Una invitación y un sofá.

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Sé que dije que subiría los viernes, pero debido a que llevo casi 3 semanas sin subir, me sentía un poco mal así que aquí tenéis. Votad y comentad, me haríais extremadamente feliz. Un abrazo, cuidaros ♡.
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El beso continuó, inocente a la vez que emocionante, hasta que me separé y él, acertando mi imaginación, me abrazó.

-Mañana voy a una fiesta de un amigo, ¿te gustaría venir?

-Claro, ¿estará Chris? Así podré llevarme a Arya.

-En principio, estará.

-Genial.

Sonrió,  y vacilante, dio un paso hacia delante. Sonreí porque sabía lo que se estaba planteando, así que le ahorré la preocupación y le di un pequeño beso en los labios. Y, despidiéndose, se marchó.

Punto de vista de Kevin:

Estaba furioso, con ganas de pegarle a alguien, especialmente al gilipollas ese de Nash; pero la gota que colmó el vaso fue cuando me asomé a la ventana para bajar la jodida persiana y los vi comiendose los morros, y el muy cabrón le estaba tocando el culo.

Pensaba que todo esto era un montaje, sohaba demasiado poco convincente, pero iba a resultar que Angy estaba en lo cierto. Lo único que se me ocurrió hacer fue liarme un porro con la hierba que me había dado Tate, buen amigo. Dejé que el humo se extendiese por mis pulmones lentamente,  relajando todos y cada músculo de mi cuerpo, echaba de menos esta mierda.

Quería desfogar, así que llamé a Cindy, vivía cerca, y llevaba coladita por mí casi 2 años, me había acostado antes con ella, y no me gusta repetir, pero es una excepción. Me di una ducha al acabarme el petardo, elagua caliente me ayudaba a pensar, aunque no lo haría en ese momento.

Recibí a mi invitada en toalla, creo recordar que iba borracha, pero no me fijé tanto en eso. Cindy tenía unas piernas espectaculares que resaltaban con esa minifalda azul electrico y ese top blanco. Llevaba los tacones en la mano.

Sonreí levemente y me hice a un lado para que entrase. Una vez dentro, cerré y me apoyé en la puerta, teniendola a un metro de distancia. Tiró los tacones hacia atrás y saltó encima mío.

Mientras la agarraba por el trasero en peso, intenté llegar al salón sin chocarme con nada y tirarla al sofá, pero no fue posible, porque la estampé contra la estantería y ella gimió, no sé si por el porrazo o qué. Esta vez me daba igual imaginar a Angy, ese cabrón ya se la habrá follado. La tiré al sofá y aunque ella sabía que esto no llegaría a más ni en 10 años, empezó a disfrutar de aquello.

Punto de vista de Angy:

Después de escuchar la opinión de mis padres (buena, por cierto), subí a mi habitación,  me bajé la cremallera y me dejé caer en la cama, estaba bastante hecha polvo. Mi ventana seguía abierta, estaba a punto de quedarme dormida cuando un 'SÍ JODER' femenino me hizo abrir los ojos de par en par.

Me sujeté el vestido con una mano y me puse a mirar por la ventana. En el salón. Mi vecino. Una tía. Sofá. No me vuelvo a sentar ahí. Pero será guarro el cabrón. Bajé la persiana antes de que pudiese traumatizarme más de lo que ya estaba.

Me metí en la cama y al poco tiempo me quedé dormida.

***

Eran las 10 cuando abrí los ojos y me levanté, estirándome.

Me acerqué al balcón y subí la persiana rezando para no encontrarme con algo que me hiciese vomitar, y no fue eso precisamente lo que hallé. Estaba sentado en la acera, fumando. Era el momento de ir a quejarme.

Me vestí con una camiseta vieja acompañada de unos leggins. Seguía tan dormida que se me olvidaron los zapatos, así que bajé descalza. Saludé con rapidez a mis padres en la cocina y me encaminé a la acera de en frente con paso decidido.

Al darse cuenta de mi presencia, puso los ojos en blanco. Vaya, era la primera vez que me lo hacía,  y eso era raro. Le arrebaté el cigarrillo que llevaba entre los dedos y le di una calada, tomandome mi tiempo para empezar a hablar. Cuando le quitaba el tabaco, protestaba al principio, creo que ya se ha acostumbrado.

-A mí no me importa que traigas "amigas" a tu casa. -Dije haciendo las comillas- pero, por favor, ponles un cojín en la cara o algo, hay gente que necesita dormir. -Se quedó en silencio, mirando al fondo de la calle, y tras unos segundos, me miró.

-Estoy seguro de que tú gritabas 3 veces más fuerte. -Se me secó la boca y la garganta, de repente no podía hablar, porque estaba ocupada intentado no llorar delante de un capullo, el cual se dio cuenta de su metedura de pata nada más decirlo. Le cambió la expresión, pero no me dio tiempo a ver e, resto porque me di la vuelta y salí corriendo a mi casa ante sus gritos de '¡Angy joder espera!'.

Amor A Base De Odio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora