Nerd de mi corazón [Aristemo] (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora