Habían pasado dos semanas. Y seguía sin saber la forma de sacar el tema. Era desconcertante, eran los secretos los que unían a mi familia. Cosa que odiaba, porque no me gustaj los secretos, aunque en cierto modo, debía odiarme a mi misma, ya que yo ocultaba el asunto de las notas.
Las cuales, aparecían de vez en cuando. Fotos mías con Kevin, o cualquier cosa que pudiese perjudicarme. Mi relación con el vecino era la misma. La bipolaridad de ambos en ciertos momentos, hacía la convivencia más entretenida, por decirlo de alguna manera.
Mi relación con Ed, seguía estancada. Venía a casa los domingos y veíamos películas, y al final intentaba hacerlo conmigo, y yo le seguía poniendo excusas. Todavía no sé cómo no se ha dado cuenta de que lo nuestro no lleva a ninguna parte.
Es sábado, esta noche hay una fiesta en casa de Kevin, a la cual, me ha invitado. Dudo si ir por el tema de las amenazas, no quiero liar más las cosas. Pero Alice dice que debería ir y pasarmelo bien. Así que iré con ella.
Son las 5, estaba tumbada en el sofá viendo American Horror Story. La primera temporada, una de mis favoritas. El romance entre Tate y Violet me ponía la piel de gallina. Homicidio y suicidio, tqn parecidos y a la vez tan opuestos que daba miedo.
Tocan al timbre, y como casi siempre, estoy sola en casa. Mis padres trabajando, o a lo mejor me evitan. Y Tate con su Nat. Qué asco.
Al darme cuenta de que si me lo pensaba más no me levantaría nunca, me pongo de pie y camino con desgana hacia la puerta. Abro para encontrarme con alguien a quien no quería ver, ni hoy, ni mañana ni en bastante tiempo.
Punto de vista de Kevin:
Estaba en mi balcón, fumando, como de costumbre; hasta que vi a la niña esa, amiga de Angy. Se bajó del coche y tocó a la puerta. No me apetecía seguir allí así que me adentré en mi habitación.
Puse algo de música, Somewhere un Neverland. Sí.
Say goodbye to the halls and the classes
Say hello to a job and the taxes
The weekends with old friends spilling into 9 to 5 routine
Tell me how you feel over and done with
Like your life is a map with no compass to guide,
At the bar drinkin’ way too much
We sing along to "Forever Young".
So here we go again
Wishin’ we could start again
Wendy run away with me
I know I sound crazy
Don’t you see what you do to me?
I wanna be your lost boy
Your last chance, a better reality
Wendy we can get away
I promise if you’re with me, say the word and we’ll find a way
I can be your lost boy, your last chance
Your "everything better" plan
Oh, somewhere in Neverland
(Somewhere in Neverland)
Era mi canción favorita. No soy muy profundo, pero tengo sentimientos, aunque no les hago ni puto caso. Mis padres llevaban 3 meses sin pisar mi casa, y eso en cierto modo me duele. Parece que no tienen hijo o algo así. Ahora es Jeff, el mayordomo, el que se encarga de mi bienestar, pero había salido. Me aburro.
Podría llamar a Nicole, invitarla y pasar el rato. Cojo mi iPhone y marco su número.
-¿Nicole? Hola.
-Hola guapo, dime.
-Estoy solo, ¿quieres venir y que nos divirtamos un rato? -Digo poniendo la voz que utilizo para llevarmelas a donde yo quiera.
-Llego en 10 minutos.
-Perfecto.
Cuelgo. Qué fácil es. Nicole es una gran zorra. Necesitaba sacar a Angy de mi cabeza, ¿que mejor que ese tipo de entretenimiento?
Me doy una ducha y al secarme, me pongo unos boxers y unos pantalones de chándal. Tocan al timbre. Bajo tomándome mi tiempo y abro la puerta para encontrarme con un canalillo que resalta en un escote violeta. Meg y Deg. Le puse apodos a las tetas de Nicole porque me resultaban graciosas.
Tiro de ella para subirla a mi habitación. En el umbral de la puerta, me doy la vuelta para mirarla y ella comienza a devorarme el cuello. Agarro su trasero y la cojo en peso, entrando a la habitación. Me deshago rápido de su ropa y cuando abro los ojos veo a Angy.
Punto de vista de Angy:
-¿Natalie, qué haces aquí?
-No me cogías las llamadas.
-¿No parecía bastante obvio que no quería verte?
-Lo siento, ¿vale?
-Te follaste a mi hermano, lo cual, es lo que menos me importa. Lo que me jode de verdad es que no has tenido el valor de decirmelo cuando te empezó a gustar. Me tuve que enterar cuando ya estabais juntos, y encima, embarazada.
No me había dado cuenta de que estaba llorando hasta que mi mejor amiga me quitó una lágrima con el dedo.
-Sé que la cagué, y lo siento de verdad, perdóname.
No estaba bien, y la necesitaba. Necesitaba sus bromas y sus locuras. Y ella me necesitaba a mí, porque estaba embarazada, y sus padres no lo aceptaban.
Sin decir nada, me limité a abrazarla mientras las dos llorabamos y entrabamos en casa.
***
Cuando Nat se iba, la acompañé a la puerta y vi cómo una rubia operada salía de casa de mi vecino y se metía en su coche de mala hostia mientras le gritaba a mi vecino que estaba recostado sobre el marco de la puerta, algo más serio de lo normal.
Cerré la puerta y subí a arreglarme, la fiesta empezaría en breve.
Opté por un vestido azul, sin mangas que se ajustaba a la perfección con mi figura. Por la espalda estaba enlazado dejando parte de la espalda descubierta. Junto con unos tacones del mismo color.
Nat me esperaba en la puerta. Llevaba un vestido largo color salmón. La tripa empezaba a crecerle y en breve no podría disimularlo más.
Cruzamos la calle y entramos. La música retumbaba y hacía temblar el suelo. Sonaba 'Blame'. Hoy pensaba emborracharme, sólo un poquito. Tate había venido y estaba con Nat en uno de los sofás del salón.
Llegué a la barra improvisada y pedí un chupito de tequila.
-Empiezas fuerte, pequeño mapache. ¿Concurso de chupitos?
Sonreí. -¿Preparado para perder?
-Oh, será un auténtico placer. ATENCIÓN TODOS, CONCURSO DE CHUPITOS.
Gran parte de la fiesta hizo un corro a nuestro alrededor.
Uno.
Dos.
...
Diez.
Doce.
-No puedo más. -Dijo mi curioso vecino. Gané.
Salió corriendo hacia el baño, y como pude, lo seguí para restregarle mi victoria. Lo hayé sentado en la cama de su habitación, acababa de salir del baño.
-Te he ganado. -Dije completa y absurdamente borracha.
-Podemos celebrarlo. -Me contestó levantándose y acorralandome contra la pared.
Todo me daba vueltas, hasta que sentí una leve presión sobre mis labios. Me estaba besando. Mi vecino. Borracho. En su habitación. Y la verdad es que no me importaba.
Después todo se volvió negro.
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Amor A Base De Odio.
Novela Juvenil-Eres un idiota, te odio. Me miró con una sonrisa pícara sabiendo que eso me ponía aún más de mal humor. -En el fondo sabes que no es cierto, pequeño mapache. -Te he dicho que no me llames así. -¿Y por qué tengo que hacerte caso? -Dijo dando un paso...